Una promesa por cumplir [Fanfic CDM Castiel]

Especial ❝San Valentín❞

Este especial está en un tiempo previo a los acontecimientos presentes. Lo que significa que lo que pase aquí pasa antes de lo que va a ocurrir en el capítulo 17. No sé si me entendieron. Pero no interrumpo más. Espero que les guste.

❁❁❁

San Valentín. Ese día en el que todo el mundo sale con su pareja a festejar su amor.

A menos que seas yo.

Nunca he tenido novio. Mis planes para hoy son comer helado mientras veo televisión.

Dake tiene planes con su novia. Mi padre va a trabajar hasta tarde, así que no tengo nada mejor que hacer.

—¡Ashley, ya me voy! —grita Dake.

—¡No hagas nada indecente! —le contesto divertida.

—¡Ashley! —responde sonrojado.

Dicho esto se va. Mi padre ya se fue.

Voy a la cocina. Saco un bote de helado, me voy a sentar al sillón y prendo la televisión.

Supongo que Rosalya tiene planes con Leigh. En cuanto a Lysandro y Castiel no tengo ni idea de lo que tengan planeado.

Casi media hora después, el timbre suena.

—¿Quién es? —pregunto aún desde el sillón.

—Soy Rosa.

—Pasa, está abierto.

Rosa entra. Parece que tiene planes. Lleva un vestido amarillo con azul y su cabello recogido en una coleta alta.

—¿Qué haces? —pregunta poniéndose frente a mí.

—Veo la televisión.

—¿No vas a salir?

—No.

—¿Por qué?

—No lo veo necesario. No tengo con quien pasar San Valentín.

—¿A que te refieres?

—No tengo novio.

—No necesitas novio. San Valentín no es sólo para festejar el amor. También la amistad. Y no puedes decir que no tienes amigos, porque no es cierto.

—¿Y cómo planeas conseguir que me arregle y salga?

—Por que yo saldré contigo, Castiel y Lysandro.

—¿No vas a salir con Leigh?

—No está en la ciudad, fue a ver a sus padres.

—¿Lysandro no fue con él?

—Le conté sobre mi plan de salir y se quedó.

—De acuerdo. Ahora vuelvo.

Me levanto y voy a mi habitación, tomo una ducha rápida y me pongo un pantalón negro, una blusa blanca y unos tenis de este mismo color.

Salgo y veo a Rosa sentada en el sillón.

—Listo.

—¿Así vas a salir? —pregunta alzando una ceja.

—Sí, ¿por qué?

—No tienes arreglo —dice chocando la palma de su mano con su frente.

Entra en mi habitación y abre el armario.

—¿Qué tiene de malo?

—Es un día especial. Arréglate siquiera un poco —contesta rebuscando entre mi ropa—. Ponte esto —me lanza un vestido rosa y azul.