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POV Ryeowook­

—Heechul, volvió a llamar exigiendo que te regresara a Seúl.

—Bueno ya sabes cómo es, no quiere perder el control de nada.

—deberías llamarlo, no crees.

—me ofendes, lo llame, siempre lo llamo en cuanto despierto.

—bien y porque esta como si no supiera de ti desde que viniste aquí.

—Si no fuera melodramático no sería Kim Heechul.

—en eso, Ryeowook, tienes razón.

Tome a Henry entre mis brazos y salimos en dirección al parque. Ya había un par de meses desde que vine a China con Henry, pueden decir que escape de toda la mierda que quedo después de mi matrimonio "felizmente" fallido, aunque no hubo que devolver nada ni pagar nada, y todo eso a que Heechul siempre estuve presente en todo, claro que era también el encargado de pagar todo, cosa que no hizo ya que nunca reservo nada. Decidí venir aquí después de que Zhoumi insistiera como consecuencia de haberle contado todo lo que paso y aunque al principio solo sería por unas semanas finalmente ya llevaba viviendo aquí un par de meses que de seguro se convertirían en un año ya que no tenía intenciones de volver aun, no porque estuviera ocultándome, si no que por primera vez desde que todo acabo con Kyuhyun me estaba divirtiendo siendo el dueño de mi propia vida.

El día estaba hermoso, los pájaros cantaban en las copas de los árboles, el sol brillaba en lo alto mientras que sus rayos se colaban por las ramas, la briza fresca hacia que bajara un poco la temperatura propia de la estación del año en la que estábamos y los hermosos ojos de mi hijo brillaban mientras jugaba rodando por el pasto que de seguro se quedaría pegado en su ropa, pero era algo que me tenía sin cuidado, Henry preguntaba día y noche por Kyuhyun, en poco tiempo él había tomado su rol de padre tan notorio que hasta el mismo pequeño lo había aceptado como tal desde el momento que lo conoció, así que no me sorprendía de que lo extrañara cada día desde que estábamos con Zhoumi y al decir verdad también me sentía culpable de privarlo de ver a Kyuhyun porque yo también lo extrañaba.

—bonito lugar donde te escondes Ryeowook. —y morí, definitivamente morí de un infarto—

—y-yo —solo vi la sonrisa gigante de mi hijo mientras Kyuhyun lo abrazaba con fuerza a su pecho—

—Ryeowook tuve que sobornar a todos los que te conocían para que me dijieran donde estabas, me volvi loco todos estos meses que no supe de uds, creo que eso y haberme tirado de rodillas frente a Heechul ayudaron a que hoy por fin pueda verlos.

—¿te pusiste de rodillas?, no te creo...

—bueno, si me crees o no, no vine aquí por eso.

—¿a que vienes entonces?

—a recuperar lo que perdí por idiota.

Después de estar en el parque y que Kyuhyun junto a Henry tuvieran su tiempo de calidad juntos que hizo que mi corazón saltara de alegría en mi pecho por algo que siempre imagine en mis mas locos sueños que ahora veía con mis propios ojos. Pasamos todo el día juntos, pero en ningún momento ninguno de los dos dijo nada con respecto a lo que había pasado en corea, ni tampoco pregunto porque me había ido sin decir nada, pero conociéndolo solo estaba buscando el momento preciso para decir algo, sabía que él no nos había buscado solo por nada, quería explicaciones y por primera vez estaba dispuesto a darlas.

—¿con quién vives aquí?

—es extraño que hayas venido aquí sin saber con quién vivo.

—no pregunte solo quise saber dónde estaban y donde podía encontrarlos, lo demás sinceramente no me interesaba.

—vivo con Zhoumi.

—¿Zhoumi? —solo al decir su nombre se puso tenso, su cabeza corría demasiado rápido, lo que no había cambiado en él—

—detente ahí Kyuhyun, él es un amigo que conozco desde antes que te conociera a ti, es con quien hablaba por horas los días viernes.

—ya veo...

—no tengo nada con él, es completamente hetero y si no lo fuera ni siquiera me miraría con otros ojos... se podría decir que es algo así como con Heechul.

—ok...no es necesario que me des explicaciones.

—bueno es que con solo ver tu cara pides millones de ellas.

Nos quedamos en silencio mientras Henry dormía en sus brazos aun parados fuera de la casa que se había convertido en mi hogar por estos cuatro meses, los tenues rayos de sol aun iluminaban, mientras que la suave brisa movía despacio el cabello castaño de Kyuhyun. Tenía tantas cosas que decir, tantas más que deseaba saber y otras más porque disculparme, pero no sabía por dónde comenzar, solo estaba parado ahí viendo como padre e hijo compartían de una cercanía que yo les había arrebatado cuando decidí venir a aquí...

—cuánto tiempo más vas a retenerte.

—no entiendo.

—sé que no hiciste ese largo viaje por nada.

—ya tengo lo que deseaba.

—Kyuhyun...

—ok, necesito hablar contigo Ryeowook, necesito explicarte muchas cosas y necesito escuchar muchas cosas también.

—¿Dónde? —sus ojos se abrieron como dos platos y su boca hacia una perfecta O— Kyuhyun no me iré a ningún lado, creo que han pasado todas estas cosas solo porque ninguno de los dos fue capaz de decir nada cuando se pudo.

—tengo miedo que después...

—no pienses en después, creo que nos debemos esto, aunque sea la última vez que hablemos así. —lo vi dudar, sus ojos siempre han demostrado muchas cosas, pero por sobre todo como se siente y cuando tiene miedo—

—y-yo.

—¿Dónde te estas hospedando?

—En el hotel Mandarín Oriental Pundong.

—ok, estaré ahí a las 9.

β

A las nueve en punto estaba en el hall del hotel, nervioso, si se podría decir que si, aunque no sabía si esa palabra pudiera acoplarse a lo que sentía en estos momentos. Antes de salir de casa llame a Heechul, debo decir que aunque casi nunca tome en cuenta lo que Hee dice, bueno esa es la impresión que tiene él de mí, siempre me interesa saber lo que piensa y me es de gran ayuda cuando hablo con él, siempre he dicho que ese hombre tiene el poder de calmarme y que mi cabeza comience a pensar con coherencia, si debo describir lo que significa Kim Heechul en mi vida podría decir que es como mi madre, él ha tomado todo ese lugar y lo agradezco porque a decir verdad tanto Hee como Siwon han tomado ese rol en mi vida y por eso estaré completamente agradecido con ellos.

Cuando subí al ascensor estaba sudando, mis manos estaban un poco húmedas por mi propio sudor, sentía que me faltaba el aire y no era precisamente por tener un problema con los ascensores, pero los quince pisos que tuve que subir en el fueron interminable de algún lugar de mi cabeza nació la idea de que podría bajarme y devolverme a casa, después de todo nadie podría culparme de escapar de Kyuhyun...

Golpee suavemente la puerta de su habitación, me arregle el cabello, algo que sabía que era imposible, pero no quería ser un asco frente a él, y lo logre justo a tiempo para cuando mis ojos se fijaron en los suyos, se veía exageradamente sexy, y para ser precisos eso era algo que odia de él, porque no me dejaba pensar con claridad, bueno eso estaba mas que claro, después de todo no por nada había tenido sexo desenfrenado en mi cama cuando aun estaba comprometido.

—pensé que no ibas a venir.

—bueno, en Shanghái es todo un reto conducir.

—estas precioso —su mano subió poco a poco hasta mi cabello entreteniéndose ahí mientras que mis ojos solo estaban fijos en sus labios que estaban entre abiertos—

—Kyu-Kyuhyun.

—si lo sé, debemos hablar pasa...

Invierno (Kyuwook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora