CAPÍTULO TRECE

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ERIC

8:34 a.m.

Ya me desperté, con lo poco que logré dormir estoy listo para enfrentarme a lo que sea. No tengo ese gusto amargo en la boca que tenía ayer, que me hacía imaginarme millones de cosas por las cuales Anna podría estar pasando.

Siento que todo me saldrá bien, todo estará bien.

Salgo de casa, subo a mi motocicleta dispuesto a ir a buscar a Megan, pero cuando salgo me encuentro con Tony.

-¡Hey! ¡Eric! –Se me acerca y noto que tiene el ceño fruncido, como si estuviera preocupado por algo- Eric, ¿ya te has enterado?

-¿De qué me tendría que enterar? –Lo único que pido es que no sea nada de Anna.

-Acabo de hablar con Michael y me ha dicho que Megan tuvo un accidente ayer por la tarde cerca de la carretera y está en el hospital.

Por eso no me contestaba y su madre no sabía nada de ella.

-¿Sabes en que hospital está?

-Sí, si quieres puedo ir contigo, mi auto se averió y quiero verla.

-Está bien, sube y vámonos.

El hospital en el que esta Megan se llama Key Biscayne Medical Center y está a unos cuantos kilómetros.

En el camino le pregunte a Tony si sabía algo más sobre Megan, algo más específico que solo “tuvo un accidente”, pero me dijo que Michael solo le había dicho eso y el nombre del hospital.

Llegamos al estacionamiento del hospital y reconozco el auto de Michael inmediatamente, al lado de este veo a Michael haciendo señas con sus brazos, luego veo que camina hacia y el hospital.

Inmediatamente dejamos los cascos en la motocicleta y vamos corriendo hacia Michael.

-Chicos, ya casi termina el horario de visita así que necesito que Eric entre… -nos mira a los dos y agrega- Megan lo ha pedido desde que llegue al hospital.

-Está bien, dime donde está.

(…)

Luego de dar mis datos, entre otras cosas para poder entrar a ver a un paciente, y con otras cosas quiero decir discutir un poco con la recepcionista por el horario, ya que ya era demasiado tarde para entrar.

Pero bueno, la convencimos y tengo entre quince y veinte minutos para hablar con Megan.

Sinceramente odio los hospitales, ese olor característico a medicamentos me causa nauseas, también lo odio por qué de pequeño mis primos decían que las enfermedades estaban volando en el aire y ahora siento que si vengo aquí me terminare muriendo de una sobredosis de enfermedades; bueno, sé que suena a niño pequeño pero es algo que nunca lo podre olvidar.

La habitación es la 239 y está en el tercer piso, según la recepcionista Megan cuando llego aquí estuvo en Terapia Intensiva, pero cuando despertó y vieron que estaba mejor la cambiaron.

No tengo ni una idea de con qué choco, cómo y en qué, tengo que aprovechar este tiempo al máximo.

Además no tengo idea de por qué me quería ver a mí, ya que estaba con Michael, su novio. Somos como hermanos pero ella siempre quiere estar con Michael, algo importante tendrá que decirme.

Llego a la habitación y antes de entrar respiro hondo, Michael me dijo que tenía unos cuantos golpes en el rostro y no se veía como la Megan normal, pero sé que estará bien y encontraremos al culpable.

Golpeo la puerta por las dudas y digo

-¿Megan? Soy Eric, ¿puedo pasar?

-Sí, pasa.

Abro la puerta y me dedico a observar cada detalle en el rostro de Megan. Tiene un corte con puntos en la ceja derecha, el labio hinchado y morado, el pómulo izquierdo morado, con un corte pequeño y un poco hinchado. Tiene en su muñeca derecha la vía de suero, pero como siempre en su rostro no falta la sonrisa característica de Megan, un poco forzada pero es una sonrisa. 

-Eric, necesito hablar contigo, es algo muy importante…

-Tranquila, tenemos tiempo, primero dime como te ocurrió esto.

-Ayer fui a visitar a Anna, me dijeron que Caroline se había llevado a Anna a la ciudad, -hace una pausa y veo como se le cristalizan los ojos, la realidad es que Megan quiere mucho a Anna, ellas siempre fueron buenas amigas, al comienzo ella no comprendía porque Anna no la recordaba pero luego fue entendiendo y se resignó. Tomo su mano mostrándole mi apoyo para que continúe.- lo primero que pensé fue que Anna volvería a olvidarme, que no la veríamos más y no quise, no quise tener que volver a vivir eso. No le avise a nadie y salí en mi auto hacia la carretera, reconocí el auto de Caroline y lo seguí. Un auto negro las seguía por detrás, no vi quien era por los vidrios negros del auto. Anna y Caroline bajaron y vi como Caroline le hacía señas a alguien dentro del auto que las seguía. Decidí irme ya que recibí un mensaje muy misterioso; velo por ti mismo, aquí está mi móvil. –Megan me da su teléfono y leo el mensaje.

“De: Número desconocido.

Mira Megan, no queremos asustarte, pero es mejor que te vayas y dejes de seguir a Caroline y su hija si no quieres salir lastimada.”

Este mensaje me hace quedar estupefacto, no tengo idea de quien será, pero lo averiguare.

-Como ya supondrás no le hice caso al mensaje, supuse que era una broma y ya. Así que entre al mercado, pero luego una señora tropezó conmigo y me dio una nota que decía exactamente lo mismo que el mensaje, fue allí que me di cuenta que no era ninguna broma y decidí irme. Me subí al coche y conduje unos dos kilómetros cuando me di cuenta que el mismo auto que seguía a Caroline me estaba siguiendo, iba a aparcar pero en menos de un segundo sentí el impacto del coche por detrás y lo último que escuche fue una voz masculina diciendo que llamaría a emergencias.

-Megan, entonces, estás diciendo que… -esta tan impactado con lo que me había dicho recién que no podía formular palabra alguna.

-Sí Eric, estoy diciendo que Caroline no ha cambiado nada.

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