ALBERT Y SOFHIA, UNA PAREJA DISPAREJA

32 -" Una noticia muy agradable"

La doncella de Sophia fue a buscar a los mellizos para bajar la familia completa.
-Hola hermanita, tanto tiempo sin verte.
-Hermano que alegría de verlos juntos, ya se han reconciliado.- hablaba Hellen.
-Si y por suerte Sophia me ha perdonado y mi trabajo que me dió.
-Sophy que hermosa que estas esta noche, festejan algo especial?
Sophia miró a Albert.
-Si ibamos a festejar nuestra reconciliación y como llegaron ustedes la dejaremos para cuando estemos sólos porque es muy íntimo el festejo.
-Bueno, bueno, creo que vinimos en mal momento; si desean nos vamos y pueden festejar a solas.
-No seas tonta hermana, ya habrá tiempo para festejar y aparte hace tiempo que no estabamos en familia todos juntos y los niños ya los estaban extrañando.
-A ver mis amores vayan a
saludar a su tía Hellen y al tío Jeremy.- Albert llamó a sus hijos.
-Tía Hellen- Alex salió corriendo a abrazarla.
-Y tú Sharon no vas a darme un besito y un abrazo-la niña se escondía atrás de su padre.
-Ve hija, la tía quiere darte un beso; no le tengas miedo.-la alentaba para que la salude.
-Bueno papito.-se le acercó y muy tímida la saludó.
-Hola hermosa, soy tu tía y no asusto y te quiero mucho.
-Hola tía, soy Sharon.
-Si mi cielo ya te conozco, y este señor que está a mi lado es mi esposo, tu tío Jeremy.
Ven que deseo abrazarte y darte un lindo obsequio.
-Ve hija- le dijo Sophia.
Hellen le regaló un bello listón rosado, decorado con florsitas blancas.
-Te gusta princesa?
-Si tía es hermoso- la niña salió corriendo junto a su madre, para que le ponga el listón.
-Que lindo liston Sharon y justo es el color de tu vestido, ven que te lo pongo y estarás más hermosa.
Sophia le agradeció a Helen sin emitir sonido sólamente movió sus labios y Helen supo que se había ganado el corazón de su sobrina.
Sharon fue corriendo junto a su tía y le regaló un enorme beso ruidoso.
-Y para mí no hay regalo tía?-preguntó tristón Alex.
-Por supuesto que sí campeón -y el tío Jeremy sacó una gran caja de detrás del sillón.
-Qué es, qué es?-preguntaba el niño y saltaba de alegría.
-Ven a abrirlo.
Alex corrió a su lado y juntos rompieron el papel de regalo y la cara de asombro fué tal que todos se asombraron.
-Es un caballiiiito!!!, papito ahora tengo mi propio caballito para ir contigo.
-No mi cielo este es para jugar en casa, no para cabalgar de verdad; cuando seas más grande, papi te comprará uno de verdad y podremos ir a cabalgar juntos por el prado.
-Si papito, si, yo tengo mi caballo y tú solo un listóón. -Alex burlaba a su hermana.
-Alex!- Sophia retó a su hijo por hacer llorar a su hermana.
-Ven mi cielo, que aún falta tu otro regalo.- tía Helen sacó una gran caja y se la entregó a Sharon.
-Puedo mami?
-Si hija, ábrela.
-Veamos que hay aquí - dijo Helen y cuando abrió la caja y sacó su contenido, la pequeña Sharon no podía creer lo que sus pequeños ojitos veían.
-Una muñeca muy grande sólo para mí.- fué a abrazar a su tía.
-Te gusta cariño?
-Si tía.
-Pero ten cuidado que se puede romper porque es de porcelana y si se rompe te puedes lastimar.
-No tía la voy a cuidar mucho.
-Que se dice Sharon.-Sophia le enseñaba buenos modales.
-Gracias tiíta, es hermosa y se llamará Hellen como tú.
-oh! mi cielo, que feliz que estoy de haberte regalado la muñeca, sabes yo tenía una parecida y siempre me hizo companía.
La noche pasó sin inconvenientes y toda la familia compartió una cena en paz.
   

Ya falta poco para terminar mi obra prima, besitos.