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POV Heechul

Las cosas se fueron a la mierda...

La situación me tenía complicado, más de lo que debía, Ryeowook no era mi hermano, no era mi hijo, ni siquiera un pariente lejano, solo era un chico que adoraba, pero no de forma romántica ni nada parecido, pero aun así lo adoraba.

Aún recuerdo el primer día que lo vi, sé que era lo más estúpido de todo y estaba en contra de todo lo que yo era, pero no podía odiarlo por el solo hecho de que Siwon sintiera algo especial por él, después de todo Choi se había decido por mí, y a pesar de que estaba conforme con su decisión, la intranquilidad de verlo junto a él no me dejaba en paz, pero no es que llegaran a ser celos, porque de verdad no podía sentirlos por él, aunque quisiera hacerlo, y no por la falta de atributos, ya que a mi parecer tenia los suficientes para tener a cualquiera a sus pies, sino que simplemente no podía sentirlos, simplemente eso.

Sé que también era lo más estúpido que me sintiera abandonado y dolido cuando vino a mi diciendo que el maldito de Kyuhyun lo había abandonado por otro y que más encima se iba a casar con no se quien, desmoronándose mientras tenía el bebé del idiota en el vientre, lo sentí como una ofensa en lo más profundo de mi ser, así que por esa razón, después de tres días en el cual había desaparecido, lo busque para exigirle que nunca más se acercara a Ryeowook y él con una estúpida sonrisa en la cara, de suficiencia, me escupió que no tenía intenciones de volver con Wookie porque encontró a alguien mil veces mejor que mi pequeño. Por obvias razones no se fue en buenas condiciones a revolcarse con el imbécil de su nuevo novio, ya que antes mi puño conoció de muy de cerca el perfecto y estúpido rostro del idiota que la había roto el corazón a mi Ryeowook, aunque para ser sinceros, lo hubiera castrado si Siwon no me hubiera tomado de la cintura atrayéndome a su cuerpo que en cierto modo me tranquilizo de no estrangularlo con mis propias manos.

Los días después de eso pasaron rápidos, aunque dolorosos, el embarazo de Ryeowook no fue fácil, para nada, a pesar de que él diga todo lo contrario, pero di gracias al cielo cuando Henry nació completamente sano, con los hermosos ojos de Ryeowook pero el cabello rebelde como el de Kyuhyun, aunque gracias a los cielos el pequeño se parecía más a Ryeowook, y a pesar de que estaba preocupado de lo que pudiera pasar de ahí en adelante, todos mis temores se fueron a la basura cuando vi la hermosa sonrisa de Ryeowook al ver a su bebé en los brazos, porque en ese momento, en solo ese pequeño momento, me di cuenta que mi propio bebé estaría bien después de haber sufrido la decepción de su vida.

Así que después de todo lo que paso, después de todo lo que tuvimos que vivir junto a Ryeowook, detestaba todo lo que estaba pasando, detestaba el hecho de que Cho Kyuhyun hubiera regresado de su autoexilio, detestaba la idea de que el maldito estuviera rondando a mi Ryeowook, diciendo que ahora lo amaba a más que a nada en el mundo, detestaba el hecho de que Ryeowook, siendo una de las personas más inteligentes que hubiera conocido, junto con Siwon, se estuviera dejando llevar por el idiota ese, y lo que más me terminaba de amargar la vida, es que se había enredado con Kyuhyun y en un par de meses se casaría con alguien a quien realmente no amaba, aunque sabía que él era el peor de todos, no era algo que yo haya comprobado personalmente, pero yo, Kim Heechul, sabía que algo escondía ese maldito conejo bajo su carita de ángel que no me lograba engañar.

Por lo que ahora estaba aquí parado en medio de mi cálida sala con una taza de té humeante con las luces apagadas, viendo como caía la nieve sin parar en la ciudad, mientras que en mi cabeza pasaban una serie de ideas, desde las más estúpidas, hasta tomar a Ryeowook y alejarlo de todo esto que sabía que en algún momento le terminaría por explotar en la cara y no estaba dispuesto a verlo nuevamente como hace dos años atrás.

Invierno (Kyuwook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora