Lysange Malfoy (CANCELADA)

Capítulo 55

-¡James! -Gritó al momento en el que sus ojos del color del mercurio se abrieron repentinamente, en el mismo segundo, tuvo que aguardar otro grito en su garganta, ya que un dedo índice, posado suavemente sobre sus labios la impidió gritar de nuevo.-

-No estás sola ¿Qué te ha dicho? ¿Te ha hecho algo?
-Interrogó James, entretanto inspeccionaba cada fracción de su delicado y pálido rostro, hasta que su cuello le llamó especialmente la atención.-

Lysange tardó un poco en darse cuenta de que la luz estaba prendida, y que sus amigas rodeaban la cama donde ella hacía unos minutos dormía, volvió su mirada hacia James, realmente estaba con ella, él consiguió despertarla de sus pesadillas una vez más. Pero hubo un detalle que se ganó todo su temor, y no era el que se percibiesen unos arañazos ensangrentados en la parte de su cuello, los arañazos que James observaba con atención y trataba de encontrarles sentido, no, eso no era, sino que Lysange, podría comenzar a confiar, a confiar en él, y eso era lo que ella nunca quiso, sin embargo, lo que queremos, y lo que nos acaba ocurriendo no suele ir junto, aunque confiar en James Potter no sería el error más grave que Lysange cometería.

-Deberíamos de comentárselo a Mcgonagall, Lysange tu cuello... Ésto ya no es normal... -Habló Margot, casi en un susurro.-

-¿Antes sí lo era? ¿Potter que demonios haces?                    -Preguntó entre dientes, recibiendo solo un siseo por parte de James, haciéndola callar.-

-Estás mal Lysange ¿Es por lo que pienso? Dímelo porque si no lo haces el Henki puede causarte daños mayores... Y yo no soportaría verte sufrir daños mayores... -Dijo James, pasando sus dedos por la herida de Lysange, antes de murmurar unas palabras. Los arañazos comenzaron a desvanecer, sin evitar el escozor del hechizo sanador mientras la herida cicatrizaba.-

Lysange eludió la mirada intranquila de James, y la de sus amigas, que parecían alarmadas, sin saber del todo como llevar esa situación, ya que James era el único capaz de llevarla. Lysange trató de concentrar su mirada en el enorme ventanal que a través de él podía contemplarse la hermosa luna de esa eterna noche.

Se tomó un tiempo para sí misma, no quería tratar el tema, a pesar de todo, una muerte no se olvida en pocas semanas, además, además de que nunca pudo despedirse de ella, y eso seguía guardado en una parte de su pequeño y gélido corazón, ese hecho que jamás podrá pasar por alto. Aunque también algo la impulsaba a conversar, necesitaba hablar de ese asunto con alguna persona, era cierto que Lysange siempre pensaba que ¿Qué le importa a Potter? Pero también era cierto de que él estaba a su lado cuando lo necesitaba, a pesar de lo que hubiese ocurrido anteriormente, y que, en el fondo, de los fondos, de los más fondosos posibles, le gustaba recibir esa atención especial por parte del Potter, y la irritaba pensar que otra chica que no conociera o la propia Evelyn Turner recibiera la misma atención, que ella fuera una más, una más de cien.

-James, Dumbledore, Grace Dumbledore mató a Meri, fue Grace, no era su amiga... -Habló tan rápido, con su garganta tan ardorosa, que nadie fue capaz de comprender muy bien sus palabras.-

-¿Quién es Grace Dumbledore? -Preguntó Brooke.-

Lysange llevó su mirada temerosa para todos los lados de la habitación, como si estuviera en busca de algo en concreto, pero tuviera temor de encontrarlo. La preocupación aumentaba en sus amigos en cada movimiento de Lysange, ocurriese lo que ocurriese, todo era demasiado confuso. Lysange no logró responder a la pregunta, su mente estaba demasiado saturada de otros pensamientos, y James pudo ver aquello.

-Será mejor que durmaís vosotras, yo me ocupo.  Sentenció James, sin apartar su mirada de la adolescente de ondulos rubios y aire nervioso.-

Margot, Brooke y Amber asintieron a la vez, sabían que Lysange estaría segura al lado de James, por lo que la dejaron con él, sin antes Margot, la medio vampiro, acercarse a su amiga y rodearla con sus brazos en el abrazo más cálido que trató de darle. Mientras tanto Brooke y Amber ya se encontraban en sus respectivas camas observando con interés y miedo a su amiga, miedo por el qué le ocurriría.