Una promesa por cumplir [Fanfic CDM Castiel]

Capítulo 35 ❝Final❞

—Castiel —siento que alguien me sacude—, Castiel, despierta.

Abro los ojos con pesadez, veo a Rosa frente a mi.

—Mmmm, ¿qué hora es? —pregunto con sueño.

—Las seis de la mañana. Pero eso no es lo importante. Es Ashley.

Esas simples dos palabras causan que todo mi cuerpo se ponga alerta. Me pongo derecho y la miro.

—¿Está bien? ¿ya despertó? ¿qué pasó?

—No, no, y es complicado —dice respondiendo a todas mis preguntas.

—¿Qué? ¿cómo que es complicado? Mas te vale decirme lo que está pasando Rosalya.

—Primero, deja de hacer preguntas. Y segundo, déjame hablar.

Intento tranquilizarme y la miro expectante.

—¿ Y bien? —pregunto nervioso.

—Ella... está en cuidados intensivos.

—¡¿Qué?! ¡¿que pasó?!

—¡No lo sé! —exclama frustrada—. Estaba en su habitación cuando empezó a moverse, pensé que había despertado, pero sólo murmuraba tu nombre. Su presión subió y comenzó a sudar. Tuve que llamar a un médico y la llevaron ahí para tenerla en observación.

Me levanto de inmediato y tomo su brazo.

—Tengo que verla.

Nos dirigimos a cuidados intensivos. Estoy nervioso, ¿por qué mierda estoy nervioso?

—Ahí está el doctor —dice la albina llamando mi atención—. Iré a preguntarle si podemos pasar a verla.

Me quedo parado observando como ella habla.

Ahora que lo pienso, ¿dónde está Lysandro? No lo he visto desde que desperté.

Rosa regresa corriendo.

—Dice que podemos entrar, pero no por mucho tiempo.

—¿Los dos?

—Sí, ¡vamos! —dice con entusiasmo.

Pero sé que no lo tiene.

Entramos a la habitación y la veo.

Está perfectamente acomodada. Su cabeza reposa en la almohada, su cabello está debajo sin molestarla, sus párpados están cerrados negando la vista a esos hermosos ojos bicolor. Su piel es pálida de manera natural, así que no podría decir que lo está por la pérdida de sangre.

Si no supiera la situación, diría que está dormida y que si me acerco, la despertaría, le daría un abrazo y todo volvería a ser como antes.

Ojalá fuera así.

—¿Quieres... quieres quedarte sólo un momento? —me pregunta después de un incómodo silencio.

Asiento y se va.

Me acerco a la cama y me siento en el borde de ésta.

—Hola —digo. Tal vez sea estúpido, pero necesito hablar con ella—. Sé que lo más probable es que no me estés escuchando, y yo parezca un idiota hablando a la nada. Pero la verdad, me vale una mierda.

Río un poco ante mi comentario, deseando que ella ría conmigo.

Pero su risa jamás llega.

—Ashley... por favor despierta —dentro, muy dentro de mi, sé que es demasiado pedir y que su despertar no está asegurado.