Capítulo 23.
Alice POV'S
Desperté por mi cuenta, por la ventana se reflejaba la luz del día, y por la frescura de la habitación supe que aún era temprano. Respiré profundo y supe de inmediato que algo estaba mal. Me incorporé sentándome sin dificultad y observé con el ceño fruncido mi conjunto de maletas con las que llegué a Estados Unidos.
Debido a que ya sólo me encontraba en reposo -petición de Marcelo- pude levantarme de la camilla estremeciéndome un poco por el contacto de mis pies descalzos contra el suelo frío y caminé hacia ellas tomando la más pequeña, la dejé sobre la cama.
Al abrirla, me di cuenta de que no contenía nada de lo que yo había guardado ahí, y por un segunda me invadió una especie de temor, había guardado ahí mis recuerdos más precioados, lo que para sorpresa de pocos, eran fotografías con Joseph. Me preocupaba que Marcelo hubiera empacado mis cosas, todo excepto aquellos recuerdos.
La puerta se abrió en cuanto volví a cerrar la maleta, di media vuelta y me encontré con mi hermano que levantó la vista y al verme dio un paso hacia atrás.
—Despertaste. —Sonrió de medio lado dejando sobre la mesa un vaso de café—. Justo a tiempo, te darán de alta en media hora.
—¿Por qué están mis maletas aquí?
Marcelo hizo una mueca al ver que no le prestaba demasiada importancia a sus comentarios pero me mantuve, mirándolo a esperar su respuesta.
—¿Quieres que sea tan directo como tú? Bueno, nos vamos de aquí.
—¿De qué estás hablando?
—Nos iremos de aquí, no te quiero en Estados Unidos.
—¿De qué estás hablando? ¡No puedes hacerme esto! No puedo volver a cambiar de escuela, estaré demasiado atrasada en todo. No quiero irme.
—Alice...
—No. No puedes llegar así de la nada y comenzar a darme órdenes y a decidir de mi vida. Y menos después de lo que me hiciste.
—Yo no...
Lo corté caminando con lentitud a la puerta y jadeé por una punzada en la cabeza que no parecía tener intención de desaparecer.
—Quiero que te vayas, estoy cansada de tus mentiras y de que tú y nuestros padres intenten controlar mi vida por algo que no pude evitar. Sí, me enamoré, y cometí muchos errores. Pero he pagado muy duro por ello en los últimos años. He suportado las órdenes de nuestros padres, y hasta ahora había pensado que en ti podía creer. Pero no. Eres igual a ellos... No lo volveré a repetir. Quiero que te vayas.
Parpadeo un par de veces con una expresión al parecer de sorpresa, se aclaró la garganta y volvió a tomar el vaso de café.
—Hablaremos de esto en el hotel.
Sin decir más, salió y yo me apresuré a cerrar la puerta, topando mi mirada con el juego de maletas y maldije en voz baja por no preguntar por todo lo que me faltaba, y a la vez pensé que con suerte, podrían estar en el hotel.
Joseph POV'S
Giré por milésima en el colchón de mi cama en el hotel y suspiré sin saber qué hacer, me senté en la cama y observé con atención la bolsa negra que se encontraba en una esquina.
Cuando regresé de la escuela pude ver cómo Marcelo desechaba esa bolsa en uno de los contenedores, procurando no ser visto por nadie, por sus expresiones creí que sería importante, pero llegaba a pensar que tal vez no era más que basura, y seguía comportándome como un idiota sin saber si abrirla o no.
Me puse de pie arrodillándome frente a la bolsa y comencé a abrirla, entrecerré los ojos rezando para que no saliera disparado un olor repugnante y afortunadamente no. Ningún olor salió, lo que me animó a abrir la bolsa un poco más para poder ver su contenido, me encontré con fotografías y otras cosas que para nada eran basura.
Fruncí el ceño esparciendo en el suelo el contenido, girando algunas fotos que se encontraban boca abajo. Suspiré sentándome bien en el suelo y comencé a pasar las manos por todo aquel montón de cosas que tenían algo que ver con Alice y yo. En su mayoría fotografías.
Una oleada de rabia me invadió en un par de segundos, ¿por qué Marcelo tiraría todo esto? Alice siempre me mantuvo alejado y ahora sé que realmente estaba tan destrozada como yo. Sacudí la cabeza y regresé a poner atención en todo lo que había guardado, hasta el más mínimo detalle ligado a mí se encontraba en esa bolsa. Y no pude evitar sentirme con un poco de esperanza...
Alice POV'S
Cuando entramos a mi habitación en el hotel me apresuré a ir a la recámara y me dejé caer en la cama, escuché como se cerraba la puerta y los pasos de Marcelo por la habitación, lo que hizo que me levantara de golpe y comenzara a buscar frenéticas mis fotografías y de más.
—¿Qué estás haciendo?
—¿Dónde están mis cosas?
—¿Qué cosas? —Preguntó con seriedad, pero supuse que sabía muy bien de lo que hablaba.
—Las que guardé en la maleta pequeña, ¡mis fotografías! Cuando chequé la maleta, tenía de todo menos lo que yo dejé ahí. ¿Qué hiciste?
—Yo...
—¡Marcelo!
—Las tiré. Lo siento... Entré en pánico... No sabía que tendrías todo eso guardado, y no quiero que te lastimes. Quiero que te olvides de esas idioteces y sigas tu vida, maldita sea... ¿No puedes entender eso?
Me tambaleé hacia atrás sin responder y corrí a la salida ignorando los gritos de mi hermano, bajé las escaleras tan impaciente como para esperar el elevador, crucé el lobby y salí a la calle hacia los contenedores de basura, abriéndolos y buscando desesperada alguna bolsa o mis fotografías esparcidas.
Pero no encontré nada...
Solté un grito de frustración dejando las cosas como las encontré (o algo así) y regresé al lobby metiéndome a uno de los baños de la recepción tratando de no tener que subir a donde estaba Marcelo, me lavé las manos y volví a regresar al lobby más que desanimada, arrastraba los pies y me detuve frente al elevador a esperar el siguiente.
—¡Alice!
Levanté la vista al escuchar aquello, el elevador se había abierto y Evan se encontraba frente a mí, traté de sonreír mientras el salía a ponerse a mi lado y me abrazó con fuerza.
—Hola, Evan.
—¿Estás mejor?
—Mucho mejor, gracias. —Me encogí de hombros separándome de él y una mueca se formó en su rostro—. ¿Qué pasa?
—Me acabo de dar cuenta de algo.
—¿De qué?
—Tu hermano nos dijo que se irían, y acabo de reaccionar en que... bueno, nunca salimos. Como amigos, ya sabes.
Reí entrecerrando los ojos y caminé apartándome del paso al elevador.
—Bueno, Marcelo exagera un poco. No puedo atrasarme más en mis estudios, y bueno... tengo que convencerlo.
Una sonrisa apareció en su rostro y se acercó al elevador para llamarlo. Me acerqué a él y nos quedamos así sin decir nada, incluso en el trayecto del elevador.
Cuando salimos al pasillo, podía notar como movía sus manos de una manera muy extraña, fruncí el sueño divertida y me detuve frente a mi puerta.
—Bueno, supongo que...
—¿Saldrías conmigo? —Me interrumpió.
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Eres tú. © (EN EDICIÓN)
Teen FictionSinopsis. Joseph Baccherelli es un chico italiano que llega a Estados Unidos como estudiante de intercambio de institutos. Pero, no llega solo, Alice Bennett al igual que Joseph llega de Italia a Estados Unidos, pero no del mismo Instituto que Jos...