¿Qué soy? (Teen Wolf fanfic/ Stiles Stilinski) [COMPLETA]

Capítulo 41: Aún no estoy listo

Narrador omnisciente:

En un principio todos se iban a volver a reunir a la noche siguiente en casa de Scott, pero Jack decidió que prefería hacerlo en su casa ya que sus padres no iban a estar y ahí habría muchos objetos que usar que estuvieran enlazados con Alex para la búsqueda.

Así que estaban todos esperando a que llegara Mia pues la única que faltaba era ella y era la más importante para hacer el hechizo. Y cuando digo que estaban todos también me refiero a Derek, quien ninguno (menos Arianne) miraba con buenos ojos. Algunos más que otros, como Scott o Vera, solían tener un mínimo de cordialidad seria con él, sin embargo Jack, Mia, y Stiles solían decirle las cosas a la cara y sin ningún tipo de tacto. ¿A caso se lo merecía? pensaban los 3.

Finalmente llegó Mia haciendo que la tensión causada por la presencia de Derek quedara eclipsada por los nervios de saber dónde se encontraba Alex. Mia entró al salón y soltó un gran libro de tapa de terciopelo morado y páginas marrones sueltas encima de la mesa haciendo que ésta temblara de lo pesada que era.

- Siento el retraso, me estaba ocupando de conseguir las últimas cosas.

- No pasa nada, comencemos de una vez -dijo Jack impaciente por saber si su hermana se encontraba bien.

- Vale -empezó Mia abriendo el libro por unas páginas en concreto - ¿Las velas? -Scott le alcanzó unas velas y ella las encendió -¿El cuenco de plata?

Vera le alcanzó el cuenco y dijo.

- No ha sido fácil encontrar uno...

- ¿Mapa? -volvió Mia metida en lo que estaba haciendo, y Stiles le pasó el mapa -¿Ramas de tejo?

Arianne y Derek le alcanzaron un par de ramas de ese árbol que habían tenido que ir a buscar al bosque.

- Stiles llena esto de agua. ¿Jack tienes algo de Alex?

Stiles desapareció con el cuenco tras la cocina para llenarlo de agua y Jack asintió dándole a Mia un pequeño peluche de un perro.

- Se lo regalé la primera vez que me fui para que estuviera siempre con ella -explicó él algo avergonzado. -¿Servirá?

- Si es de Alex sí.

Stiles apareció tras la puerta llevando el cuenco con sumo cuidado de no derramar ni una sola gota y lo dejó sobre la mesa junto a Mia. Ella cogió las ramas de tejo y las quemó mientras movía los labios como si pronunciara alguna cosa pero sin llegar a hacer uso de las cuerdas vocales. Cuando las hubo quemado parcialmente las rompió y las tiró dentro del agua ensuciándola levemente. Luego puso ambas manos abiertas sobre el cuenco y leyó un párrafo del libro que estaba en un idioma que nadie más conocía, excepto Jack que había oído hablar de él pero no sabía qué significaba. Al acabar de recitar las palabras, el agua empezó a burbujear, y entonces Mia cogió el muñeco y lo hundió en el cuenco. Todos la miraban expectante, sobretodo Arianne que aún no se acababa de acostumbrar a esto. Al haber sumergido el muñeco un aroma conocido salió del agua. Sobretodo conocido por Stiles, ya que aspiró tan fuerte como pudo, intentando embriagarse todo lo que podía en ese aroma, en el olor a Alex. Finalmente Mia sacó de su bolsillo algo parecido a un colgante de plata en forma de punta de flecha, y lo metió en el cuenco. Después lo sacó, y lo dejó encima del mapa para cerrar los ojos.

Estuvieron así unos minutos, en silencio, con sólo la luz de las velas y observando a Mia, que estaba con los ojos cerrados y el ceño fruncido en expresión de concentración. Ella hacía pequeños gestos con la cabeza como si no lograra entender algo.

- ¿Y bien? -preguntó Stiles impaciente -¿Dónde está?

Finalmente el colgante fue atraído al mapa como si de un imán se tratara hasta un punto en concreto. Todos lo miraron sin entender nada.