Día a día que pasaba, Albert y Sophia iban reforzando su amor.
Las caminatas por la propiedad, por las tardes; hacía que entre ellos hablaran de su vida y su futuro.
Las hermanas de Albert se hicieron muy amigas de Sophy ya que las tres tenían la misma edad.
La madre de él, comenzó a quererla como una hija más; ya que Sophy era muy dulce y educada.
Se notaba que su madre había hecho un buen trabajo enseñandole todo lo referente a la etiqueta y la buena educación, ya que nunca hacía ningún exabrupto como sus hijas.
En ese sentido, le tenía envídia a la marquesa, ya que logró hacer una dama muy refinada; aunque no la tratase bien como una madre debe tratar a su hija.
Ella con sus hijos siempre fué muy abierta con lo referido a sus sentimientos; nunca los trató mal, ni los humilló en público.
Por eso sus hijos la aman tanto y de ella, nunca pero nunca tendran nada que reprocharle; se sentía orgullosa de su trabajo para con ellos.
Una mañana Irene y Helen despertaron a Sophy temprano; para ir al pueblo a comprar su vestido de novia y algunos trajes más, ya que el próximo sábado; en la mansión habría un baile anunciando su compromiso.
-Vamos Sophy, levantate rápido, que tenemos que ir al pueblo de compras.
-No, un ratito más Helen, hoy tengo sueño.
-No!! vamos, que es lejos y después la tienda de lady Tania; se llena de mujeres y no vamos a poder elegir bien las telas de tu vestido de boda y como van las envidiosas del pueblo; no quiero que sepan nada de los diseños para tus vestidos.
-Bueno, me doy un baño para despavilarme y bajo a desayunar y salimos, está bien?
-Si pero, apúrate- dijo Irene.
Marly entró para ayudar a Sophy y le preparó un vestido rosado con un lazo en la cintura y la peinó con una coleta, para que esté cómoda.
-Señorita, que emoción, hoy irá a elegir su traje de bodas.
-Quieres venir con nosotras; así le dices a la modista como me peinaras ese día y tú eres mi amiga tanto o más que ellas así que arreglate; que en un rato vamos al pueblo y quiero que tú también te elijas varios vestidos, ya que de ahora en adelante tú también vas a asistir a los bailes; ya que para eso te preparé todos estos años.
-No! como cree usted, que yo voy a asistir a esas veladas tan importantes y compartir con la gente aristocrática.
-Si lo hacemos bien, nadie se dará cuenta; hoy mismo hablaré con mi futura suegra para que esté al tanto de mi decición.
-No se moleste señorita, que yo no valgo la pena; para que los demás integrantes de esta casa me tengan que soportar entre ellos.
-Cállate!!! que aquí ellos no son como en mi casa; acá respetan a las personas y todos te quieren mucho; y a las mellizas como las peinas tan bonito; te aman y mi suegra le encanta hablar contigo de la realeza; de cuando tu abuela era doncella de la reina.
Sophia bajó a desayunar y Albert la miraba bajar las escaleras.
-Mis ojos no pueden ver a otra mujer que no seas tú; ya que eres tan hermosa que me alegra ser tu prometido.
-Buenoa días mi amor; cómo dormiste?
-Mal, porque no estabas a mi lado.
-Ven, ayudame a bajar; que a estos tacones los odio.
-Si milady; sus palabras son ordenes para mí.
-Ya basta de tanto arrumaco, que tus hermanas no somos de fierro y los envidiamos por tanto amor que se tienen. Ojalá que alguien nos ame así como tú amas a Sophia.
-Verás que sí Irene ya les va a llegar su principe azul como Sophy llegó a mi vida sin buscarla.
-Delen tortolitos que se enfría el desayuno y tenemos que ir al pueblo de compras.
-Si madre, ya vamos.
Albert y Sophia se dieron un beso de buen día y se sintieron muy amados el uno por el otro.
Desayunaron en familia y luego todas las damas se fueron al pueblo.
-Madre dile a lady Tanya que mande la factura de todos los gastos y que cuando esté todo listo; mande las cosas en un carruaje, que yo pago al cochero aquí.
-Albert, Marly también irá con nosotras al pueblo; puedo comprarle unos vestidos a ella también. Aparte quiero hacerla mi pupila para ver si consigue marido; ya que siempre la entrené para que sepa defenderse en la alta sociedad.
-Haz lo que tú quieras; pronto seras la condesa y puedes apadrinar a ella o a quien desees.
-Eres un santo, por eso te amo tanto.
Llegaron al pueblo de Jersey y las mellisas no pararon de hablar un sólo minuto.
-Vamos niñas bajen; ya que no tenemos todo el día.
Entraron al salón de laidy Tanya y ella las recibió a solas para que pudieran tener más intimidad.
Primero eligieron las mellisas, luego Beatrice su madre y por último le tocó el turno a Marly.
Hablé personalmente con Beatrice, mi futura suegra y le comenté mis planes para con Marly y ella estuvo deacuerdo.
-Bueno laidy Sophia; digame cómo desea que sea su vestido de novia.
-Yo no sé nada que está a la moda para las bodas.
-Entonces que le parece si le muestro algunos bocetos que siempre hago y elije alguno que le agrade.
-Si cariño, anímate y ve con Tanya, que ella sabrá lo que más te conviene para tu cuerpo para que estes hermosa.
-Ven Marly que así le dices a lady Tanya el peinado que piensas hacerme.
-Bien pensado; es la primera novia que también piensa en los detalles del cabello.
Ese día lo pasamos genial, la salida entre mujeres fué una experiencia que nunca había vivido.
Al regresar a la casa las estaba esperando Albert con Harry ya que le había pedido permiso de cortejar a Marly.
-A ver mis reinas, señorita Marly; compraron toda la tienda.
-No exageres hermano.
-Si siempre se traen todos los vestidos de lady Tanya.
-No sabes que hermoso es el vestido de Sophy- dijo Helen.
-Callate Helen, que Albert no puede saber nada del vestido de novia-dijo Irene.
-Perdón, no me dí cuenta.
-Bueno vamos a tomar un refrigerio que fue un día agotador hoy.- dijo su madre.
-Te sentiste cómoda en lo de lady Tanya, amor mío.
-Siiii !!! Esa señora tiene unas manos de oro; hace unos trajes hermosos y le gustó que haya llevado a Marly para convinar con el peinado.
-Toda tu familia es un regalo del cielo y aquí soy muy felíz.
-No extrañas a tus padres?
-No.
-Si lo deseas cuando nos casemos podemos ir a visitarlos.
-No! Ellos no se merecen que yo me preocupe más por sus vidas; que se quéden allá solos.
-Estas segura princesa?
-Si! ahora tú y tu familia son lo único que me importa.
-Cada día te amo más.No olviden votar y comentar.
Gracias.
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ALBERT Y SOFHIA, UNA PAREJA DISPAREJA
Historical FictionEra el año 1815, cuando Albert Douglas se convirtió en conde de Jersey. Su primer ácto público, como conde, fue asistir a la fiesta de cumpleños de lady Sophia Miller, ya que sería en la mansión de campo de Enzo Miller. Albert era un hombre bajo de...