C. 11: Dulce venganza

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Tras el desayuno, el profesor Caesar nos llama a todos a la sala común. Gea y yo hablamos durante todo el camino sobre Emerick y Josh, las cosas que nos han pasado, etcétera. Y sobre mis confundidos sentimientos. Ella ya es oficialmente mi mejor amiga. 

Nos adentramos en la sala y allí nos encontramos a Jenniffer acariciando la espalda de una aparentemente destrozada Abigail.

- ¿Cómo ha podido? ¡Si soy preciosa y perfecta! -Sollozaba la chica. 

- Sabíamos que Rosy era una completa zorra, pero Ayrton... -Susurra Jenniffer. 

Nosotras alzamos las cejas y ambas nos miramos encogiéndonos de hombros. Sentamos nuestros cuerpos en el sofá de al lado y nos enteramos de todo: resulta que Rosy llevaba intentando acostarse con Ayrton desde el primer día de campamento, y mientras elogiaba y admiraba a Abigail, intentaba quedarse a toda costa con su novio a sus espaldas. Golfa. Golfa dije. 

Leany y Eliott se unen a la conversación. Más tarde aparece Ayrton en la sala. Mira entristecido a Abigail y luego se aparta hacia la pared de enfrente. Cuando entra Rosy... el caos inunda la pequeña habitación. Gea y yo miramos asombrados a los presentes evitando la risa.

- ¡¡Eres una perra asquerosa!! -Chilla Abigail. Un pitido ensordecedor se queda en mi oído derecho gracias a su aguda e irritante voz. 

- Yo no obligué a tu novio a que lo hiciera conmigo. De hecho, se veía bastante contento con el resultado final, bonita. -Dice ella tranquilamente después de guiñarle un ojo desafiante. 

Por la reacción de Abigail, sé que Rosy ha metido la pata hasta el fondo. Muy al fondo, casi hasta el núcleo terrestre. Se lanza sobre la chica y le tira de los pelos con fuerza y odio, y por supuesto, la Scarlett responde con unos arañazos superficiales como si de un gato se tratara. 

Justo en ese momento, Ayrton y Eliott las intentan separar, con ayuda del recién llegado Derek. Las dos chicas se gritan insultos y maldiciones, cuando entran por la puerta el resto de personas. 

El profesor se aclara la garganta y habla: 

- Abigail Dallas, Rosy Scarlett. -Las mira.- Las quiero aquí cuando termine esta pequeña reunión. 

Ambas se echan una espantosa mirada y se giran al frente, una sobándose la cabeza y la otra la cara por los tirones y arañazos recibidos. 

- Hoy comenzaremos una nueva actividad que se llevará a cabo por equipos en el exterior. -Nos mira.- Jugaremos al volleyball. 

El resto nos observamos perplejos y nos volvemos hacia el docente. 

- En el primer equipo están Ayrton, Abigail, Leany y Brad, que jugarán contra Rosy, Eliott, Jenniffer y Derek. En el segundo grupo se encuentran Emerick, Darren, Jane y Rebeca, que juegan contra Josh, Gea, Anne y Frank.

Todos suspiramos, algunos aliviados, otros irritados. Nos dirigimos al exterior de la sala común, donde ya hay dos redes y dos balones. Cada uno nos ponemos con nuestros respectivos equipos y el juego da comienzo. 

***

- ¡¡Sí!! -Le grito.- ¡Jódete Josh Gypsy! ¡Te he vuelto a ganar! 

- ¡Cállate Rebeca! -Dice para después enseñarme el dedo corazón. 

El resto ya se ha ido a ducharse o a cambiarse de ropa. Después del almuerzo, Josh y yo volvimos al lugar donde practicamos volley por la mañana y jugamos durante horas. Son aproximadamente las ocho y media de la noche, así que opto por dejarlo:

- Eh, Joshy. Deberíamos irnos, se hace tarde y estoy sudando. 

- ¿A la princesita le molesta sudar un poquito? -Dice en tono burlón, a lo que yo respondo con una furiosa mirada.- Venga, vale. Yo también tengo que ducharme. -Ríe y se acerca a mí peligrosamente, dejando el balón en el suelo y cogiéndome en brazos, subiendo mi cuerpo a su hombro como anteriormente en nuestra llegada al campamento. Yo pataleo y maldigo.

¿Amor? ¿Eso se come? ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora