-¿Qué te he hecho?
-No voy a decirte porque me vas a gritar.
-¿Y por qué te gritaría?
-Porque he sido una metida y escuché cosas que no debía escuchar-le grité y observé su mirada perdida. Sus ojos se abrieron a más no poder y pasó su lengua sobre sus labios, con cierto nerviosismo. Tomó mi mano que sostenía el cuchillo y me obligó a dejarlo sobre la encimera.
-¿Qué has escuchado?-preguntó suavemente mientras tomaba mi mano con firmeza.
-No es nada, ya está-dije ofuscada. Mis ojos se llenaron de lágrimas.
-¿Qué pasa, ________?
-No pasa nada, Kendall-sequé mis lágrimas-. Estoy acostumbrada a que mi vida sea una basura.
-No, amor, no hables así-me envolvió entre sus brazos-. ¿Qué te hace pensar eso?
-Que tú no quieres estar conmigo.
-¿Yo?-preguntó separándose un poco de mí-. ¿De dónde has sacado semejante barbaridad?
-Tú lo has dicho-dije tragando saliva-, estás con otra. -¿Qué?-preguntó arqueando una ceja.
-Kendall, yo lo entiendo-aspiré mi nariz-, es normal. Yo solo soy una niñita de dieciocho años y tú quieres algo más real, el amor se acaba y está bien.
-No, ______, no está bien-dijo secando mis lágrimas-. No digas tonterias, hazme ese grandísimo favor.
-Dijiste que mañana vas a verla y que hoy no te ha llamado.
-¿Quién?-preguntó estrechándome en sus brazos nuevamente.
-Tu amante, no lo sé.
-Yo no tengo amante, ______-dijo tranquilamente-. Odio cuando comienzas a sacar conclusiones que no son. Si no sabes de quién hablaba, no digas nada.
-¿A quién veras?
-No voy a decirte.
-Entonces si tienes una amante.
-¿Para que necesitaría una amante? Se coherente, mi amor-se separó de mi y tomó mi mano. Posó ambas manos en mi cintura y elevó mi cuerpo. Para no caerme rodeé mis piernas en su cintura y él bajó sus manos a mi trasero.
-Quizá porque ya no quieres estar conmigo.
-¿No te ha quedado claro que te amo?-preguntó en un susurro y luego besó mis labios cortamente. -Kendall, hay hombres que…
-Shh, ______, ya te he dicho que nuestra relación no es igual a las demás y por lo tanto esas cosas que dices no son ciertas-volvió a besarme. Caminó hacia el living conmigo en brazos y se recostó en el sillón. Quedé sobre él.
-¿Tienes una o no?
-No hay nadie más que tú-murmuró-. Te amo, _______.
-¿A quién veras mañana?
-Oh, vamos, ______, ya deja eso.
-No copies mis palabras-susurré haciéndolo reír.
-No es nadie importante y tiene que ver contigo.
-¿Conmigo?
-Si contigo.
-¿Qué tiene que ver tu amante conmigo?-pregunté.
-Voy a ponerme agresivo si sigues con eso-gritó haciéndome sobresaltar-. No era en serio pero ya déjalo.
-Entonces, ¿no me estás engañando?