13- "Una noticia inesperada"

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A las nueve de la mañana Marly fué a despertar a Sophia como cada mañana pero ella estaba tan cansada que no podía despertar.
-Señorita; vamos que hoy es su boda y debemos prepararla para que esté radiante.
-Un poquito más, que estoy muy cansada.
-Aquí le traje el desayuno y luego se da un baño bien relajante, con las sales aromáticas que más le gustan, con pétalos de rosas y jazmín así su cabello olerá rico.
-Mmmmm! un poquito más.
-No! Que su suegra ya preguntó por usted y quiere verla en la salita azul cuando este presentable.
-Bueno desayuno, me baño y luego bajo.
-Le traje un jugo de naranjas con tostadas y un café bien cargado así se despeja.
-Que rico!!!.
Y al olerlo le dió ganas de vomitar sin haber desayunado; salió corriendo al baño y su estómago quedó todo revuelto.
-Se siente bien señorita?
-Si ya me siento mejor, ya salió toda la cena.
-Quiere que llame al médico?
-No deben ser los nervios por la boda.
Sophia se fué a dar un baño bien relajante y comenzó a sentirse mal otra vez y cuando salió de la tina; se mareó y cayó al piso; estaba sóla en ese momento y cuando Marly volvió la encontró pálida y desmayada.
-Ayuda por favor, que la señorita Sophia está desmayada en el baño- gritaba por el pasillo para ver si alguien la ayudaba.
-Qué pasa; qué son esos gritos?-dijo Beatrice.
Albert entraba a la casa ya que estaba en el establo con Apolo dando un paseo.
-Qué sucede madre que desde afuera se escucha a Marly gritar.
-No sé hijo; vamos a averiguar que pasa arriba.
Los dos subieron al cuarto de Sophia y para eso Marly ya la había levantado.
-Qué pasa niña que gritabas?
-Mi señorita se desmayó y antes vomitó todo lo de la cena.
-Traeme las sales; a ver si con eso reacciona; apúrate hijo.
-Si voy; dónde estan?
-En mi tollet; en mi habitación.
Albert salió corriendo y se tropezó con un mueble del pasillo y se cayó.
Fue directo al cuarto de su madre y en el baño encontró las sales y las llevó para que Sophia reaccione.
-Aquí estan madre; cómo está?
-Todavía no lo sé; ahora debe reaccionar oliendo esto.
-Ya está despertando mi señorita.
-Sophy qué te pasó-dijo Albert.
-Qué pasó que me duele tanto la cabeza?
-Te desmayaste mi amor y estuviste varios minutos así.
-No recuerdo nada; sólo se que estaba en la tina y me paré y luego no se nada más.
Albert manda a llamar al médico inmediatamente.
-No es necesario.
-Si porque te diste tremendo golpe en la cabeza y la tienes lastimada.
-Justo hoy que es nuestra boda me pasa esto!!!
-No te preocupes si es necesario suspendemos todo y nos casamos cuando te sientas bien.
-Noooo!!! por favor!!!
A las dos horas llegó el médico y Harry lo acompañó al cuarto de Sophia.
-Permiso señorita; llegó el doctor.
-Pase doctor; hoy se ha desmayado y también vomitó toda la cena de anoche.
-Por favor nos puede dejar sólos que necesito revisarla.
-Si, claro; Marly quedate con ella por si el doctor necesita algo.
-Si milord, no se preocupe.
Albert y su madre salieron y fueron al comedor a esperar noticias del médico.
-A ver señorita no se asuste, pero tengo que revisarla.
-Si claro.
El doctor la revisó y notó que el vientre de Sophia estaba algo abultado.
-Por favor nos puede dejar a sólas con lady Sophia?
-Si por supuesto- Marly salió y bajó y ellos estaban esperando noticias.
-Qué pasa que has bajado?
-No sé, el médico me pidió salir.
-Señorita cuando tubo su último período?
-Hace dos meses por qué?
-Porque me parece que está usted esperando un bebé. Ya que su vientre está abultado y como ya había bajado mucho de peso ahora se le nota diferente y esos sítomas son de una mujer en la dulce espera.
Ha usted estado con el conde Albert en la intimidad?
- Sí; que verguenza doctor qué pensará de mí?
-Yo no tengo nada que juzgarle; sólo debo decirle la forma en que debe cuidarse.
-Y ahora qué hago; hoy es mi boda?
-Nada, esperar a su hijo en el mejor estado de salud y ahora vé porque tenía que bajar de peso; ahora sí está bien de salud para afrontar el embarazo; ya que como usted estaba, los perjudicados serían usted y el niño.
-Qué hago, se lo digo a Albert?
-Yo creo que debería.
-Me acompaña a decirselo ahora?
-Si, ya lo llamo.
El doctor fué a buscarlo.
-Señor, puede venir por favor?
Albert subió la escalera de a dos escalones para ir más rápido.
-Qué pasa doctor?
-Pase, tenemos que hablar.
Albert se sentó al lado de Sophia y le tomó la mano.
-Bueno, la señorita Sophia no está enferma pero tiene un pequeño atraso y creo que dentro de ocho meses usted será padre.
Albert se paró de golpe y miró a Sophia y no entendía nada.
-Qué ha dicho?
-Que seremos padres mi amor, estoy esperando un bebé.
-Si eso escuche; pero cómo pasó esto?
-Tengo que explicarle lo que pasa, si dos personas hacen el amor.
-No doctor, ya se bien lo que pasa; pero si fueron pocas veces que estuvimos juntos.
-Sólo basta una vez, para embarazar a una mujer.
Albert miró a Sophia y le regaló una sonrisa.
-Amor, cómo te sientes?
-Estás enojado por esto?
-Claro que no, mi amor; estoy sorprendido y muy feliz.
-Ay! me asustaste, pensé que no querrías casarte hoy.
-Cómo podría rechazarte? si te amo con todo mi corazón y más ahora que vamos a ser padres.
-Bueno yo me retiro y la espero dentro de un mes en mi consultorio para su control del embarazo.
-No se preocupe doctor; que iremos en un mes; puede ir de luna de miel?
-Claro, pero cuidandose.
-Gracias doctor por ayudarme a decirle a Albert.
-Los dejo para que puedan arreglarse para la boda.
-Supongo que va a venir esta tarde a la iglesia y a la noche a la recepción con su esposa.
-Si vendré a la noche pero sólo ya que estoy soltero.
-Bueno, hay que encontrarle novia al doctor.
-Uy! Señorita se cuidarme sólo muy bien. Hasta la noche.
El médico se retiró y ellos quedaron sólos en la habitación.
-Qué hacemos se lo decimos a mi madre?
-No sé, ya que hoy nos casamos, podemos ocultarlo así no piensan mal de mí.
-No créo que ella haga eso.
-Como quieras pero muero de verguenza.
-No te preocupes que yo hablo con ella ahora mismo.
-Bueno yo me voy a ir arrglando así terminamos pronto y nos vamos al viaje.
Albert salió pero antes le beso su pansita y le habló a su hijo.
-Cuida a mami que hoy está un poco descompuesta y mi niño ya te amo.
Luego la besó con pasión y la abrazó.
Albert bajó y fué a hablar con su madre. La llamó a su despacho.
-Permiso hijo me mandaste a llamar?
-Si madre pasa que tengo que hablar seriamente contigo.
-Qué pasa; Sophia esta muy enferma.
-No, enferma no es la palabra.
-Entonces qué pasa?
-No se como decirtelo pero ahí va.
Vas a ser abuela en ocho meses!!!!
-Cómo, qué cosa?
-Sophia y yo tubimos encuentros amorosos y resultó que ella está embarazada y es por eso que hoy se descompuso.
-No te dá verguenza haber desonrado a tu futura esposa; no pudiste aguantarte un poco si ya sabías que se casaban?
-Madre no me retes los dos estuvimos deacuerdo en hacerlo y no aguantamos.
-Un día vas a matarme de un disgusto Albert Douglas.
-No pensé que podía pasar esto.
-Y qué creiste que los niños vienen con la cigueña?
-No pero; ya está y no se puede sacar.
-Y Sophy como está?
-Bien, el doctor le dijo que se cuide y que en un mes tiene que ir a la consulta.
-Menos mal que en un rato se casan, así nadie sospecha nada.
-Si y con las malas lenguas del pueblo hay que evitarlas.
-Voy a ver a mi nuera y a mi nieto.
-Si ve porque Sophy está preocupada de que te enojes con ella y la rechases.
-Eso nunca pasaría y te felicito aunque hubiera deseado recibir esta noticia dentro de algunos meses; pero ya está en camino y ahora hay que cuidar a Sophia y no sobresaltarla para que ella y tu hijo estén bien.
Ven granuja acercate que quiero darte un fuerte abrazo.
-Gracias madre por siempre estar a mi lado.
-Voy con Sophy.
Y las mellisas entraron de golpe; porque estaban escuchando tras la puerta.
-Hermano vamos a ser TIAS-dijeron al unisono.
-Qué estaban escuchando tras la puerta?
-Nosatras; noooo!!!
-Vengan mentirosas, vamos a ver cómo está Sophy?
-Si madre vamos y la saludamos- dijo Irene.
-Que lindo un bebé en la casa, lo voy a llenar de besos cuando nazca.-dijo Helen.
Las tres subieron a saludar a Sophia.
- Permiso mi niña; podemos pasar?
-Pasen.
-Sophy vas a ser madre que hermoso.- dijo Betrice y la abrazó como una madre ama a su hija cuando se entera de su maternidad.
-Pensé que se enojaría al enterarse.
-Si al principio me enojé con Albert porque no te cuidó; pero después me alegró que confiara en mí y me lo contara rápido. Y cómo te sientes?
-Muy asustada porque nunca pensé quedar embarazada sin estar casada.
-Menos mal que en unas horas se casan así las chismosas no tienen tema de que hablar en un tiempo y cuando nazca diremos que nació antes así nadie sospecha que vino de apuro.
-Sophy te felicito; estoy muy feliz con la noticia. -dijo Helen.
-Gracias y si es niña o niño espero que sea tan bueno como ustedes que me han adoptado.
-Mi nueva hermana; ven que quiero darte un fuerte abrazo y darle un besito a mi sobrino.- le dijo Irene.
-Gracias a las tres y no me hagan llorar que se me van a inchar los ojos.
Las cuatro se abrazaron y disfrutaron la nueva noticia.

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ALBERT Y SOFHIA, UNA PAREJA DISPAREJADonde viven las historias. Descúbrelo ahora