Una promesa por cumplir [Fanfic CDM Castiel]

Capítulo 22 ❝Olvida que existo❞

¡¿De verdad Castiel es tan idiota?! Tenía mis dudas, pero esto... no lo puedo creer, no puede ser, no, no, ¡no!

—Tenemos que hacer algo, y rápido —digo.

—Lo sabemos, pero Castiel no quiere aceptar la verdad —dice Rosalya.

—¿Cómo lo saben? —pregunto.

—Porque Lysandro fue ayer a hablar con él —responde.

—¿Y qué pasó?

—No termino muy bien —responde Lysandro.

—Ahora no es sólo contigo con quien está enojado —añade Rosa.

—Es un idiota —digo

—Hablemos de esto luego, vamos tarde a clase —nos recuerda Lysandro.

Una vez en el salón veo a Castiel sentado otra vez con Debrah, así que me siento de nuevo con Kentin. Es bastante agradable. 

Al final de la primera parte del día, en el descanso, camino por los pasillos sin destino alguno.

No sería mala idea ir al salón de música, subo por las escaleras, al segundo piso.

Cuando voy subiendo veo a Ámber, Li, y Charlotte correr corriendo por el pasillo en dirección al baño con una cubeta en sus manos.

Me dirijo al salón de música. Está cerrado, vaya suerte la mía.

Cuando voy de vuelta a las escaleras vuelvo a ver a las tres chicas, pero está vez están paradas frente a una de las ventanas que hay.

—¡Ahí está! ¡Suéltenla, rápido!

Li y Charlotte obedecen a las órdenes de la rubia y sueltan la cubeta que al parecer estaba llena de agua.

Se escucha un grito. Inmediatamente después de esta acción, las chicas salen corriendo. La curiosidad me gana y me acerco a la ventana para ver. 

Gran error.

Debrah está ahí, mojada, con la cubeta a un lado suyo. Levanta la vista y me ve.

—¡Maldita! ¡ya verás cuando Castiel se entere de esto! —grita mientras entra e los pasillos dando zancadas.

Creo que me acabo de meter en un gran problema. Bajo las escaleras al segundo piso. Rosa y Lysandro están al pie de las escaleras, me acerco corriendo.

—¡Chicos! —grito capturando la atención de los dos.

—¿Qué ocurre? ¿por qué corres? —pregunta Rosa preocupada.

Antes de que pueda responder, un grito me interrumpe.

—¡Tú!

Levanto la mirada, Castiel está parado cerca los tres. Está enojado, y mucho.

—¡¿Cómo se te ocurre hacer algo así?! ¡pensé que todo este asunto con Debrah estaba olvidado, pero me equivoqué! —comienza a exclamar—. ¡No sabía que mi "mejor amiga "era capaz de hacer una cosa tan infantil! ¡¿Tirar una cubeta de agua?! ¡por dios Ashley!

Mi vista se empieza a nublar por culpa de las lágrimas. No quiero llorar, no frente a él.

—Castiel, para. Es suficiente —trata de detenerlo Lysandro.

—¡No te metas! ¡no te creía capaz de hacer algo así, pero ya veo que me equivoqué!

—Castiel... —intento decir.

—¡No salgas con que tú no fuiste! ¡no puedo creer que cayeras tan bajo! ¡aléjate de mí y de las personas que mi importan! ¡olvida que existo! Así como yo haré contigo... —eso último lo dice sin gritar y con algo de dolor en su voz.