Lysange Malfoy (CANCELADA)

Capítulo 47

-¿Vas a estar bien? -Le preguntó Hermione por tercera vez, su primogénita se encogió de hombros.-

-Creo que sí. -Dudó, acariciándo su barbilla, de una forma pensativa.-

-Hermione, déjala, no quiero pensar de nuevo en que su vida está en manos del cara rajada e hijo. -Evocó Draco, sus palabras debían de ser ofensivas, si bien que, sonaron todo lo contrario.-

El comentario de su padre logró que sonriera, divertida, le abrazó, Draco, la rodeó con sus brazos, Hermione enarcó una de sus cejas, antes de chasquear su lengua, ingeniosa.

-No dramaticéis, son solo tres días. -Recordó entre risas.-

Lysange apenas arrugó su nariz, se apartó un poco de su progenitor para analizar a su madre, quien tenía las llaves de su coche en su mano derecha, Draco captó las llaves y se arrimó a Hermione, arrebatandoselas, ésta le miró airada, entendiendo a lo que quería llegar.

-Draco Lucius Malfoy Black, dame las llaves. -Ordenó, el mencionado negó, de un lado a otro, expelió una risa agria.-

-La que se sabe mi nombre, Hermione Jean Granger Bell, no vas a conducir, no estando de siete meses.
-Garantizó, exagerando el hecho, Hermione se cruzó de brazos.-

-Eso no es un obstáculo, Draco, dámelas.
-Decretó, entretanto trataba de atrapar las llaves por ella misma, intento que cayó en vano.-

-Sois realmente inútiles vosotros ¡Os recuerdo que tenéis dos vuelos! -Voceó Lysange, desesperada, sus padres dejaron de pelear por las llaves para estudiar a su hija.-

-Tu lo que quieres es ver a mini Potter. -Dedujo Draco, su primogénita negó, ocurrente.-

-Digamos que Potter es como beber un trago de dedo de traidor en piña, mejor rápido e indoloro.
-Espetó, Hermione se benefició de la desconcentracion del Malfoy para robarle de nuevo sus llaves, lo consiguió.-

Hermione esbozó una sonrisa victoriosa, Draco volteó hacia ella, detestaba cuando no le dejaban ser un caballero, lo detestaba más aun si se trataba de esa mujer, sin embargo lo aceptó, se acercó a ella desafiante, o al menos lo intentó, no era de más comentar que su bloque de hielo que ocupaba como corazón se fundía con su presencia.

-Ganaste, pero yo te acompaño. -Exhortó, Hermione logró poner sus almendrados ojos en blanco, por unos segundos, para luego darle la razón.-

-Lo que digas Malfoy, pero te gané. -Recordó, en una entonación divertida y triunfante.-

Draco, aun molesto, entreabrió la puerta de la humilde casa de Hermione, dejando pasar a las dos mujeres antes de él, realmente aquel hombre era todo un caballero, desde la última guerra donde decidió cambiar por completo, también cambió su educación, desde ese momento siempre fue el que es hoy en día, educado ante todo, bueno con Ronald Weasley se podía hacer alguna excepción de vez en cuando, aparte de eso, apreciar realmente a las personas que más quería, Hermione y su hija iban encabezadas en su lista, para él ellas eran lo más valioso que tenía, ni el dinero, ni su mansión, ni su carisimo coche, nada superaba a su familia.

-¡Por Merlín, Severus Snape! -Exclamó Lysange, atormentada, con un poco de esperanza, Hermione la observó, con una mirada bastante pícara.-

-Es usted muy melodramática señora Potter.
-Comentó, saliendo de la casa, Lysange frunció su ceño.-

-¿Señora Potter? Caíste bajo, Malfoy. -Expresó decepción, la puerta se cerró mientras ellas caminaban hacía el coche de Hermione.-

-¡¿Potter?! ¡Señora Potter jamás! ¡Granger! -Se quejó Draco, la pequeña Slytherin alzó su mano, pidiendo la palabra.-