EL FARO

CAPÍTULO SIETE

ERIC

4:12 a.m.

-No, no por favor… -Anna debe estar teniendo una pesadilla. Me siento en la cama y la tomo de la mano- por favor, deja… deja a mi padre, ¡NOOO!

Y se despierta, está sudando y su respiración es agitada.

-Anna, aquí estoy. –La tomo de la barbilla y hago que me mire- Mírame, ¿quieres agua?

Asiente con un movimiento de cabeza, tiene los ojos llorosos y no ha dicho ni una palabra. Esta como en shock.

-Toma, -le doy el vaso de agua que estaba en la mesa de luz- relájate, fue solo un mal sueño, ya estás bien, estoy aquí, contigo.

-Fue horrible Eric, fue, fue tan… tan real.

-Tranquila, tranquila –le acaricio suavemente su cabeza y deposito un pequeño beso en su cien- acuéstate y trata de dormir ¿sí?, estoy contigo.

Se vuelve a recostar y se me queda mirando.

-¿Ocurre algo?

-Gracias por haberte puesto en mi vida, gracias por todo lo que haces por mi Eric. –dice, con esa voz que me vuelve loco.

-De nada, ahora trata de dormir. –le doy un delicado beso, conteniéndome de besarla toda la noche- Mañana será un nuevo día y estarás mejor.

A los minutos se encuentra completamente dormida, veo como respira tranquilamente de nuevo.

Está con su cabeza hundida en mi pecho y su mano sosteniendo mi cuello.

-Espero que seas fuerte para lo que te espera. –Susurro en su oído aunque sé que está dormida- Voy a hacer cualquier cosa para permanecer a tu lado, -la miro, ¿cómo puede ser tan hermosa?- te amo y siempre lo haré.

***

ANNA

Abro los ojos de pronto y me encuentro en mi cuarto, pero está todo diferente, está como si durmiera una niña pequeña aquí.

Trato de salir de la habitación pero antes de cruzar la puerta una niña pequeña cruza corriendo y cierra la puerta de un golpe. Me alejo de la puerta y la observo desde un costado, creo que no me ha notado porque no me dijo nada aún.

Veo como se esconde dentro de un closet y luego escucho unos golpes en la puerta.

-¡ANNA! ¡ANNA, ABRE LA MALDITA PUERTA! –Ahora entiendo, estoy en un sueño- ¡TE JURO QUE DE ESTA NO TE SALVAS NIÑA MALCRIADA!

Escucho unos pasos detrás de la puerta y luego ¡Boom! La puerta se derriba de un golpe. Entra una señora a la que al principio no distingo muy bien, pero cuando me muevo un poco de lugar noto que es mi madre. Esta más joven y se le nota muy enojada.

Busca debajo de la cama, detrás de las cortinas, se le nota desesperada. Está sudando y grita mi nombre una y otra vez.

Cuando abre el closet y me encuentra, -es decir, mi yo pequeño- me saca fuera de un tirón y me tira al suelo.

-¡¿ESTO ES LO QUE QUERIAS?! ¡¿EH?! –y luego hace lo que jamás en mi vida me imagine que haría, me golpea, me golpea hasta ver sangre; mi propia madre me golpea... hasta verme sangrar.

Sangro, sale sangre de mi barbilla y de mi frente.

-¡MIERDA, CAROLINE! DEJA A ANNA EN PAZ. ¡DEJALA YA, MALDITA SEA! -Mi padre es el que aparece, entra corriendo a la habitación y empuja a Caroline lejos de mí.

Ver a mi padre después de largos años de tristeza. Me invaden unas inmensas ganas de ir y abrazarlo, pero sé que es un sueño, una simple pesadilla.

-¿Estás bien amor? –le pregunta a la Anna pequeña- Es mejor que te vayas de aquí, tu madre esta alterada. Debes irte. Vete, escóndete.

Caroline se levanta y golpea a mi padre. George la toma de los brazos y la sacude.

-¡¿EN QUÉ ESTAS PENSANDO?! ¡ES SOLO UNA NIÑA, ¿QUÉ NO VES?!

-¡ME IMPORTA MUY POCO ESA HIJA TUYA! ¡ESTARIA MEJOR SIN ELLA Y SIN TI!

Anna se esconde detrás de la puerta y en ese momento veo como mi madre saca una pistola, ¡UNA MALDITA PISTOLA!

-Caroline, por favor no hagas locuras, por favor. –Mi madre apunta a papá con la pistola y este trata de calmarla- Entra en razón, no hagas esto.

-Tú, tú y esa niña estúpida destrozaron mi vida, todo –Caroline hace gestos con la cara y mueve la pistola, cosa que me horroriza.

Mi padre queda acorralado entre mi madre y la ventana detrás de él.

-Ahora, me desaceré de ti, podre vivir mejor, ¿no lo crees Anna? –me mira y luego voltea a mi padre de nuevo.

-No, no por favor… -Ahora es Anna la que habla- por favor, deja… deja a mi padre, no lo mates, te lo suplico.

-Ya es demasiado tarde pequeña. –Caroline le dispara a mi padre, pero antes de que la bala salga de la pistola, la pequeña Anna corre y empuja a mi madre, haciendo que esta falle en su tiro y la bala se meta en la pierna de George.

Mi padre cae y choca contra la ventana, el vidrio de esta se rompe y él cae.

-¡NOOOOOO!

Y me despierto, me despierto en mi casa, en mi cama.

Eric está conmigo tomándome la mano.

Respiro agitadamente y realmente estoy en shock por la pesadilla. Eric se da cuenta de mi estado y me mira.

-Anna, aquí estoy. –Me toma de la barbilla y hace que me gire hacia el- Mírame, ¿quieres agua?

Asiento con la cabeza, y de pronto siento que los ojos se me llenan de lágrimas

Hago mi mejor esfuerzo para no llorar, jamás lloraría en frente de alguien, lo odio.

-Toma, -me alcanza el vaso- relájate, fue solo un mal sueño, ya estás bien, estoy aquí, contigo.

-Fue horrible Eric, fue, fue tan… tan real. –alcanzo a decir, mirando sus ojos.

-Tranquila, tranquila –guio mis ojos a la cama mientras Eric acaricia mi cabello y me da un beso en mi cien- acuéstate y trata de dormir ¿sí?, estoy contigo.

Fue un sueño, un sueño, un terrible sueño. Me repito una y otra vez y me recuesto.

Me quedo mirando fijamente a Eric que está a mi lado.

-¿Ocurre algo? –dice con una media sonrisa.

-Gracias por haberte puesto en mi vida, gracias por todo lo que haces por mi Eric. –digo.

-De nada, ahora trata de dormir. –Me da un beso delicado que me calma- Mañana será un nuevo día y estarás mejor.

No entiendo como hace para hacerme olvidar de todo, de todo lo que me atormenta.

Y me hundo en un profundo sueño, abrazando a la persona más importante ahora.