Misterio [4]

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: : 20 años atrás : :
(1996)

"¿Dónde está mamá?"

Un par de fríos ojos castaños se posan sobre la silueta del pequeño Brian al final de las escaleras, causándole terror.

"¿Por qué la pregunta?"

La voz que le responde desde la sala hace que un escalofrío recorra cada centímetro de su pequeño cuerpo.

"Y-Yo. . ." Tartamudea, tratando de mantener sus manos quietas detrás de él.

"Déjame adivinar." Interrumpe el hombre. "Tienes hambre." Concluye, colocando el periódico que leía previamente sobre la mesa al centro del cuarto.

"S-Sí." Admite Brian sin atreverse a quitar la mirada del piso, observando los dedos de sus pies mientras éstos se enroscan y estiran sobre la madera.

Una sonrisa impecable se forma en el rostro de su padre, quien se acerca a él en la oscuridad.
Después de tomar su mano, guía al niño de cinco años a la cocina.

Una vez ahí, Brian busca a tientas la barra, se sienta en ella y mira con detenimiento el rostro de su padre cuando la luz del congelador lo ilumina tenuemente.

Las expectativas de Brian crecen excesivamente al pensar que comerá helado o alguna golosina. Sin embargo, éstas desaparecen tan pronto como aparecieron al identificar que la bolsa de plástico que su padre tiene en las manos contiene ninguna de las opciones que había considerado.
En cambio, dentro del plástico hay carne de res cruda.

Las diminutas manos de Haner se vuelven puños, la ansiedad toma lo mejor de él. Y es por una buena razón.
Hay un brillo en los ojos de su padre que él puede identificar incluso en las tinieblas. Tal luz indica sufrimiento. No para el mayor por supuesto; él respondería una definición diferente si le preguntas.

El adulto saca un plato impecable de la alacena y sirve en él una albóndiga que ha formado con sus grandes manos.
"Come." Indica, su postura tan autoritaria que obliga a que el débil niño no tenga otra alternativa mas que seguir sus instrucciones.

Aún con miedo, Brian toma la carne y le da una pequeña mordida.

Sin embargo, esto no es suficiente para su padre.
"Tienes hambre, ¿no? Entonces come." Dice, lanzando otro par de albóndigas sobre el plato con dureza.

Su hijo se sobresalta, obligando a sus manos a acercar la comida una vez más a sus labios partidos.

Aunque logra tragar la primer albóndiga, su estómago no lo soporta, haciéndole vomitar sobre sus pantalones de dormir.
El hombre frunce el ceño antes de tomar al pequeño del brazo y llevarlo toscamente al sótano.

Wrecker | Syn Gates ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora