Prohibido

Capitulo 27

*Un mes después*
Las cosas habían sido duras para Regina el último mes. Emma seguía sin despertar y nadie sabía por que, los tramites de divorcio con Robin habían iniciado y él no parecía querer colaborar. Zelena le había dado una ayuda enorme hospedandola con ella, pero el lugar no era para las dos mujeres y los pequeños. Regina había empezado a buscar lugares para mudarse con sus hijos, Killian la estaba ayudando con eso y habían establecido una amistad, ya que se apoyaban el uno en el otro con la falta de Emma.
Una tarde, como todas las otras, en la que fueron a ver a Emma, Regina y Killian se encontraban en la habitación con los pequeños. Henry todos los días se sentaba junto a la rubia y le dejaba un beso en la mejilla, junto a un abrazo 'de oso'. Luego bajaba y hacía un dibujo de todo lo que había hecho durante el día anterior. Ese día se encontraba sentado dibujando cuando Regina estalló en llanto. "Que pasa Regina?" le preguntó Killian alarmado mientras tomaba a la pequeña Ava en sus brazos. "No puedo mas, la necesito conmigo". El joven la rodeó con un brazo intentando calmarla. "Lo se, pero tenemos que ser fuertes". "No tengo fuerza, el divorcio esta llenandome de nervios, Ava nunca esta calmada..." tal como Regina lo decía, la pequeña lloraba cada vez que su madre se ponía mal. Killian intentaba calmarla. "Y como si fuera poco ya no puedo seguir con mi hermana en su pequeño departamento, pero con lo que Robin tiene que pasarme por mis hijos no puedo alquilar otra cosa y tampoco puedo trabajar hasta que Ava sea un poco mas grande. Yo..."
"Mudate conmigo" Killian y Regina se miraron un segundo y voltearon hacia la rubia que con los ojos apenas abiertos y la voz rasposa acababa de hablar. "Emma amor!" intentó decir la morena pero sonó a un susurro, tapado por el llanto de su hija. "Que pasa princesa?" la rubia hizo un gesto a Killian para que le acercara a Ava. Apenas el joven la apoyó en el pecho de Emma y ésta la rodeó con su brazo, se calmó. Killian y Regina la miraban en shock cuando la rubia casi riendo preguntó "no hay un beso para mi?" Sin pensarlo dos veces Regina tomó las mejillas de su amada entre sus manos y la besó con pasión. "Yo también te extrañe" sonrió Emma cuando se separaron.
Después de unos días de estudios Emma recibió el alta. Luego de unas semanas se preparaba para volver a trabajar. El primer día todos fueron mas que amables con esta nueva Emma, que se relacionaba mas con sus compañeros. Y que esa noche volvió a su casa, dejó sus papeles y manejó directo hacia la casa de Zelena con una sorpresa para Regina.