Prohibido

Capitulo 26

En el sillón, frente a la TV apagada se encontraba Emma. Pero no la Emma en sus vestidos ajustados, no la Emma que provocaba miradas de hombres y mujeres. Si no una mujer rubia en pantalones deportivos y un buzo, tirada inconsciente al lado de una botella de alcohol. Sus hermosas mejillas, antes rosadas, eran blancas como la nieve. Sus labios parecían morados y toda su cara en general se veía sin vida. Uno de sus brazos colgaba a un lado del sillón hacia una mesa donde estaba su celular abierto en el contacto de Regina, como si hubiera intentado llamarla.
Killian corrió hacia ella, con la morena siguiéndole los pasos de cerca, ambos rogando que sólo fuera una borrachera. Al tomar su mano Regina sintió como el frío de la piel le recorría el cuerpo. "No Emma, no podés hacerme esto. Te necesito!" El llanto incontrolable de la morena no permitía a Killian hablar para llamar a una ambulancia, entonces se movió un poco más lejos, a la cocina donde encontró un frasco de pastillas para dormir en el cesto de basura. Su corazón se detuvo un segundo, al igual que su corazón y dió aviso a quien lo había atendido de lo que acababa de descubrir. Tomó el frasco, terminó la llamada y se acercó al sillón. Incapaz de hablar buscó la mirada de Regina y cuando ésta lo miró abrió la mano donde se encontraba el frasco. La morena lo vio y el llanto fue más incontrolable esta vez. Se recostó sobre el pecho de Emma y comenzó a pedirle perdón. "Perdón Emma. Perdón por haber sido tan cobarde, siempre fui igual, nunca luché por lo que quería. Siempre hice lo que correspondía, lo fácil. Vos dejaste atrás todo lo que eras por mí. Y yo solo seguí siendo la misma. No te merezco, pero si te quedas conmigo prometo hacer lo que sea para hacerte feliz. No quiero nada más que tenerte cada día junto a mi y a mis hijos. Ellos te aman Emma. No nos dejes por favor".
Unos minutos después los médicos llegaron, todo empezó a pasar muy rápido. Le hicieron maniobras de resucitación, la subieron a una camilla y se la llevaron. Killian y Regina siguieron a la ambulancia, apenas entraron al hospital les indicaron que tenían que esperar. La morena llamó a su hermana y le contó todo lo que había pasado. Zelena le dijo que se quedara ahí, que tenía lo necesario para alimentar a la pequeña Ava y cuidar de Henry y que en esa situación era mejor que no le transmitiera sus nervios a los pequeños. Luego de colgar se sentó junto a Killian y solo esperaron, nada podían hacer ahora más que esperar.
Una hora después el médico salió y pidió hablar con su familia. "Si, yo soy su novia" dijo Regina sin dudar y el médico asintió. "Ya le hicimos un lavaje para quitar las pastillas y el alcohol de su sistema. Pero no dió señales de despertar... lo siento pero... Se encuentra en coma".