La Calma después de la tormenta

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Estaba al borde de la histeria, no tenía forma de comunicarme con Embry y no podía simplemente aparecerme en La Push porque no sabría cómo explicarlo, pero no podía seguir encerrada en mi cuarto y la verdad no tenía ganas de pasar el rato peinando y consolando a Bella, así que salí por la ventana, y cuando estuve afuera la conciencia me atacó, los Vulturi habían estado hace unas pocas horas aquí y mi madre se podría preocupar por lo que le envié un mensaje de texto para que supiera que había salido a correr y agradecí al cielo la existencia de los celulares, celulares, eso era exactamente lo que necesitaba, Embry debía tener un celular así que corrí, corrí lo más rápido que pude hasta llegar a Seattle, era una ciudad grande y encontrar una tienda de tecnología no era difícil. Entre en una tienda pequeña pero que se veía bien surtida y con artículos de calidad, un chico que no superaba los veinte años con aspecto bastante amable estaba en el mostrador

-Hola, soy Wyatt, ¿en qué te puedo ayudar?

-Hola, estoy buscando un celular, el mejor que tengas

-¿Solamente el móvil o también quiere ser que tenga un contrato de compañía?

-Lo necesito listo para usarse

-Claro linda pero eso te costará más

-El precio es lo de menos, solo necesito que me garantices que funcionará

-Creo que tengo lo q necesitas -dijo mientras buscaba en un aparador y estoy segura que estaba muy orgulloso de poder venderme el teléfono y el plan más caros de la tienda

-Acá está, tiene todas las funciones más modernas, incluyendo cámara fotográfica y reproductivos mp3 -me dijo alegremente mientras me entregaba una teléfono negro igual al mío, que según Jazz era lo mejor en el mercado

-¿Cuál es el número?

- Te lo anotó acá, ¿Sabes cómo usarlo?

-Es igual al mío -le dije mientras le mostraba mi propio móvil - es un regalo

- Oh vaya, que afortunado es el que reciba este

-Créeme, la afortunada seré yo si logro que lo acepte

- Si no lo hace es el chico más idiota del planeta

-Deséame suerte entonces

- Mucha suerte aunque no creo que la necesites

Pague con efectivo, le deje a Wyatt una propina y me fui de la tienda corriendo nuevamente y sólo pare hasta llegar al borde del bosque donde me refugie bajo un árbol el tiempo suficiente para poner mi número en el nuevo teléfono de Embry y correr de nuevo hasta que llegue a la frontera.

No fue necesario levantar la vista para saber que Embry me esperaba ahí, en el mismo lugar con sus vaqueros gastados y una ajustada camiseta gris, cuando lo vi sonreí y él también y no pude contenerme de correr y él que pareció prever lo que hacía porque me espero con los brazos abiertos para abrazarme con ímpetu hasta levantarme del piso.

-Diablos Embry, estaba tan preocupada

- Yo estaba más preocupado, vi cómo ese idiota te mordió y después Sam nos ordenó irnos porque los asesinos italianos venían y no podíamos quedarnos

-La visita de Italia no fue agradable no te voy mentir, pero mi cabeza estaba con ustedes ¿Cómo está Jacob?

- Esta bien gracias a tú padre, sanamos rápido por lo que tuvo que romperle varios huesos porque estaban soldando deformes, fue algo duro de escuchar, pero ya está mejor, Jake es fuerte y dentro de nada lo verás corriendo por ahí

La menor de los CullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora