34- " El amor lo puede todo"

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El viaje ayudó a que entre ellos fuesen acercandose cada vez más.
Los niños jugaban en la playa cuando Sophia se sintió un poco mareada.
Al no saber que sucedía, creyó que con el sol se había insolado.
Por suerte Albert logró que sus lazos maritales volvieran a fluir y se amaron cada noche con tranquilidad y la ayudó a sentirse segura de sí misma.
Hasta que una noche fue algo diferente y se amaron diferente.
Las caminatas por la playa y las charlas cada vez más subidas de tono ayudaron para que se amaran con pasión y lujúria.
Otro día fué al baño y se desvaneció y la encontró su doncella y muy asustada llamó al conde; que la subió a su cama y mandó traerle un té.
No deseaba tomarlo y tuvo mauseas y Albert comenzó a sospechar de su estado.
-Querida Sophy desde cuándo te sientes así de mal?
-Desde hace como un mes desde que vinimos de vacaciones.
-Y te ha venido tu regla éste mes?
-No se, no me acuerdo desde cuando no la tengo.
-Mañana iremos al médico a que te revise y nos diga si estás embarazada.
Sophia tomó su cara con sus manos y se asombró de sólo pensarlo.
A la mañana siguiente fueron al doctor y les dió la gran noticia, serían padres nuevamente.
Los dos se abrazaron y ella preguntó si pasaría lo mismo como con su otro embarazo.
-No condesa, a este bebe no le pasará nada si se cuida mucho y come sanamente.
En ocho meses seran padres de un bello niño y será muy sano, no tengan miedo; puede hacer una vida normal y antes que me pregunte usted milord; sí puden tener intimidad pero muy tranquilamente ya que es una vida nueva la que se está gestando y hay que cuidarla.
Luego de unos días partieron rumbo a Jersey para esperar la llegada del nuevo integrante de la familia Douglas.
Estaba terminando el otoño cuando Sophia comenzó con el trabajo de parto.
Albert estaba tan nervioso que toda la familia trataba de calmarlo.
Iba y venía delante de la puerta del cuarto de Sophia cuando escuchó un llanto agudo.
Salió su madre y le comunicó que había nacido su tercer hijo y que era una niña.
Se desvaneció de la emoción y el médico tuvo que atenderlo y animarlo.
-Se despertó en su habitación con el estaba su madre a su lado.
-Que verguenza hijo, hasta Sophia fue más valiente que tú y ha traído al mundo a tu hija sin desmayarse y ahora esta amamantandola y te está esperando.
-Desde cuando estoy aquí?
-Desde hace una hora hijo.
-Voy a ver a mi esposa y a mi hija, madre.
-Si ve, que ellas te necesitan.
Albert golpeó con cuidado y de la verguenza no se animaba a entrar.
-Ven amor mío, que tu hija quiere conocerte.
Se acercó y al verla sintió un amor eterno por su pequeña.
-Es muy gordita, con razón estabas tan rellena en el embarazo.
-Si y es igual a tí tiene tus mismos ojos.
-Y tiene tu bella boca que tanto amo besar.
-Albert! no es el momento para eso.
-Pero es hermosa y muy risueña, mira su sonrisa.
-Ven, tómala en brazos y siente su olorsito a bebe que tanto amo.
La tomó en brazos, comenzó a mecerla y a cantarle una bella canción de cuna.
Sophia lo miraba obnuvilada y amaba esa escena de padre e hija.
Pronto la bautizaron y sus padrinos fueron su hermana Marly y su esposo.
Su nombre fue Agnes Beatrice Douglas en honor a la marquesa y a la condesa, madre de Albert.
Sus hermanitos estaban un poco celosos pero Sophia supo enseñarles a amar a su pequeña hermana.
Dos años más tarde Sophia tuvo otro bebé y esa vez fue varoncito y lo llamaron Jackson Frederik Douglas.
La familia siguió unida y feliz; nunca más se separaron y vivieron juntos por siempre.
Los años pasaron y los hijos ya habían crecido, cuando un día, una triste noticia oscureció toda la mansión.
Sophia había muerto luego de una larga y muy dolorosa enfermedad.
La felicidad que le regaló todos los años de su matrimonio no llenaba el inmenso dolor que Albert sentía, ese día tan nefasto.
Se hundió en una profunda soledad, que ni a sus hijos dejaba que lo ayudaran.
Sharon con veintiun años y ya siendo una señorita muy educada supo que su padre necesitaba ayuda urgentemente.
Habló con sus hermanos Alex, Agnes y Jackson y decidieron llevarlo a Londres para descansar y para que olvidase un poco a su madre.
El viaje estuvo un poco tormentoso porque llovió los tres días; pero al llegar a Londres salió el sol y eso significaba un nuevo comienzo.
Sus hermanos se adelantaron y ayudaron a acondicionar la mansión de Londres.
Agnes ya siendo una adolescente y como su presentación en sociedad había sido suspendida por la enfermedad de Sophia; tuvo la idea de pedirle a su padre una fiesta para su cumpleaños.
Alex tuvo que asumir la responsabilidad de los negocios familiares, porque Albert se deprimió tanto y abandonó a su familia.
Su madre que ya era una ansiana, estaba muy preocupada por su hijo.
Sus hermanas se mudaron a Londres con sus familias para ayudar a los hijos de Albert en los problemas diarios.
Los hijos de Sophia supieron muy bien sobrellevar la casa y los negocios.
Irene, Hellen y Sharon organizaron la fiesta de cumpleaños de Agnes y lady Fifi realizó el hermoso vestido.
Irene le contó a Agnes que cuando ellas tuvieron su fiesta de presentación en sociedad, su abuela Beatrice las ayudó a elegir una joya familiar.
-Mi pequeña sobrina qué hermosa has crecido- Irene la miraba con ternura- si tu madre te viera tan hermosa.
-Agnes eres toda una señorita y como toda una niña Douglas tienes que ser siempre muy educada y para eso tu madre les enseñó tantos años para no ser irrespetuosos como nosotras.
-Tía no seas así, ustedes siempre me han ayudado y mi madre nunca dijo eso de ustedes.
-Ya lo se, corazón, Sophia fue una gran amiga, que siempre estará en nuestro corazón. -lágrimas caían por el rostro de Hellen.
-Basta de ponernos triste, que mamá nos mira desde el cielo y se setiría feliz si honramos su memoria, si siempre estamos todos unidos.-dijo Agnes.
Albert escucho esa conversación y entró a la habitación y abrazó a sus hijas y luego agradeció a sus hermanas por guiarlas por el buen camino.
La fiesta de Agnes se realizó sin inconvenientes y allí Sharon conoció a un joven muchacho llamado Paul Northon, que nadie conocía en Londres.
Era el hijo de Josephin, la niñera y un rico y viejo visconde.

Fin.

Espero que les haya gustado y nos vemos en el próximo libro.

Les agradezco por haberlo leído y nos vemos pronto.
....AMANDA...

Los veo en mi próximo libro:  "No sueltes mi nano 1", está en mi perfil, pueden descargarselo de ahí, es diferente a este, pero está hecho con muchisimo amor, mil gracias por acompañarme en cada capítulo, los espero.

Los veo en mi próximo libro:  "No sueltes mi nano 1", está en mi perfil, pueden descargarselo de ahí, es diferente a este, pero está hecho con muchisimo amor, mil gracias por acompañarme en cada capítulo, los espero

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Ya comenzó la segunda temporada de NO SUELTES MI MANO 2, si tienen ganas de leer sobre un amor que sobrepasa los problemas y el tiempo las invito a bajarlo de mi perfil.

Ayudenme a divulgar mis obras, a leerlas para que cada día sean más las que lleguen a mis escritos.

Un besote a cada uno por leer un poquito de mi corazón.

ALBERT Y SOFHIA, UNA PAREJA DISPAREJADonde viven las historias. Descúbrelo ahora