|| Capítulo 01 ||

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[ 6:28am ]

Era un lunes por la mañana, algo tan trillado y cliché para tantas personas, pero así es como comienza nuestro relato.

Para muchos un lunes es igual a un símbolo de pereza sin remedio, en donde levantarse a iniciar el día es toda una hazaña personal, algo que para Freddy no era una excepción, a fin de cuentas, todavía existían cosas con las que podías decir que éste era un chico común cómo cualquier otro.

Nuestro protagonista con toda la fuerza de voluntad que logró reunir en esos "5 minutos más" se levantó a comenzar el día.

Una ducha rápida termina por despertarlo por completo, se desplaza por la habitación en un patrón conocido por todos los días de escuela que ha tenido que pasar, esquivando ropa y zapatos tirados en el suelo sin importancia, se había descuidado tanto con su habitación que ahora era un completo desastre que debía atender más tarde.

Ya vestido con su habitual uniforme, se miraba un momento en el espejo, su figura no había cambiado mucho en los últimos meses, lo más destacable eran detalles sin importancia, como el hecho de ser unos centímetros más alto y quizás su rostro pasó a verse más juvenil, por supuesto, aún conservando esa imagen tranquila y amable tan característica de él.

Movió su cabello castaño con las manos para simular un cepillado, para terminar sonriéndose a sí mismo ligeramente.

Satisfecho con su simple apariencia, salió del baño y tomó una chaqueta de negro que estaba tirada sin cuidado en su desordenada cama, puesto que estaba consciente del razonable frío que ha estado haciendo últimamente esas mañanas.

Ya abrigado por la oscura prenda, fue a su escritorio para revisar su celular unos segundos, sin ninguna novedad que ver, presionó su lista de música y guarda el pequeño artefacto en su bolsillo, a su vez se coloca sus viejos y confiables audífonos con la música sonando entre ellos a buen volumen.

Para Freddy no había otra cosa mejor que comenzar el día escuchando música.

Toma su mochila y sale de la habitación tarareando la canción a lo bajo, con una destreza casi increíble Freddy baja las escaleras de unos cuantos saltos. Al llegar a la sala y notar la casa tan silenciosa supuso que estaba solo esa mañana.

«Parece que mamá debió salir más temprano al trabajo» —Se mencionó en un pensamiento, dejando su mochila en un mesón para ir a pescar un desayuno en la cocina, encontrando la nota de su madre en la puerta del refri.

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Freddy:

Hijo, me llamaron del trabajo y mi reunión se adelantó antes de lo esperado, no logré prepararte el desayuno, pero arriba del microondas te dejé el dinero para que desayunes en la escuela, por favor no te olvides del celular y las llaves, yo regreso a la hora de siempre ¿de acuerdo? Ten un buen día, y no te metas en problemas.

Mamá.

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Aquello no le tomó por sorpresa, no era la primera vez que pasaba y probablemente tampoco será la última, aun así, con tanto trabajo que su madre tenga, jamás se olvidaba de él, ella era alguien que buscaba la manera de desearle un buen día y no olvidarse de algo que pudiera necesitar, bueno, después de todo es el único hijo que ella tiene.

Eran sólo ellos dos contra todo.

Dejó la nota en su lugar y abrió el refri buscando algo rápido para no llegar con el estómago vació. Opto por unas tostadas; algo rápido y fácil.

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