Parte 82

152K 13.1K 2.1K
                                    

Alex no puedes hacerme esto lágrimas amargas corren por mis mejillas, ni siquiera puedo hablar con claridad, no sé como había hecho para lograr que Natalie me dejara hablar con ella, una vez que David me dijo que ella estaba en Londres usé a David para convencerla que me dejara hablar con Alex.

Yo... —balbucea —sólo quiero que firmes — Esas palabras me duelen. David está de espaldas viendo por la ventana, hablábamos desde su teléfono celular porque a mí Natalie no me contestaba ni una llamada.

—¿Por qué, Alex? ¿Por qué me haces esto? Te juro que yo dejo lo que sea que me pidas que deje por tillevo mi mano a mi cabeza, estoy frustrado, me siento derrotado, no sé qué hacer.

—¿Y por qué hasta ahora, Oliver? ¿Por qué esperaste hasta que tomara esta decisión? —guardo silencio —¿Cuántas veces hablamos sobre eso? ¿Cuántas veces discutimos por eso? Me prometiste muchas veces cosas que no cumpliste y yo no estaré ahí a tu lado esperando a que tú reacciones, me duele, pero si es más importante para ti tu trabajo yo no tengo porqué estarte diciendo que no lo hagas.

No Alex... No es más importante. Simplemente, no medí las consecuenciasjuro que me muero, soy capaz de dar todo lo que tengo por volverla a ver.

Un silencio se apodera de ambos, hasta que ella finalmente lo rompe.

¿Por qué no estableciste nada sobre los bienes en el acta de matrimonio, principalmente sabiendo que era un contrato? cuestiona, trago saliva, yo ni recuerdo cuando hice ese cambio pero fue incluso antes de que diéramos nuestro matrimonio por hecho. Si a un caso a mí me pasaba algo estaba decidido a que Alex se quedara con todo, confiaba tanto en ella incluso antes de acostarnos.

Modifiqué eso luego... cuando ya me había enamorado de ti... —un silencio incómodo se apodera entre ambos —Dime... ¿Tú me amas? Porque si en estos momentos me dices que no... juro que firmo los papeles aquí y ahora. Pero necesito una respuesta.

Mi corazón bombea a mil por hora, si escucho que ya no me ama no sé qué será de mi vida.

Si no quieres firmar... está bien, pero sí creo que necesitamos tiempo.

¡A la mierda el tiempo, Alex! —sollozo—por favor, yo sólo quiero que vuelvas, que intentemos esto de nuevo —soy un mar de lágrimas, no sé como contenerlas.

Ya lo estábamos intentando ¿Lo recuerdas? Y ni siquiera te dignaste a enviarme un mensaje para esperar más tiempo... Termina lo que sea que estés haciendo y si luego de eso aún quieres...

Alex no... —interrumpo —sólo quiero que me perdones —trago saliva, me recuesto sobre la fría pared de la sala de mi casa con una mano en mi frente cuando escucho que la llamada se corta y todas mis entrañas se estrujen.

Ya no sé qué hacer, comienzo a llamar desesperadamente y lo único que consigo es que Natalie apague su teléfono celular. Mi garganta está seca y mi pecho duele. Juro que quiero morir, nunca me había enamorado de esta forma.

Al menos no me dijo que ya no me ama. Aún tengo esperanzas.

Los días siguientes, mi vida no es más que lágrimas. No sé qué haré conmigo mismo. Todo me recuerda a ella, esa fragancia en mi auto, cada chica rubia caminando por las calles, cada cosa de color verde, cada motocicleta, los stickers, cada... maldición, más lágrimas corren por mi rostro, muchas veces me tengo que parquear y llorar con mi frente sobre el volante del auto para llegar a casa fingiendo que nada está pasando y que Rosa no mire mi estado.

Casado con mi secretaria © (Borrador de la 1era edición - 2016)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora