Capítulo 60

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La habitación de James. Ordenada, como la última vez, solamente que en el escritorio de roble no habían papales y más papales, no. Habían libros, perfectamente colocados a un lado del escritorio, como si fueran tesoros suyos.
También seguían allí las mismas fotografías en movimiento, las medallas de quidditch y, aquella fotografía que Lysange seguía sin entender por qué James la había guardado. Dos niños mirándose, una niña y un niño, dos amigos, Lysange y James. Y sinceramente, estar en el dormitorio de James, junto a su madre, cerca de esa fotografía, no hacía que Lysange se tranquilizara, más se sentía como un pequeño flan en un barco navegando.

-¿Alguna vez James te ha hablado de Aeryn? -preguntó Ginny, pidiendo a Lysange que se acercara, mientras ella observaba la pared llena de fotografías.

Lysange se quedó en silencio. Conocía a Aeryn, eran amigas, pero nunca supo nada del pasado de ambos. La idea de que estuvieron juntos se esfumó igual de rápido que llegó a su mente. Eso no podía ser ¿o acaso James Potter estuvo con todas sus amigas? Sólo el pensarlo a Lysange le entró una amargura inmensa por su garganta, como si fueran náuseas. Deseó que Ginny no estuviera presente porque ella entendió perfectamente su silencio.

-No estuvieron juntos, Lysange
-aclaró. Y eso pareció relajarla un poco, ya que se atrevió a acercarse a Ginny y poder ver las fotografías-. ¿te crees que yo no sabía lo que Price decía de mi hijo, Lysange? -Ginny miró de reojo a la adolescente, quien siguió absorta en una fotografía de una niña de pelo rosa chicle junto a otro niño, pero este moreno; Estaba claro que se trataban de Aeryn y James, antes de subir al Expreso de Hogwarts, en su segundo año-. Claro que lo sabía -continuó-. Pero James debía de cometer sus propios errores, enfrentar él sus problemas -suspiró, con una sonrisa-. Y lo hizo, gracias a vosotras dos.

-¿Aeryn le ayudó? -se interesó Lysange, no le impresionó, ya que ella sabía que dentro de esa extraña personalidad de la metamorfomaga, había mucha valentía y un noble corazón.

-Se puede decir que sí, fue la única que le ayudó y luego viniste tú -dijo, señalando con la mirada la fotografía de cuando eran niños. Lysange se ruborizó hasta sentirse estúpida por ello-. También supe que eras tú aquella niña perdida ¿sabes?
-admitió-. Y me encantó que eso fuera cierto -murmuró-, una Malfoy.

-Ginny -dijo Lysange, su tono de voz había cambiado drásticamente y seguía con su rostro rojo- A James no creo que le guste eso...

-¿Por eso no quieres decirlo?
-preguntó de pronto. A Lysange le supuso bastante digerirlo y, sobre todo, aceptarlo, pero asintió a su pesar.

-Yo no pienso eso -alegó-. James puede ser... , James a veces dice cosas que en verdad ni piensa -dejó las fotografías y observó a Lysange-. Pero creo que si te deja ir por tu apellido, sería lo más tonto que haría él.

Lysange quedó de nuevo en silencio. En su interior algo estaba luchando, ella misma, odiaba sentirse así, tan estúpida, pensar todo el día, odiaba no dejar de pensar en él, odiaba que fuera todo tan diferente. Esto a ella no le había pasado nunca, no se avergonzaba, ni tartamudeaba, no se ponía nerviosa, no se encaprichaba con nadie, no pensaba en la misma persona por tanto tiempo, pero ahí estaba. Lysange Malfoy deseando volver a Hogwarts de nuevo, en su sala común, con sus amigos y él volvió a su mente cuando una blanca lechuza entró súbitamente en el dormitorio por la ventana abierta. Ginny advirtió de ella y sonrió cuando este le entregó una carta.

NOTICIA:

Esto es lo último que escribí sobre Lysange hace meses, antes de que me ocurriera todo lo que le ocurrió.
Siento por no escribir más pero esta historia, cuando los problemas se pasaron, no me inspiraba y no daba para más, pero tengo otra historia de Lysange que estoy volviendo a escribir una historia que sí me da ganas de publicar y de escribir, Dear Soulmate, de NeruChase, podéis ir a cotillear el resumen con total libertad. Lysange nunca se ha marchado del todo.

Lysange Malfoy (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora