All I Ask [2] || Dakota Johnson & Jamie Dornan

XV

Dakota

Belfast.

Dos días después.

—Jamie. –susurró en su oído– Jamie. –Beso este y lo miro acomodarse en la cama.
—Mmm. –Gesticula.
—Despierta. –Le digo despacio– Dormilón.

Jamie parpadea un par de veces y me mira volteándose rodeándome con sus brazos.

—¿Estas bien? –Pregunta.
Asiento y lo beso. –Dylan tiene hambre.
—¿Dylan? –Frunce el ceño.
—Acabo de escogerlo. –Le digo encogiéndome en sus brazos– Dean es muy simple ¿no?
—¿Para eso me despertaste? –Me dice mirándome fijamente.
—¿No te gusta el nombre? –arqueo una ceja– Puedes volver a dormir si quieres.

Me volteo dándole la espalda y Jamie vuelve a rodearme con sus brazos ciñéndome a su cuerpo.

—Me encanta el nombre. –susurra– Pero no es algo que me quite el sueño, con el solo hecho de saber que está sano, que es nuestro y que va a llegar bien a este mundo, no puedo ser más feliz. –Comenta– Lo amo, se llame como se llame.
—Yo también. –agregó y besa mi cuello.
—Entonces, ¿Dylan tiene hambre? –asiento– Bueno, eso hay que arreglarlo.

Jamie se levanta de la cama rápidamente y me obliga a mirarlo. Su torso descubierto y perfectamente marcado con esa sombra de bello en el cetro de este, me abre el apetito pero no exactamente de comida.

—Mejor vuelve a la cama. –le digo tocándolo con la punta de mi pie en su vientre.
—Pensé que Dylan tenía hambre. –dice riéndose con picardía.
—Creo que también despertó mi apetito. —tiró de su mano para que vuelva a la cama y me bese.

          

El sol entra por la ventana y sé que es algo tarde pero nuestro vuelo no sale sino hasta la madrugada, puedo permitirme dormir un poco más. Creo que Jamie se levanto ya hace bastante porque lo sentí. El estar cansada y embarazada no ayuda a querer que me levante de la cama pero por suerte, mi mamá está aquí y se llevo excelente con el papá de Jamie y su mujer.

Lo bueno de haber crecido en una familia como la mía es que aprendes a aceptar a cada miembro de los que la componen, mi mamá quiere a las niñas de Jamie como  si fueran sus nietas y aunque no pudieron estar aquí está semana por razones obvias, sé que pronto podremos convivir todos juntos porque Melanie quiere a Jamie como si fuese su hijo. Aún con los ojos cerrados puedo verla brillándole sus ojos cuando nos ve; supongo que ella también está enamorada de nosotros.

Siento que la puerta se abre pero no tengo ganas de abrir los ojos así que termino abrazando la almohada. La presencia se sienta en la cama porque siento su peso decaer sobre el colchón y una mano muy pequeña acaricia mi rostro por el borde del cabello haciendo que abra los ojos.

-          Dulcie. –Parpadeo un par de veces para acostumbrarme a verle esos hermosos ojos que tiene que están brillando todo el tiempo y que además me llenan de ternura.