Me quedo en perplejo, no, esto no puede ser cierto, no. Trago saliva, miro mi vida como un espectador; como si esto no me está sucediendo a mí, como si solo soy alguien más que ve a alguien pasando por esto.
—Por favor, Frank, dime que es una broma —es lo que espero desde el fondo de mi corazón, no por favor, que no sea verdad.
—Deseara que fuera una broma —su voz se quiebra y comienza a sorber por la nariz —Alex no quiere levantarse de donde está y no puedo estar con ella porque debo ir al hospital con Stefanie, tampoco se lo tomó muy bien.
Comienzo a caminar, para salir de la oficina, siento que estoy viviendo una terrible pesadilla. Trago el nudo en mi garganta.
—¿Por qué murió? —pregunto, sólo espero no haya sido por la noticia porque esto si ya mi interior no lo soportaría, inconscientemente una lágrima corre por mi mejilla, al salir de la oficina me encuentro con David.
—Oliver ya sé quién fue —dice, no presto atención, Frank me está contando acerca del resfriado que pescó el señor Alexander que no pudo soportar.
—David, por favor, avísale a Natalie que el padre de Alex acaba de morir —David me mira con sus ojos agrandados y frunce su entrecejo —estoy seguro que Alex querrá verla ahí —sin decir nada el asiente, no puedo creer esto, no puedo creerlo.
Necesito el jet de la empresa, el mío demoraría en regresar desde Miami y me replanteo la idea de usarlo o no, pero a la mierda... esto es una emergencia y si mi padre se opone soy capaz de golpearlo. A la hora que le indico a Natalie a esa hora está ahí, está llorando, eso no me ayuda pero no puedo culparla, no sabría describir que se siente cuando escuchas un tipo de noticia así, siento ese nudo incómodo en mi garganta y no puedo dejar de pensar en cómo sería si a mi padre le pasara algo así, aunque no hayamos tenido la mejor relación. No quiero imaginar cómo se siente Alex quién añoraba que su padre la llevara en su boda ¿Por qué la vida es tan injusta? ¿Porqué todo tiene que pasar al mismo tiempo?.
Al llegar Frank me dice exactamente donde está, sus ojos están hinchados, nos estaba esperando porque tiene que estar en el hospital con Stefanie, al parecer el shock que acaba de recibir su cuerpo no lo recibió muy bien, mucho más por su estado, está pronta a dar a luz. Al entrar, ahí está Alex, no se ha movido y me preocupa, está tendida en el suelo bocabajo, con su frente sobre su antebrazo, parece estar dormida, ni siquiera me cambié el traje, pero a la mierda el traje en estas situaciones, Natalie corre detrás de mí, comienzo a sacudir a Alex gentilmente mientras acaricio su espalda, no me imagino siquiera como se debe sentir, mucho más porque ella estuvo presente en el momento que él murió.
—Alex, alex... mi amor... —apenas se remueve —Alex, bebé... soy yo —levanta levemente su mirada, sus ojos están hinchados y rojos ¿Cómo pueden pasarnos tantas cosas juntas el mismo día? —aquí estoy, mi vida —me inclino hacia ella una vez que se ha sentado sobre el piso y la rodeo con mis brazos, hasta yo siento ese dolor inmenso, no me quiero imaginar ella. Intento no llorar, tengo que ser fuerte para ella. No responde nada, está quieta viendo hacia algún lugar de la sala, ni siquiera corresponde mi abrazo, Natalie se postra de rodillas frente a nosotros, me aparto un poco al ver la intención de ella de abrazarla, y así lo hace, pero tampoco le corresponde, su mirada sigue fija.
—Alex, todo va a estar bien, cariño, vas a ver —menciona Natalie, pero Alex no responde, nunca he sufrido la muerte de un familiar y no quiero imaginarme como debe de ser.
Finalmente luego de un largo rato se intenta poner de pie, sus piernas flaquean y Natalie y yo la llevamos hasta el que solía ser su cuarto, lloró conmigo toda la noche hasta que pudo quedarse dormida, yo no puedo con esto. Respiro profundo, yo también quiero soltarme a llorar ahora mismo, no puedo con tanta presión, mucho más con mi padre mandando a declinar todas las inversiones que he hecho, si alguien tiene poder sobre mí, es mi padre.
He intentado lo más que puedo hablar con los socios y negar todo lo dicho por David, principalmente porque no ha sido él, y eso le está trayendo problemas, todo me apunta a que fue Brittany la encargada de todo esto. Lo sé. No sé de donde sacaría la información pero lo voy a investigar y juro que si ella lo hizo le haré la vida imposible.
No he hablado con David más que cruzar algunas palabras, confío plenamente en él, aunque mi mente de mil vueltas en el asunto no quiero pensar que ha sido él. Ya tengo suficientes problemas. Él llega al día siguiente, total y ya no tiene trabajo, no tiene porqué quedarse allá.
En el funeral, continúo sin creer esto, se me han escapado un par de lágrimas al escuchar los discursos que tienen todos sus trabajadores para el señor Alexander, sus amigos, conocidos, al parecer todos lo apreciaban. Alex solo está parada con su vista perdida hacia algún lado sin ningún tipo de expresión, paso mi brazo por sus hombros mientras todos pasan a depositar flores a la tumba.
Luego, acompaño a la señora Alicia hasta el auto de Frank, se ha desmayado dos veces, regreso a la tumba del señor Alexander y ahí está Alex, sus rodillas están sobre el pasto y toca justamente el nombre sobre la lápida, me acerco lentamente a ella cuando escucho mi celular vibrar, lo saco de mi bolsillo y paso mi dedo índice sobre el, es mi padre.
"Necesitamos hablar. Te quiero aquí en 20 minutos"
Lo que menos quiero ahora es pasar malos ratos con él, ni siquiera contesto, suficiente tengo ya con todo, pongo mi celular de regreso en mi bolsillo.
—Mi amor, vamos —me pongo de cuclillas al lado de Alex y llevo un rizo de su cabello detrás de su oreja luego que el leve viento frío lo revoloteara.
No contesta, sigue ahí con su vista perdida hacia la lápida, sólo niega con su cabeza, me inclino a su mejilla y deposito un suave beso en ella.
—Alex, pescarás un resfriado acá, vamos a casa —digo, con una voz bastante calma, sigue sin responder, tomo su mano y deposito un pequeño beso en sus nudillos, una lágrima corre por su mejilla y a mi se me parte el corazón, la rodeo con mis brazos y la apego a mi pecho, comienza a llorar con sus ojos cerrados, acaricio su cabello, me imagino el dolor que debe sentir. Hasta a mí se me salen algunas lágrimas, yo no puedo con todo esto, de pronto me dará un colapso nervioso, lo sé.
Varias imágenes desde que conocí al señor Carlin pasan por mi cabeza. No puedo creer como la vida se va de tus manos en segundos, pienso en mi padre una y otra vez, tal vez si debería contestar. Debería arreglar las cosas con él, no sé que pueda pasar mañana, pero recuerdo, que él no quiere saber nada de mí.

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Casado con mi secretaria © (Borrador de la 1era edición - 2016)
RomanceEste libro se encuentra en físico gracias a Nova Casa Editorial y puedes encontrar los puntos de venta en un link en mi descripción. [DISPONIBLE SOLO LOS PRIMEROS CAPÍTULOS] Oliver Anderson, un millonario y apuesto joven de 25 años está a punto de p...