Volterra

2.3K 161 19
                                        


Pase unas horas en mi habitación en Volterra, no me sentía mejor, no estaba más feliz, pero le estaba dando a Embry la oportunidad de que él si lo fuera, la torre tenía una gran ventaja, era silenciosa y a nadie parecía importarle que estuviera encerrada por más de tres horas, en casa me hubieran visitado ya unas seis veces, las horas pasaban y yo sobre analizaba cada rincón de la habitación, elegante esa era la palabra correcta para describirla, tal vez un poco abrumadora, pero no estaba mal, extrañaba mi casa y apenas y llevaba unos días fuera, esto podría no funcionar. Cuando eran las 7 am me vestí y salí de la habitación, Alec esperaba fuera con una gran sonrisa

—Buenos días Effie

—Buenos días Alec

—Marcus quiere que te lleve a la biblioteca, así que sígueme por favor

caminamos juntos hasta la biblioteca, el lugar era una maravilla no podía creer la cantidad de libros y la belleza que encerraban, pero mi mayor sorpresa no fue el lugar, no fueron los libros sino Marcus. Él estaba de pie junto a una mesa, pero no era el Marcus de la noche anterior, no traía una de sus túnicas tenebrosas, sino ropa normal, eso sí a la medida, su cabello ya no le llegaba a los hombros sino que lo traía corto y bien peinado, sabía que era él por su particular piel y el tenue velo en sus ojos, pero estaba tan distinto, por primera vez desde que nos conocimos me parecía que estaba vivo, parecía casi normal, aunque un poco pálido, como si no hubiese visto la luz en mucho tiempo.

—Effie, siempre radiante —dijo con media sonrisa en su rostro, de esas sonrisas que no veías nunca por lo que eran más especiales cuando aparecían

—Señor

—Oh no por favor no me llames señor, vamos a pasar mucho tiempo juntos y me gustaría que me trates como un amigo

—Marcus entonces

—Alec ¿Te quedas a la clase?

—Me gustaría, pero no puedo— me hubiera encantado que Alec se quedara, Marcus no daba miedo pero si era un poco intimidante —Nos vemos luego

—Nuestra historia es fascinante, Effie, eso no lo voy a negar, pero puedo estar casi seguro de que no es la razón de tu visita ¿O me equivoco?

—No ganaría nada mintiendo, no, no lo es, pero no quiero hablar del tema de poder evitarlo

—Entonces no se hablara del tema, tenemos siglos de historia por delante

Las clases eran magníficas, aunque en realidad no era tanto una clase, sino Marcus hablando sobre el origen de los vampiros, mostrando libros, mapas e incluso música, era como estar en un mundo distinto, lo malo era el momento en el que tenía que regresar a mi habitación, el tiempo corría diferente en Volterra, porque no había que preocuparse por ir al Instituto o ir a trabajar o tratar de parecer normal, sin embargo tomábamos unas horas de descanso porque Marcus insistía, decía que no quería que me aburriera tan pronto de él, que siempre era bueno un descanso. Alec aprovechaba esos espacios para mostrarme la ciudad, en realidad no estaba mal, mientras estuviera ocupada y acompañada el dolor en mi pecho dejaba de ser tan fuerte. Llamaba a casa todos los días, los preparativos de la boda estaban avanzando, todos decían extrañarme y a papá parecía parecerle extraño que me encontrará tan poco con la Guardia y que Aro permitiera que pasara tanto tiempo sola con Marcus, por lo que había llegado a la conclusión de que era una orden del último.

Volterra de noche era magnífica, Alec me había mostrado lugares que ni los habitantes de la ciudad conocían, y aunque él se empeñaba en insistir que no era así, estaba segura de que mi presencia le molestaba tanto a Jane como a mí me molestaba la suya. Alec era muy diferente al chico del que Edward me había hablado, ese gemelo diabólico que asustaría a cualquiera, era un chico amable, le gustaban las estrellas y las constelaciones y siempre están buscando lugares nuevos para mostrármelas, y me acompañó de caza cuando fue necesario, aunque le parecía asquerosa la sangre de animal. Cada día que pasaba Marcus se veía más vivo, más joven, más normal, incluso llegue a conseguir que riera un día

La menor de los CullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora