El Choque

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En la cafetería del instituto me sentaba con los de último curso la mayor parte del tiempo con mis hermanos, Ángela, Ben, Mike y los otros pesados ex-amigos de Bella que no nos tenían en su estima, en este grupo su mayor preocupación eran los exámenes y universidades, y aunque era divertido ver como se alteraban demasiado por algo tan trivial, resultaba terriblemente aburrido para mí. Edward estaba dispuesto a pagar lo que fuera necesario para que Bella fuera aceptada en la Universidad, pese a que sus notas eran un desastre luego de su periodo oscuro. Por mi parte mi foco de interés se encontraba muy distante a las universidades, y más bien se hallaba a pocos kilómetros en la reservación de los quilleute, la manada de licántropos de la Push habían logrado captar mi atención como pocas cosas lo hacían, la última vez yo no estaba para presenciar el tratado, pero sabía que la cantidad de licántropos era reducida, y ahora según lo que Bella había mencionado habían alrededor de cinco, o al menos cinco que ella conocía, lo que me parecía un número elevado, ciertamente sabíamos muy poco de ellos, pero personalmente los encontraba sumamente interesantes.

Había conseguido un libro de leyendas Quilleute y me había obsesionado por saber todo lo que pudiera sobre ellos, si bien no eran inmortales como nosotros, tampoco envejecían mientras se mantuvieran transformándose, al parecer según contaban sus ancianos en el libro, su capacidad de entrar en fase provenía de nuestra presencia en las cercanías, puesto que los primeros de ellos llegaron con la visita inoportuna de un vampiro a la reserva. Edward por su parte se negaba a que Bella mantuviera relación con ellos, le parecían inmaduros, peligrosos e impulsivos de manera negativa, era evidente que ella estaba sufriendo, en nuestra ausencia ellos habían sido quienes le ayudaron a sobrevivir, y no solamente por protegerla, sino también porque fueron quienes le sacaron del trance depresivo en el que se encontraba, fue su amistad con Jacob Black lo que le devolvió la vida, y ahora ya nunca le veía.

Para mis hermanos los licántropos no eran más que perros malolientes, para mí eran criaturas casi mágicas, y su olor a cachorro no me parecía tan molesto como a los demás; ellos no habían pedido ser así, sus vidas al igual que las nuestras habían cambiado de manera inesperada y abrupta, y sentía que había una conexión entre nosotros que era intangible para los demás. Un comentario de Bella me saco de mi embeleso, al parecer Charlie había decidido revocarle su castigo, y tuve el presentimiento que esto solamente traería problemas, puesto que Bella trataría de acercarse a la Push y mi hermano se molestaría muchísimo, aunque la verdad ya estaba cansada de discutir el tema con Edward que se mantenía impertérrito en su casusa en contra de los licántropos, lo que había llevado a que le pidiera que tratara de no escuchar mis pensamientos, dado que no le gustaría nada de lo que había en ellos. Alice tuvo una visión y supuse que mi presentimiento no estaba tan equivocado, por lo que preferí alejarme antes de enojar a Edward un poco más, de manera que me fui a la biblioteca a continuar con mi investigación sobre hombres lobo en internet. Salimos de clase y me fui en mi auto a casa, luego de nuestro regreso me pareció un poco tonto no seguir conduciéndolo, sin importar lo mucho que esto molesto en casa.

-Effie cielo ¿puedes venir un momento a mi oficina? –me llamo papá, apenas cruce el umbral de la casa

Llegue a su oficina y para mi sorpresa tenía mi libro de leyendas en su escritorio.

-Señorita ¿se puede saber qué hacía esto en la mesita de la sala junto a algunos de tus libros de la escuela?

-Bueno papá, este como te lo explico, bueno la verdad es que ese libro es mío –dije sin poder mirarlo

-¿Y para qué quieres tú un libro de leyendas quilleute?

-Bueno Pá, es que yo realmente no creo que los lobos sean los monstruos que mis hermanos dicen, a mí me parecen criaturas fascinantes y quiero saber todo lo que pueda de ellos –lo dije tan rápido que no estaba segura de que me hubiera entendido.

La menor de los CullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora