¿Qué soy? (Teen Wolf fanfic/ Stiles Stilinski) [COMPLETA]

Capítulo 40: El Aquelarre

Voy a estar de viaje dos semanas así que cuelgo este cap antes, y el próximo viernes que será cuando vuelva colgaré dos seguidos como recompensa del de esa semana que me volveré a ir. Pero en cuanto vuelva todo volverá a la normalidad. Sorry y disfrutad de este cap

Alex's POV:

- ¿Qué? -pregunté no queriendo haber escuchado bien.

- ¿Qué parte no has entendido? ¿La de matarlas a todas, o la primera parte?

- No pienso matar a gente inocente que no me ha hecho nada -le dije mirándole con repugnancia.

- Sí lo harás, si no quieres que tus amigos mueran lo harás. O mueren ellas, o mueren tus amigos.

Lo miré con odio sin saber qué hacer. No quería matar a nadie, no podía... Eran vidas, eran seres humanos con corazón, que respiran y tienen sus propias vidas: amigos, familia, ... Pero si no lo hacía los que morirían serían mis amigos...

- No puedo -dije finalmente con pesadez.

- Oh sí, sí que puedes. ¿Prefieres -empezó, pero le corté.

- Me refiero a que no podré con todo un aquelarre. ¿Que te crees qué soy? ¿Hulk? Si apenas puedo con uno -dije esperando que le convenciera.

Él rió y puso ambas manos en mis hombros mientras me miraba con ternura y una sonrisa prepotente.

- Hulk no Alexandra, algo mucho mejor. Tú sólo déjate llevar.

Miré la casa y luego a él, y así varias veces debatiéndome.

- No tenemos todo el día. ¿Vas a hacerlo o tengo que repetirte lo que haré si no lo haces?

Miré el colgante de Aiden y lo cogí con mis manos. Cerré mis ojos con fuerza y lo apreté fuerte contra mi pecho.

"Te equivocabas Aiden... No soy fuerte... Lo siento..."

Abrí los ojos de nuevo en mi color lila y entré dentro.

- Estás loco.

No quería matarlas, no lo haría. No quería matar a nadie, no soy una asesina. Pero por otro lado si no lo hacía Amarok mataría a todo el mundo que conozco. Caminé algo insegura hacia la puerta de la casa mientras Amarok me miraba de lejos divertido. Llegué a la entrada de madera y me paré frente a la puerta. Di un rápido vistazo hacia Amarok el cual me hizo un gesto con la mano mientras decía:

- ¿A qué esperas?

Volví a mirar a la casa y eché un vistazo por una ventana que se encontraba al lado de la puerta. Había un salón oscuro con muebles blancos, pero ninguna persona dentro.

- Creo que no están -me inventé.

- Entra -me dijo ignorando lo que había dicho.

Me volví a acercar a la puerta roja y sacudí mis manos preparándome mentalmente por lo que tendría que hacer.

- Lo siento -dije en susurro con una mueca de arrepentimiento.

Y acto seguido de una patada tumbé la puerta principal. Miré desde fuera la casa pero nadie aparecía, así que me dirigí adentro, una especie de pared invisible me cortaba el paso. Miré el marco de la puerta buscando qué era eso que no me dejaba entrar y entonces Amarok me lo gritó:

- Es ceniza de Serval. Ninguna criatura sobrenatural puede cruzarla.

- Vaya, que pena. Otro día será pues, vámonos -dije fingiendo exageradamente pena mientras daba media vuelta.

- Alto ahí señorita -dijo él -Tú no eres cualquier criatura mágica.

- Pero no he podido cruzarla.