La menor de los Cullen

Sin mirar atrás

Todo paso muy rápido y me sentía horriblemente confundida, Edward regreso y entro a la casa para llevar a Bella a la suya, Alice le siguió para buscarle algo que ponerse, pero yo no estaba de ánimo para ver a todos en un silencio incómodo y no sabía cómo me sentía, de lo único que estaba segura en este momento es que esto terminaría no mal, sino fatal. Edward paso la noche con Bella, Alice y Jasper estaban en su habitación al igual que el resto y yo estaba en la mía, temía salir y escuchar lo que sospechaba, estaba segura que nos iríamos de Forks, para distraerme llame a Chris, y hablamos por un buen rato, su vida en la universidad era más interesante que en Forks, había conocido a una chica, tenía muchas tareas y le estaba yendo de maravilla, al cortar desee con todo el corazón poder dormir y desconectarme, pero para mí era imposible, y lo más parecido que había encontrado en mis años de vampiro era usar audífonos para música desde el fondo de la bañera llena, lograba concentrarme en la música y en nada más.

Las horas pasaron y mamá llego a buscarme, así que me vestí y baje, no era una junta, mi opinión no importaba, simplemente se me comunicaba que la familia entera se iba de Forks, y para no armar revuelo lo haríamos de inmediato, no habría tiempo de despedirse ni de mirar atrás, todos nos adelantaríamos y Edward nos alcanzaría, o talvez no, su decisión no estaba tomada. Mis padres miraron mi expresión de horror, probablemente estaba expresando lo mucho que me dolía irme, dejar a personas que les había tomado cariño y a Bella y Edward había pedido que no hubieran despedidas, si existía algún momento donde hubiera llorado desconsolada sería este.

-Effie, pequeña- exclamo papá – puedes elegir donde vivir, podrás manejar tu auto, ir a la escuela o universidad o hacer lo que quieras, nuestra intención jamás será que no estés cómoda con este cambio.

- No quiero irme- le conteste con la voz quebrada

-Mi amor- intercedió mamá- eso no está a discusión es lo mejor para todos y debes entenderlo, pide lo que quieras y lo tendrás

Subí a mi habitación y empaque aquellas cosas que quería conservar, el resto podían quedarse aquí o enviaría por ellas después; metí a Fitz e una trasportadora y lleve mis cosas a mi auto, no podía creer que dejaríamos mi casa, mi árbol, mi escuela, me parecía irracional, pero no iba a ocasionar problemas, no más de los que ya habían.

Nos instalamos en un apartamento en New York, este lugar era conveniente por su exceso de lluvia, así que no teníamos que estar siempre bajo techo, no podía quejarme, mi madre en cuestión de horas había logrado conseguir un bello apartamento y ya estaba alistando la papelería en caso de que tomara la decisión de continuar estudiando, aunque eso en realidad era algo que no había decidido aún.

Viviríamos todos juntos a excepción de Edward que había decidido distanciarse un tiempo para rastrear a Victoria y pensar, esto me tenía muy molesta, si él no estaría, era idiota todo lo que estábamos haciendo. Tuve tantas ganas de poder despedirme, no quería estar en New York, nuevamente no tenía con quién hablar, nuevamente no tenía amigos, aunque pensándolo bien en Forks paso mucho tiempo antes de que tuviera amigos, paso mucho tiempo antes de Chris, CHRIS, eso era lo que tenía que hacer, visitar a Chris, eso me haría sentir mejor.

Mire a Fitz, estaba durmiendo y me daba pena hacerlo pasar por otro viaje, aunque fuera New Haven, mamá podría cuidar de él en mi ausencia. Tome las llaves de mi auto, mi bolso y mi teléfono celular, en ese momento me percate que debía llamar a Chris y así lo hice, me dijo que estaría encantado de recibirme en el momento en que llegara, el viaje me tomaría menos de un día por carretera, pero en realidad eso no importaba en el Audi podría ser poco y bastante rápido, en especial porque no necesitaría hacer ninguna parada.