: : 19 años atrás : :
(1997)Ahí se encontraba el pequeño Brian, mirando desde una ranura que ha encontrado entre las barras de madera que conforman el piso de su habitación.
El orificio lo había encontrado tan solo un par de días atrás, pero nunca lo había podido usar hasta ahora.
La única luz proviene de la habitación que se encuentra inmediatamente abajo de la suya; el comedor.
Es por esto que no logra ver con exactitud el rostro de aquellos dos hombres que acompañan a sus padres.Tras concluir que no logrará divisar algo en específico, decide recostarse de lleno y pegar su oído al piso; no sin antes vigilar por un segundo que su hermana siga dormida.
Escucha palabras extrañas que no entendería de no haber sido por la exigente educación que pretendieron sus padres. Porque, a pesar de no comprender todo lo que sucedía, logró rescatar algo más que le hiciera creer en ese entonces que había una razón por la que estaba vivo.
Sus padres ayudarían a salvar vidas.
: : Noviembre del 2016 : :
Ella se siente como una completa idiota.
Tanto era su entusiasmo al salir de su departamento por la mañana que jamás consideró lo que sucedería en cuanto entrara al set de grabación.Viste su mejor ropa, su maquillaje está mejor que nunca, es la mujer que más arreglada y hermosa a -por lo menos- un kilómetro a la redonda.
El problema es que no debería ser así.
Porque ya no necesita hacer todo eso por su cuenta. Al ser parte de un programa distinto, Sydney cuenta con un asesor que le tiene ropa preparada para cada grabación, además de un par de maquilladoras.Era bastante obvio, a decir verdad.
Y esta inminencia le hace pedir a la tierra que se la trague de una vez; porque ni si quiera se le ocurrió al hablar sobre su ascenso con Amy ayer por la tarde.Ahora sólo tiene dos opciones a su disposición; aunque ella solo pueda ver la más fácil.
Las miradas duras de la gente a su alrededor, así como los murmullos que se dirigen una que otra compañera suya le hacen dar un paso atrás con inseguridad.Sin embargo, justo antes de que Sydney pueda salir corriendo, una mujer la toma de la mano y la jala sutilmente hacia enfrente.
-Por Dios, te dije que esperaras otro momento, ya se te desacomodó el peinado -Dice con fiereza sin detenerse hasta llevarla a un cuarto alejado del resto de las personas.
En la puerta, Sydney alcanza a leer su nombre; y eso le desconcierta mucho más que la súbita aparición de la que ahora le acompaña en la habitación iluminada.
La desconocida suspira mientras pasa la parte exterior de su mano por su frente en señal de cansancio exagerado. Después, invita a la novata a tomar asiento en una silla giratoria frente a un gran espejo.
Wackerman obedece, un gesto de confusión aún en su rostro.
-Cariño, te ves hermosa. Pero no vuelvas a hacer esto, ¿quieres? Mira, la historia va así -aclara la garganta y coloca sus manos sobre los hombros de la próxima conductora- llegaste súper temprano hoy y te arreglé justo cómo estás ahora. Tuve que salir por un momento y decidiste dar una vuelta por el set, pero terminaste un poco desubicada, ¿entendido? -Pregunta, arqueando una ceja y mirando el reflejo de ambas en el espejo.
Sydney asiente un par de veces. Sus músculos se relajan en cuanto la mujer da un paso atrás, permitiéndole respirar hondo y enfocarse en la pregunta que en realidad importa.
-Disculpe, ¿quién es usted?
Una fuerte risa inunda la habitación.
La mujer a sus espaldas trata de incorporarse mientras recoge su cabello rizado en una cola de caballo, sin embargo, transcurren unos segundos más antes de que logre calmarse.-Debí suponer que Nathan no te diría absolutamente nada. Soy Signe Hansen, la mayoría no puede pronunciar mi nombre, así que me llama por mi apellido; dime Han. Soy tu asesora de modas, lo que quiere decir que yo decido qué usas, cuándo lo usas y para qué. Aunque, a decir verdad, parece que hoy no tengo trabajo por hacer.
La recién llegada se levanta de la silla y gira para ver a Signe a la cara, tratando de descifrar si aquello último que dijo fue sincero o no.
Al no ver rastro de sarcasmo, termina por sonreír.
-Gracias.
Signe suspira, sus ojos azules fijos en el piso mientras niega con la cabeza lentamente.
-Ve, se te hace tarde. -Indica, dando un paso al costado para permitirle a Sydney la salida.
-Gracias -responde por lo bajo, ruborizándose al comprender que ha repetido un agradecimiento.
La más joven está por abandonar la habitación cuando Han dice una última cosa.
-Ánimo, te querrán destruir allá afuera.
Y, en cuanto Sydney llega a casa ese día, puede jurar que aquella apresurada mujer de piel pálida realiza viajes por las noches volando sobre Los Santos en una escoba.
Porque tras su extraño encuentro no solo le fueron dirigidas miradas fuertes ni susurros descarados, oh no. Los comentarios humillantes y las indirectas hirientes aparecían cada tres segundos. Tal parecía que Wackerman vestía grandes zapatos y ropa colorida en lugar de lucir un espectacular vestido azul marino.
Al encontrarse sola en su departamento llega a odiarse mucho más que cuando estuvo en medio de la algarabía del estudio.
Agradece al menos el haber llegado a casa en una pieza por fuera, porque por dentro está hecha pedazos.
Amy se encuentra fuera una vez más y, por primera vez, eso no le molesta en lo absoluto. Sydney desea sacar toda esa rabia que se acumuló dentro de ella durante tres horas de grabación.
TRES HORAS.
Uno creería que tras escuchar los mismos insultos una y otra vez durante tanto tiempo una persona cualquiera se hartaría hasta tal grado de ignorarlos.
Pero ella no es una persona cualquiera; por lo que hasta el más mínimo gesto le afectó.
Rendida, termina por tirarse sobre su cama sin siquiera desear cambiarse de ropa.
Su celular comienza a vibrar dentro de la bolsa que se encuentra recargada contra ella.
El ruido continúa, haciéndole pensar que probablemente no tuvo señal en todo el día y que por ello todas las notificaciones le están saturando el dispositivo.Lamenta su existencia durante un poco más hasta que, de pronto, una energía extraña la invita a revisar su teléfono. Porque tal vez Han haya encontrado la forma de mandarle un mensaje diciéndole que puede retroceder en el tiempo.
Así que, llena de esta curiosidad infantil, Sydney busca con desesperación su celular que aún vibra un par de veces más en sus manos.
Revisa mensaje por mensaje, notificación por notificación hasta llegar a un email de un correo que reconocería aunque perdiera la memoria.
Y el texto que le prosigue es capaz no solo de hacerla sonreír en medio de un llanto atroz, sino también de juntar los pedazos que quedaron de ella después de sus horas de trabajo.
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Wrecker | Syn Gates ✔️
Gizem / GerilimWrecker /'rekər/ Persona que arruina, daña o destruye. El frío en un ser humano existe por la eternidad que ha pasado en solitario. Se dice que un año es suficiente para cambiar ideologías, pero es cuestión de cada quién el descubrirlo. Después de t...