EL FARO

CAPÍTULO CUATRO

-Eric déjala tranquila. –Megan me interrumpió antes de que me pusiera como un tomate- ¿los puedo acompañar?

-Sí, claro. –Hasta yo me asombre con la velocidad que dije eso.

-Bueno yo creo que me iré, mañana tengo que ayudar a papá. –Eric me estaba mirando fijamente- Anna espero podamos salir algún día, adiós. –Me guiño y se fue.

Aproveche que Megan estaba sola conmigo y dije

-¿Con todas es así?

-No. A Eric le sobran las chicas, jamás le habla a una. Parece que le gustas o no sé. –Megan me dio una mirada cómplice y cerró los ojos. ¿Acaso quiso guiñar?

-Sí, claro, y tú sabes guiñar. –Me causo risa que no supiera hacer un guiño.

-Cállate o saldrás en las noticias, y no por famosa, si no por ser encontrada enterrada viva en la arena eh.

-Wow, Megan, me das miedo. –Hice cara de sorpresa mientras me reía.

-Ya vámonos Señora sarcasmo.

***

4:37 a.m.

Llegué a casa con una Megan media muerta. Parecía el borracho Barney de los Simpson.

Después de que algunos se fueran, los chicos nos invitaron a jugar al “Yo nunca”-que consiste en que una persona diga algo que nunca hizo y el que lo haya hecho debe beber un trago-. Pues al parecer nuestra amiga hizo muchas cosas malas y bebió demasiados tragos.

Luego de hacer un esfuerzo gigante para subir las escaleras con Megan, ya que se caía y se dormía, la tiré en mi cama y me deje caer en el suelo apoyada en la cama.

No me preocupo por mamá porque sé que tiene el sueño pesado.

Megan comenzó a roncar así que fui a la cocina a buscar comida o un café. Cuando estaba cruzando por la puerta del cuarto de mamá escuche que hablaba con alguien, y justo ahí se despertó la curiosidad en mí. Sé que es de mala educación y bla bla, pero necesito escuchar con quien habla a esta hora.

-Pero, entonces ¿Estás bien? –Dijo mamá.

-…. –Supongo que la persona al teléfono le contesto, a lo que mamá contesto con un suspiro.

-Gracias al cielo Joshua, estaba tan preocupada, hace mucho que no me llamab…. -¿QUÉ? Esperen un segundo, ¿acaso dijo…? No, no, no, NO Y NO. Me niego rotundamente a creer que escuche eso. Joshua, el hermano de mamá, mi tío, ¿está vivo? No esto no puede ser cierto. Esto… el murió, mamá me lo dijo.

No me di cuenta en que momento había llegado a mi cuarto. Cerré la puerta y me deslice hasta llegar al suelo y quedé allí preguntándome ¿Por qué, por qué mamá me había mentido?

Estaba segura de que ella no conocía a nadie más llamado así. Era él.
Y si mi madre me había mentido sobre su muerte, no sería bueno que la enfrentara y se lo preguntara. Será mejor que lo averigüe por mí misma.

***

Como era de esperarse me dormí en el suelo contra la puerta. Me levante con un dolor en todo el cuerpo gracias al duro suelo.

Megan aún dormía; pobre de ella cuando se levante, tendrá una resaca histórica.

Baje a la cocina para preparar el desayuno a mí y a Megan, además de llevar una pastilla de esas que se toman para la resaca.

-Buenos días hija. ¿A qué hora llegaste ayer, no te oí? –Mamá estaba tomando un café. Ajá, no me oíste porque estabas ocupada ¡OCULTANDOME COSAS!
Quería gritarle que ya sabía qué me estaba mintiendo, qué sabía que Josh no había muerto; pero no, me contuve.