All I Ask [2] || Dakota Johnson & Jamie Dornan

XI

Estoy manejando hace media hora a casa de Jamie, no es que quede demasiado lejos lo que pasa es que todavía no proceso la noticia. No sé cómo puedo ver a Jamie sin romper en llanto por el embarazo, ni siquiera sé cómo le voy a decir que estoy embarazada.

¡Santa mierda!

Estacionó la camioneta enfrente de la casa de Jamie. Inspiró aire un par de veces repitiendo el proceso de inhalar y exhalar, cierro los ojos y pienso: no puede ser tan malo ¿o si? Quiero y necesito poder afrontar esto.

Respiró profundamente una vez más y bajo de la camioneta, la bloqueo y camino por la parte principal de la casa de Jamie, está llena de matas, mucho verte, mucho pasto... Emily hizo un gran trabajo. Es increíble lo bien que se le da decorar casas, tocó el timbre pero me doy cuenta que hay un sobre colgando a un lado de mí que dice: Feliz cumple años señora Dornan. J. Tomo el sobre y solo abro descubriendo que dentro de este hay una llave con otro papel escrito por Jamie.

¿Te mudas conmigo? No ahora pero si la respuesta es sí, pronto.

Sonrió como tonta pero simplemente no puedo dejar de pensar en todos los problemas que traeremos con este nuevo bebe al mundo. Jamie no necesita esto, yo no necesito esto; sabrá Dios porque quiere que sea ahora y no después. Estoy aterrada, en serio aterrada y tengo estas nauseas asquerosas todo el tiempo como si me asqueara hasta respirar. Tomo la llave en mi mano y trato de abrir la puerta veo que tiemblan, es como si de pronto mi cabeza me diera la oportunidad de huir por la derecha y dejar todo por lo menos hasta mañana, meterme en mi cama y dormir, dormir, dormir.

Un grito sale desde lo más ondo de mi garganta y Jamie se asusta de igual manera cuando abre la puerta bruscamente.

—¡Santo Dios! –Exclama exaltado.

Cierro los ojos y mi mano baja derecho a mi estómago.

—¿acabas de llegar? –asiento– ¿Estas bien? –Frunce el ceño y yo asiento de nuevo.

Lo único que quiero es meter mi cabeza en su cuello, inhalar su olor y quedarme ahí en silencio mientras consigo todas las palabras adecuadas para este accidente.

—¿Puedo pasar? –bufo con un hilo de voz.

—No sé que haces ahí fuera todavía. –Me dice esbozando una sonrisa.

—No me dio tiempo de digerir la propuesta. –Le digo tratando de que no se de cuenta que algo me pasa– ¿Que hiciste de comer? –Preguntó dándole un beso en los labios– y ¿cómo convenciste a mi papá?

—Se convenció cuando vio el buen partido que soy para su hija. –Me dice sonriente– Ven, –toma mi mano guiándome hasta La Cocina con rapidez– Cierra los ojos. –Me pide y obedezco– Abre la boca, quiero que pruebes.

Abro la boca cuando me lo pide y pruebo lo que creo es salsa de camarones. A mí papá le encantan los mariscos así que es punto a favor de Jamie. Saboreo y abro la boca por más, entonces mete un poco de arroz, está caliente y me parece que tiene pimienta.

—Aún falta algo más. –Dice– No abras los ojos.

—Bueno. –Le digo riéndome.

Pruebo un sabor dulce amargo de lo que creo es un pie de limón. Automáticamente me revuelve el estómago y se mezcla con todos los sabores que probé antes. Termino de tragar y abro los ojos intentando de controlar mis ganas de vomitar.

—¿Y? –Pregunta.

Dakota respira.

—Buenísimo. –le digo– ¿Quieres que ponga la mesa?