Capítulo 1

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-¿Por qué lo hice? -Repetía una y otra vez Hermione sentada en el extremo de su cama de la madriguera mientras jugaba con mechones de su cabello.-

-Hermione ya está hecho... Ahora lo importante es lo que les vas a decir a Ron...

-¿Yo? Nada, si se lo cuento no sé ni como reaccionaría...

-Pues mal, muy mal, le has engañado y encima con ese.

-Ya, ya lo sé ¿Y qué quieres que haga? -Le dijo desesperada-

-Pues que si se lo vas a ocultar que se lo ocultes bien, cuando se te empiece a notar dile que te vas unos meses a cuidar a tu madre.

-Sí, Potter, a mi madre a la que le borré la memoria, no digas tonterías...

-Hermione, intento ayudar.

-Si, lo sé, lo siento.

-¿Él lo sabe?

-No, le borré de la memoria lo que pasó esa esa noche.

-Hiciste bien...Creo.

-Podrías decirle que tienes que irte a Estados Unidos un tiempo por orden del ministerio de magía, por trabajo.

-Dijo Ginny apoyada en el marco de la puerta.-

-¡Joder Ginevra! -Gritaron Harry y Hermione al unísono-

-¿Qué pasa? -Preguntó la pelirroja confundida.-

-Qué estamos tratando un tema importante del que Ron no puede saber nada.
-Le informó su marido.-

-¿Qué tienes que ocultar Mione?
-Curioseó.-

-Bueno pues... ¿Recuerdas que el mes pasado tuve una fiesta con mis compañeros del ministerio de magía?
-Preguntó.-

-Ajá. -Respondió la pelirroja.-

-Pues me pasé con la bebida porque como sabes la misma semana había discutido con Ronald y estaba mal...

-No te enrolles Hermione. -Soltó Harry.-

-Tss. -Siseo Ginny tapándole la boca con su mano izquierda, impidiéndole hablar.-

-Bueno...em...me pasé con la bebida y me desperté en una casa que no era la mía, con un hombre que no era Ronald... -Concluyó.-

-¡Hermione Jean Granger! -Voceó la pelirroja, sobresaltada.-

-Tss tss, no grites por favor... -Pidió.-

-Vale... Hermione ¿No me digas que estás embarazada de ese hombre?
-Sí...
-¡Por merlín, Granger!

-Ginny que no grites, Ron podría venir en cualquier momento. -Recordó Harry a su esposa.-

-¿Y cómo le vas a ocultar a mi hermano un embarazo? Tan tonto no es.

-Esa es la cuestión. -Le respondió su marido.-

-Podría decirle lo que tu has propuesto antes, que tengo que ir unos meses a Estados Unidos...

-¿Y dónde estarás mientras tanto?

-Me buscaré una casa a las afueras de Londres supongo...

-Iremos a visitarte de vez en cuando, está mal lo que has hecho pero no te vamos a dejar sola. -Le dijo la pelirroja, más tranquila.-

-Por cierto ¿quién es el padre? -Inquirió.-

-Draco Malfoy. -Contestó Harry, con simpleza.-

-¿¡Malfoy!? -Vociferó Ginny, estupefacta.-

-¿Qué pasa con Malfoy? -Habló Ron asomado a la puerta
,destacando el apellido con asco.

-¡Nada! Ésta mañana que le ví con su mujer, solo eso...

-Le dijo Hermione a su novio, rezando para que la creyera.-

-Emm... -Ronald miró a su mujer, rodó los ojos y se marchó de la habitación, nada más irse Ginny cerró la puerta.

-Por los pelos... -Resopló Hermione.-

-Sí, Hermione, sí... -Le dijo su cuñada aún tensa.-
 
              
                        *Nueve meses más tarde...*

En el hospital de magos y brujas, San Mungo, finales de Diciembre.

-Por fin... todo acabó... ¿Y ahora qué nombre te pongo yo a tí? -Habló Hermione con la mirada clavada en su hija, de apenas unas horas de vida.-

-Tienes los mismos ojos que tu padre...Siento que no pueda quedarme contigo pequeña, ojalá esto no hubiera pasado... -Decía mientras acariciaba con delicadeza la mejilla sonrosada de su pequeña..-

-En ese instante, su mente se colapsó de nombres a los que podía ponerle a la niña, cuando la puerta se abrió, dejando ver a una mujer de cabellos pelirrojos, mojados, al igual que su ropa, a causa de la lluvia intensa que no cesaba.-

-Buenos días Mione. -Saludó Ginny, dedicándole una de sus reconfortantes sonrisas.-

-Buenos días. -Habló, en un tono cansado.-

-¿Qué tal dormiste? -Preguntó.-

-No dormí... -Confesó, sin darle importancia.-

-No sé qué nombre ponerle. -Musitó, refiriéndose a la pequeña criatura que sostenía entre sus cálidos brazos, Ginny se acercó y observó a la niña, estupefacta, sonrió.

-Es una doble de su padre. -Susurró, Hermione asintió, levemente.-

-Ponle Astoria. -Recomendó, en un tono divertido.-

-Qué graciosa. -Habló, con evidente sarcasmo.-

-Lysange... -Musitó, Hermione arqueó una ceja, confundida.-

-¿De dónde sacaste ese nombre? -Preguntó.-

-Mione, es la princesa del hielo, un cuento mágico, mi madre me lo leía de pequeña y su nombre era Lysange.-

-Me gusta, Lysange Malfoy. -Repitió, en ese momento, una medimaga entró a la habitación.-

-Perdone señorita Granger ¿Ya le ha puesto nombre a la niña?

-Sí, Lysange. -Respondió.-

-Muy bien ¿puedo llevarmela ya?

-Espere un momento, ¿Puede darle a la señora del orfanato ésta carta por favor?  -Pidió.-

-Claro que sí señorita Granger, por cierto, ya puede marcharse.

-Hermione acercó a su hija delicadamente hacia ella y depositó un dulce beso en su frente.-

-Volveré a por ti. -Prometió en un susurro, volvió a mirar de nuevo a su pequeña y se la entregó a la medimaga, quien la recibió con una sonrisa, Ginny se acercó a su amiga.-

-Va a estar bien. -Aseguró, en un tono reconfortante, Hermione asintió.-

...

Ella, hija de un mortífago, odiado, otra vida, sin saber de su propio apellido, ni su procedencia, hija no buscada, no querida, abandonada.

Él, hijo de un héroe, querido por todos, con un apellido mítico, bajo una familia cálida y unida.

Como el hielo y el fuego...

El invierno y el verano...

Todo lo contrario...

Pero a la vez tan similares...

Semejantes a una serpiente y a un león...

Con almas completamente gemelas...

Unos lo llaman suerte, otros casualidad, yo prefiero llamarlo destino.

Él, más que un estimado Potter...

Ella, más que una detestable Malfoy...

Lysange Malfoy.

Lysange Malfoy (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora