Juego con mis dedos mientras muevo nerviosamente mis piernas. Épsilon es un equipo demasiado fuerte. Se nota que ya están cansados, y no hemos conseguido marcar aún.
La tensión está presente, al igual que el miedo que nos presiona a no perder. Los chicos han llegado a su límite, y es el momento de pelear con nuestra mejor arma hasta ahora.
El peliblanco comienza a correr, con una sonrisa socarrona en la cara. El equipo entero ha decidido depositar una confianza ciega en Shawn, y darle la oportunidad de hacer que este partido no acabe en nuestra derrota aplastante. Con el marcador a cero, ¡incluso podríamos ganar!
Pongo una mano delante de mi boca, para ocultar la risa que se me ha escapado al verle utilizar a dos jugadores del Épsilon como trampolín. El balón se ha adelantado bastante, pero consigue alcanzarlo, y no tarda en ejecutar la "Ventisca eterna". Aprieto los puños, sabiendo que el chico es capaz de marcar.
Frunzo el ceño al ver que el portero simplemente alza la mano. La rabia corroe mis venas, se creen superiores. Sin embargo, sonrío al ver que ha subestimado a Frost, ya que la fuerza del tiro le hace retroceder.
Debido a ello se levanta una humareda blanca que inunda la portería, impidiendo que veamos el resultado. Ahogo un grito al ver que había sido capaz de detener el balón.
Un escalofrío recorre mi espalda. Su poder me aterra, pero no dudo de nuestras capacidades. Tarde o temprano, seremos el final de esta tiranía. El problema es que no sé juzgar cuánto tiempo requerirá eso...
Miro de reojo a Shawn, comprobando que de nuevo, se ha transformado en una versión más agresiva y egoísta de sí mismo. Es una personalidad demasiado intensa para el chico calmado que suele ser...
Los gritos del comentarista consiguen sacarme de mis pensamientos, aprieto los párpados durante un instante al ver que Épsilon ha comenzado un contraataque. No tardan en marcar su primer gol, lo que hace que el alma se me caiga a los pies.
Al ver que prácticamente todos están luchando por mantenerse en pie, no dudo ni un instante en girarme hacia la entrenadora, aún teniendo un punzante dolor en el costado, recordándome mis límites:
-¡Entrenadora!
-Ni lo pienses, Azuma.
-Pero-
-Aún queda Scotty, y tampoco vas a poder solucionar mucho en estos tres minutos. Sin nadie que pueda seguirte el ritmo, tu entrada no provocará ningún cambio en el resultado. No voy a dejar que arriesgues tu salud por eso.
Apreté los labios, pero decidí no rebatirla. Sin embargo, estaba muy equivocada. Tres minutos eran tiempo más que de sobra para darle la vuelta al marcador:
-Celia, ¿por qué confías tanto en Scotty? -pregunto.
Ella me mira con el ceño fruncido, algo contrariada. Después, dirige la vista al campo, donde el asustadizo chico ha comenzado a temblar:
-He visto algo en él. Sé que es capaz de hacer grandes cosas, sé que tiene talento.
Lo ha dicho tan segura de sí misma y de su instinto, que no he podido evitar sonreír. Decido observar el campo, poniendo especial atención en Épsilon. Son igual de creídos que Tormenta de Géminis:
-Pues entonces, estoy contigo.
Abre los ojos como platos al escucharme. Casi todo el mundo ha dudado de ella hasta ahora. Sin embargo, la conozco. No tiene estos impulsos a menudo, y aunque puede ser cabezota, suele tener razón.
Entonces, el portero de los extraterrestres chuta el balón, haciendo que dejara una estela rosada a medida que avanzaba, debido a la fuerza. El tiro lanza a Shawn por los aires, y levanta un viento tan fuerte que incluso nosotros, que estamos en el banquillo, nos vemos obligados a cubrirnos los ojos como podemos:
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Fuego divino - Axel Blaze
FanfictionSayuri Azuma es una apasionada del fútbol, y eso lo único que la ha mantenido con los pies en la tierra después de tres duros años de cambios. Sin embargo, el destino tiene una manera enrevesada de trenzar las cosas, y la volverá a juntar con su mej...