Capítulo 6

1.7K 87 1
                                    

Mantengo los ojos cerrados mientras reflexiono sobre todo lo ocurrido durante estos últimos días. Suspiro profundamente, creo que necesito parar y aclarar mis ideas, han sido muchas cosas en poco tiempo. 

Pongo las manos detrás de mi cabeza, sin poder quitarme el fútbol de la cabeza. Río ante este hecho, pero entonces escucho que alguien llama a la puerta.

Abro lentamente los párpados, susurrando un suave adelante a la vez que me incorporo. La puerta se abre un poco, y la enfermera que ha estado cuidando de mí estos días asoma la cabeza:

-Sayuri, tienes visita -informa.

Sonrío, indicando que pase. Trago saliva al ver que es Axel, y aunque me alegra que se haya tomado el tiempo de visitarme, tengo algo de miedo a cómo puede reaccionar ante lo sucedido.

Mantengo el ceño fruncido, algo preocupada. No sé cómo se habrá tomado mi juego. Puedo encontrarme con el Axel dulce que se alegrará de mis logros y preguntará por mi estado, o con el Axel madre que me hará sentir mal por usar a Cerbero. 

Mi cerebro piensa rápidamente, mientras él cierra suavemente la puerta tras de sí, para después tomar asiento a mi lado:

-¿Qué tal la operación? -dice sin siquiera saludar.

-Bien, mañana ya podré entrenar con vosotros. Aunque tendré que tener cuidado si hay partido... -la doctora no ha dicho eso exactamente, pero bueno.

Me siento totalmente inútil en esta situación. Es terrible pensar que probablemente sea el momento en el que más ayuda necesitan los chicos, y yo ni siquiera debería estar planteándome jugar hasta dentro de tres semanas:

-Yo no te dejaría jugar, no puedes en estas condiciones -abro los ojos, ni que me leyera el pensamiento.

Aprieto los labios, mirando de reojo la venda que cubre mi costado. Al menos no ha sido una fisura de costilla, eso hubiera eliminado cualquier posibilidad de darle su merecido a los extraterrestres:

-Odio el no poder hacer nada.

Cierro los párpados al no escuchar una respuesta por su parte, no debería haber dicho eso.

Pronto sacude la cabeza, lo que hace que frunza el ceño. ¿Lo que he dicho está tan mal? Un escalofrío recorre mi espalda al pensar que puede que no estuviera pensando en mí, ¿qué le ha pasado? Aprieto los labios, pero pronto me saca de mis pensamientos, cambiando el tema de manera brusca:

-¿Por qué te esfuerzas tanto?

-¿A qué te refieres?

-¿Por qué utilizarse a Cerbero?

Vale, Axel madre. Esto va a ser interesante:

-Merecía la pena arriesgarlo todo -contesto con seguridad.

-Nunca la habías utilizado sin el néctar, ¿verdad?

Aparto la mirada, demasiado avergonzada para admitirlo en voz alta. Este chico no pasa ningún detalle por alto:

-Te prohíbo que vuelvas a intentar ejecutarla.

Abro los ojos, algo sorprendida:

-¿Y eso?

Pasa una mano por su pelo, seguramente notando mi ligero enfado. No puede decirme así por las buenas que deje a un lado mi técnica más poderosa, sólo necesito algo de entrenamiento... lo sé:

-Ya hemos visto que contra los aliens no es de gran ayuda, y no voy a dejar que te desmayes en cada partido.

Aprieto los labios, sintiendo algo de confusión. La primera parte ha sonado objetiva y fría, pero la segunda sin duda alberga cariño. Sus expresiones faciales no ayudan, que digamos:

Fuego divino - Axel BlazeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora