Tomaré un baño de agua fría, necesito apagar el fuego en mi entrepierna, y lo peor tener que dormir con ella esta noche, me despojo de mi ropa y dejo que el agua fría sobre mi cuerpo haga lo suyo y al parecer funciona. Inmediatamente siento como todo dentro de mí se va calmando, suspiro, nunca había tenido que hacer esto, cierro mis ojos e intento pensar en otra cosa, elefantes, sí eso funciona, elefantes rosas con faldas de tul, no puedo evitar reír, mi celular suena y me saca de mis pensamientos, cierro la ducha y salgo buscándolo por todas las bolsas del pantalón que andaba hasta que por fin lo encuentro.
—¿Qué pasó maldito? —digo al descolgar, luego de ver que se trata de David.
—¿Que tal la vida de Casado? ¿Estás disfrutando? —la risa sarcástica de David del otro lado.
—Sí, y no sabes cuánto —ironizo.
Ríe sonoramente que hasta temo que esté en un lugar público y asuste a las personas.
Tomo una toalla y comienzo a secarme cuando mi celular se desliza y cae sobre el lavamanos ¡Rayos! Esto es karma por destruir el celular de Alex. Lo recojo rápidamente y me cercioro que aún funcione, y sí parece que aún está vivo.
—¿Aún sigues ahí? —espero la respuesta de David del otro lado.
—Sí... sin tímpano por el sonido de tu estúpido celular —habla.
—Lo siento, estaba tomando una ducha y mis dedos están moj...
—Espera... —me interrumpe.
—¿Qué?
—¿Me acabas de decir lo siento? Oliver.... Te está haciendo bien estar casado —David comienza a hacer sonar algo que parece ser una cuchara sobre un plato.
—David ¡Basta! Me vas a causar un dolor de cabeza —riño, masajeando mis sienes.
—¿Y por qué diablos estás tomando una ducha a esta hora? —silencio de mi parte. No le voy a contar esto a David —¿Era ducha fría o tibia? —interroga, ríe a carcajadas.
—Eso a tí no te importa, David —más risas de David. Voy a matarlo.
—¿Era para eso que me llamabas? —suspiro, intentando calmarme, si Alex y David se juntan me matan de un derrame cerebral.
—No, sólo quería mencionarte que según Forbes eres el empresario del año, y quieren una foto contigo y tu esposa.
—¿Y qué tiene que ver Alex en todo esto? —paso la toalla por mi nuca para secar algunas gotas de agua que corren desde mi cabello.
—No lo sé, al parecer no sólo a ti te gusta Alex.
—Como es de imaginarse —digo de inmediato.
—Espera...
—¿Ahora qué? —unto loción en mi cuerpo, aunque vaya a dormir me gusta oler bien.
—Acabas de admitir que te gusta —y más sonidos de la cuchara contra el plato del otro lado. Llevo mi mano a mi frente y cierro los ojos, necesito encontrar paz interior.
—Te juro que algún día te mataré, David —más risas de David. Joder.
—¿Quieres mi consejo? —cuestiona, casi no lo logro entender, al parecer está comiendo.
—Si no sabes cómo me la puedo sacar de la cabeza no me importa lo que tengas por decirme —escucho que se atraganta y comienza a toser.
—Nunca me imaginé que dirías eso.
—Salí con una mujer ayer y no pude siquiera besarla —me vuelvo a cerciorar si Alex no ha entrado a la habitación —y hoy ella salió con un idiota que no sé donde putas lo conoció y no puedo creer aún como eso me hizo sentir.
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Casado con mi secretaria © (Borrador de la 1era edición - 2016)
RomanceEste libro se encuentra en físico gracias a Nova Casa Editorial y puedes encontrar los puntos de venta en un link en mi descripción. [DISPONIBLE SOLO LOS PRIMEROS CAPÍTULOS] Oliver Anderson, un millonario y apuesto joven de 25 años está a punto de p...