Capítulo 58

1K 42 10
                                    

-Draco... No se puede hacer nada... No te va a escuchar... -Decía Hermione, pasando sus dedos con ternura por la mano de él. En voz baja, en un silencio relajador. Draco ladeó con tranquilidad hacia Hermione.-

-Me preocupa, Granger. Es nuestra hija y... Potter piensa que todo es culpa de ella, cuando no es culpa de nadie... Mucho menos suya ¿Quién querría pasar lo que ella pasa?
-Preguntó.-

-Lo sé, pero, James también es su hijo, Draco. Harry quiere lo mejor para él...

-¿Cree que lo mejor para mini Potter es separarlo de nuestra hija? Que lo intente. -Respiró con profundidad al ver que Hermione no le entendía.- Escucha, Granger, no sé, ni quiero saber que son, pero algo son y ese Potter no querrá alejarse de nuestra hija. Yo no pienso impedirles nada, pero, si tan molesto es para San Potter que su hijo "pase por tal peligro" Lo mejor será ir por nuestra cuenta.
-Dilucidó. Draco se levantó de la camilla donde Hermione permanecía tendida y caminó hacia el gran ventanal que daba a la entrada al hospital de San Mungo.-

-No conoces a James. No va a permitirlo, y Harry lo sabe. Si de verdad trata de prohibirle a su hijo que se acerque a Lysange, lo único que conseguirá con él serán discusiones.

-Eso ya es asunto de ellos. Sólo que no voy a transigir que mi princesa no esté bien por esa familia. -Repuso, volteándose hacia Hermione.-

Hermione le sonrió con ternura e hizo un gesto pidiendo de que se acercara a ella. Draco anduvo hacia Hermione, más angustiado que otra cosa, pensando demasiado en su hija y en todo lo que ocurriría con ella. Aunque todos esos pensamientos parecieron marcharse por un momento cuando Hermione le besó con esa dulzura cómo sólo ella sabía. A pesar de que no llevaban mucho juntos, para ellos era como si lo hubieran estado toda la vida, pero ¿Qué ocurriría al salir del hospital? Lucius se había negado rotundamente a que Hermione viviera en la mansión y Narcissa aseguró a su hijo que conseguiría convencerlo y que no se preocupara. Pero Draco sabía que eso no iba a ocurrir. Su padre estaba demasiado decepcionado con todos ¿Por qué era tan complicado? Incluso con muchos más años que la última vez, seguía siendo demasiado difícil estar con la persona a la que él ama. Pero a diferencia de la anterior vez, Draco no se acobardaría y enfrentaría a cualquier obstáculo por Hermione, eso no podía tenerlo más claro. Cuando se separaron, un suspiro salió de sus labios, recordando todo lo que les quedaba aún por pasar, lo más importante, ayudar en todo lo que pudieran a su hija, ya que, pronto dejaría de tener tanto apoyo a su lado. Una parte de Draco se aferraba a la posibilidad de que James no se pareciera tanto a su padre como él creía. Otra parte estaba segura de que tendrían que salvar a su hija como fuera, pero solos...

(...)

-¡Una más en la familia! -Gritó Neville Longbottom tomándola en sus brazos con vigor, seguido de Hugo Weasley, que radiaba una felicidad contagiosa, aunque, a Rose Weasley no se la veía tan feliz con aquello, o no expresaba ninguno de sus pensamientos, que también podía ser. Solamente caminaba hacia ellos con aburrimiento, con sus brazos entrecruzados, como esperando más que eso.-

-No pienso encubrirte, lo sabes ¿no?
-Habló la voz impasible de Rose, cuando Lysange ya tocaba suelo. Pese a su tono antipático hacia ella, a Lysange no le extrañó. Nunca fueron amigas y de momento eso no iba a cambiar, así que, no le preocupó.-

-¿Encubrirme en qué? -Preguntó queda, empero, tratando de esconder una carcajada por cómo el semblante de su hermana pasó de uno serio a casi saliéndosele sus ojos de sus órbitas.-

-¡Eres la novia de mi primo! -Objetó.-

-¿Quién ha dicho tal cosa? -Inquirió, con una destacada ladina sonrisa, pasando por delante de Rose, descendiendo de la ladera hacia el andén de Hogsmeade. Neville Longbottom fue rápidamente detrás suya, con su pecho inflado, orgulloso.-

Lysange Malfoy (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora