Una, dos, tres semanas han pasado desde que el artículo del Internado fue publicado.
Nadie ha sabido más del tema, aunque todos se preguntan si lo que saben hacer los convierte en prodigio. Yo no sé si me puedo considerar uno aunque toque el violín muy bien.
Estas tres semanas han sido realmente aburridas. No ha pasado nada relevante.
Estoy en clase. Aburrida. Castiel está sentado a mi lado, dormido, con la cabeza sobre sus brazos cruzados.
En realidad no estoy prestando atención. Solamente estoy observando atentamente a mi compañero de banca durmiendo.
Me pierdo en las facciones de su rostro. Es simplemente... perfecto.
—Señorita Ashley —oigo que alguien me llama. Volteo y veo al señor Farrés quien me está mirando con el ceño fruncido—. ¿Escuchó mi pregunta?
—No señor, lo siento.
—No importa, continuemos.
Farrés sigue con su clase. Esta vez intento prestar atención. Y lo estaba logrando hasta que sentí una pequeña bola de papel que se estrelló en mi frente.
Empiezo a buscar con la mirada a quien lanzó el papel hasta que veo a Ámber lanzando otro.
«Sólo ingnórala Ashley»
Me repito a mi misma una y otra vez. Ámber sigue haciendo lo mismo hasta que ya no soy capaz de soportarlo y me levanto de golpe.
—¡¿Cuál es tu problema Ámber?! —exclamo haciendo que todos se vuelvan a mirarme.
Castiel se repentinamente y me mira confundido.
—¡Señorita Ashley estamos en clase! Por favor, retírese —dice Farrés.
Sin decir palabra, tomo mis cosas y me dirijo a la salida. Puedo escuchar a Ámber riendo por lo bajo. Salgo del aula dando un portazo.
Estúpida Ámber. Dejo mis cosas en mi casillero. Tomo una pequeña libreta y una pluma y me voy en dirección al jardín.
Maldita sea. Faltan casi treinta minutos para que la clase termine.
Tomo mi libreta y me pongo a escribir lo primero que se me viene a la mente. Normalmente cuando estoy enojada o triste suelo escribir algún poema o incluso, una canción.
Cuando termino lo que puede ser una buena canción la leo. No está nada mal.
Minutos después suena la campana. Es hora del descanso. Veo que Castiel entra al jardín y se sienta junto a mi.
—¿Qué fue lo que pasó? —pregunta.
—Ámber —respondo. Él me mira como si con solo decir su nombre entendiera la situación.
—¿Qué hizo está vez?
—Comenzó a lanzarme pedazos de papel.Castiel empieza a reírse.
—Ay Ashley, ¿qué voy a hacer contigo? —pregunta sonriendo.
—Quererme hasta el día en que muera.
—Eso ya lo hago.
«Pero no de la manera en que me gustaría»
Pienso. Suelto un ligero suspiro.
—¿Qué es eso? —pregunta señalando mi libreta.
—Se llama libreta, ¿no lo conocías? —pregunto a manera de burla.
—Que graciosa —dice poniendo los ojos en blanco —me refiero a lo que tiene escrito.
Cierro la libreta.
ESTÁS LEYENDO
Una promesa por cumplir [Fanfic CDM Castiel]
FanficLas lágrimas se corrían por mi rostro, y con un nudo en la garganta le dije: -Te voy a extrañar. -Y yo a ti. Pero nos volveremos a ver. -¿Lo prometes? -Lo promento. Después de esas últimas palabras, subió a su auto, y se fue para no volverlo a ver. ...