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POV Ryeowook

—¿estás jugando conmigo?, porque si es así te sugiero que dejes de hacerlo.

—¿qué te sucede?

—solo quiero saber hasta cuando tiempo más seguirás jugando conmigo.

—Kyuhyun, no tengo ni la menor idea de lo que estás hablando...

Y así era, las cosas habían dado un cambio extraño en nuestra relación, desde aquel día que le pedí que retirara a Henry de la guardería, él evitaba todo lo que podía verme, ya ni siquiera trataba de acercarse a mí, y no digo que me gustara tenerlo siempre rondándome, pero en cierto modo me había acostumbrado tenerlo cerca, aunque me ganara las muestras de disgusto de Heechul y en especial de Sungmin. Pero no podía dejar pasar que de la noche a la mañana se comportara de esta manera, lo cual, para mí, era algo raro en él.

—contesta la pregunta —su mano aferraba con fuerza la copa de cristal que sostenía temiendo que en cualquier momento pudiera romperla—

—no sé qué diablos te pasa Cho Kyuhyun, pero hoy estoy demasiado cansado para soportar tus estupideces.

—y tú piensas que yo sí puedo soportar toda esta mierda —su voz en ningún momento subio de volumen, pero era claro que estaba furioso por algo que yo no sabía-

—Kyuhyun podemos dejar esto para otro día.

—y ¿cuánto tiempo más tengo que esperar para que me digas que estas comprometido con el idiota ese?

No sabía que decir, las palabras quedaron atoradas en mi garganta mientras que en mi cabeza se quedaba en blanco. No es quisiera ocultárselo, porque esa no era mi intención, aunque Heechul dijera que era así, pero debía reconocer que era algo que no deseaba que supiera, por lo menos no por ahora, si, era un maldito cobarde, pero era esta escena la que precisamente deseaba evitar, pero como siempre, desde que Kyuhyun volvió, todo se iba a la mierda en cuestión de minutos, por mucho que planeara bien las cosas.

—¿quién te lo dijo?

—¿acaso eso importa?

—no, pero...

—¿cuándo se suponía que me lo dirías? —levanto la mirada y ese brillo extraño en sus ojos desato sentimientos extraños en mi— acaso tenías planeado decírmelo cuando estuvieras dando el sí en el altar.

—Kyuhyun, es mejor que hablemos cuando estés más tranquilo y menos bebido.

—sabemos que eso no pasará, siempre encuentras una excusa para escapar de mí, pero hoy no será así, tenemos toda la noche así que habla.

Desde que me levante en la mañana, con la noticia de que Sungmin tendría que viajar al extranjero por unos días y que Hee llevaría a Henry de viaje a casa de los padres de Siwon, algo dentro de mi me dijo que debería haber tomado el primer vuelo disponible directo china, a casa de Zhoumi, con la muy convincente excusa que lo extrañaba, y aunque era verdad, solo era una de mis ideas de alejarme de todo cuando no tenía mi circulo de protección a mi alrededor.

La mirada de Kyuhyun seguía fija en mi mientras bebía de su copa, un escalofrió, que se había hecho costumbre desde que el volvió, me recorrió la espalda concentrándose en mi vientre, si, Heechul tenía razón, mi deseo por el hombre frente a mí era bastante real, y ahora que lo veía con los labios entre abiertos, su cabello castaño despeinado, con tres botones de su pulcra camisa blanca abierta dejándome ver la piel que en el pasado tantas veces saboree y ese brillo en sus ojos, que era una combinación peligrosa de deseo, dolor y alcohol, estaban elevando la temperatura de mi sala de estar varios grados. Sentía seca la boca, mi cuerpo temblaba un poco por todas las sensaciones y aunque deseaba abandonarme a todo lo que sentía aparte la mirada de él, me gire y me fui a la cocina necesitaba un momento para recomponer mi malogrado autocontrol, enfriar mi cabeza y sacarme la seductora forma en que sus ojos me recorrían el cuerpo.

Invierno (Kyuwook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora