No sé como Alex me convenció de quedarme en esta olla pero si ella quiere quedarse aquí no tengo de otra que quedarme con ella, he escuchado decir a mi madre que la manzanilla es buena para disminuir los cólicos menstruales en las mujeres, sí, creo que eso fue lo que escuché pero mejor me cercioro en google, google nunca miente. Frente al edificio de su departamento hay un supermercado, voy hasta allá y me llevo una caja de sobrecitos de té.
Y sí que la bendita manzanilla funciona, diez minutos después ya se ha quedado dormida y la llevo en brazos hasta su habitación, me quedo junto a ella, me siento demasiado cansado, creo que mañana me daré vacaciones, me quedo dormido en segundos cuando un mensaje en mi celular me despierta, sentí que solo fueron 5 minutos, pero no, ya son las 5 de la mañana.
De: David.
¿Salimos a correr?
Que milagro este idiota está despierto antes que yo.
Para: David.
Ok.
Me levanto sigiloso para no despertar a Alex y otro mensaje llega.
De: David.
Te doy 10 minutos, y para mí 10 minutos son 10 minutos.
Para: David.
Come mierda.
Escucho sus risas desde la sala, sí, a él también lo habían obligado a quedarse, y su pena fue mayor porque tuvo que quedarse viendo películas de romance con Natalie hasta la media noche. Salgo poniéndome una jersey y él está sentado en un sillón tomando café.
—¿Nos vamos? —él asiente.
—Toma, te hice un café —me entrega una taza, y la observo frunciendo el ceño, la taza tiene una cara, puedo jurar que es un perro, sí, parece que eso es, al ver el agarre que parece ser la cola.
—¿Qué puta es esto? ¿Un perro? —David mira la taza e intenta descifrar lo que es, la suya es un ratón, pero esa es fácil porque dice "mouse" en la parte inferior.
—Parece que ese maldito es un perro, y sólo imaginar que estas tazas van a ir a parar a tu casa y a la mía —se ríe. Nunca he vivido con una chica pero ya creo saber cómo va a ser.
Comenzamos a correr y por poco nos perdemos, no conocemos este lugar tanto como el nuestro, pero no parece un mal lugar para vivir, se mira tranquilo, o eso espero, me mudaría a vivir aquí pero prefiero mi casa. Llegamos y ninguna de las dos dormilonas se ha levantado, media hora después estamos intentando cocinar desde un video de YouTube.
—Estamos jodidos, Anderson —habla David, mientras miramos atentamente el celular aprendiendo como preparar un omelet, clavo mis ojos en él desconcertado.
—¿Ahora encontraste alguna cámara de tortura escondida en este lugar? —bromeo, aunque... muy en el fondo sí creo que haya una cámara de tortura en este lugar y mi sonrisa se disipa con sólo pensarlo.
—No —él clava sus ojos en los míos —sólo míranos, estamos preparando comida para esas dos mujeres cuando tú y yo deberíamos estar en otro país mordiendo pezones extranjeros.
Mejor ni me río, no quiero terminar con los huevos extirpados.
—No menciones eso en este lugar, David. O el saco de boxeo vamos a ser tú y yo —murmuro, David ríe y mira hacia el vacío, su risa se disipa, estoy seguro que se lo está imaginando y eso hace que ahora yo si ría, pero de él.
Continuamos viendo el video una vez que David ha ido al supermercado de enfrente a buscar lo que vamos a necesitar, él mismo se ofreció porque dice que la cajera está bien buena, quisiera comentarle eso a Natalie. Yo ya ni siquiera me fijo como están las cajeras porque a mí sí me dan miedo los enormes ojos verdes de Alex y su capacidad para torturar, y es que no quiero saber cómo será realmente enojada.
ESTÁS LEYENDO
Casado con mi secretaria © (Borrador de la 1era edición - 2016)
RomanceEste libro se encuentra en físico gracias a Nova Casa Editorial y puedes encontrar los puntos de venta en un link en mi descripción. [DISPONIBLE SOLO LOS PRIMEROS CAPÍTULOS] Oliver Anderson, un millonario y apuesto joven de 25 años está a punto de p...