Capítulo 12.

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Alice POV'S

Bajé del taxi en cuanto estacionó frente a la biblioteca, quise sacar un poco de dinero para pagar el viaje pero dijo que el hotel era quien pagaba todos esos gastos, le agradecí sonriente y me informó que él igual podría pasar por mí, me entregó su tarjeta y se marchó.

Entré a la biblioteca. Era enorme, en Italia había algunas tal vez incluso más grandes pero nunca había ido a alguna, sólo a la de la escuela y una cerca a mi casa.

—Hola ¿Te puedo ayudar en algo?

Preguntó una señora de tal vez 60 años, su cabello comenzaba a mostrar mechones blancos.

—Buenas tardes, si pudiera decirme en dónde se encuentran las novelas juveniles estaría perfecto.

Sonrió asintiendo y con la mano me indicó que la siguiera.

Cruzamos varios pasillos con estanterías enormes.

Los laterales estaban repletos de sofás, asientos de gomaespuma, mesas de estudio y computadoras. Lámparas de lectura, incluso en los costados había cafeteras. ¡Era fantástico!

—Es aquí, cariño. Puedes tomar asiento en donde gustes, o si prefieres puedes llevarte los libros a tu casa.

—Oh, muchas gracias, es sólo que soy nueva en la ciudad y no cuento con tarjeta...

—¡Eso no es problema! Cuando acabes déjame tus datos y tramitaremos tu tarjeta lo antes posible.

Asentí sonriendo y la observé alejarse, volví mi vista a los libros y caminé junto a ellos viendo los títulos en los lomos.

Tomé el primer libro que llamó mi atención y me dejé caer en un asiento de gomaespuma.

"Pulsaciones" Javier Ruescas y Francesc Miralles.

Parecía muy interesante, incluso la frase de la portada me dejó sin respiración.

"¿Y si hubieras encontrado el amor de tu vida... y lo hubieras olvidado?"

Hice una mueca y comencé a hacer mis ideas sobre el libro sin poder evitar relacionar todo con mi "historia" con Joseph. Sacudí la cabeza decidiendo que era mejor dejar ese libro si solamente me haría recordar lo que no quería... Me levanté del asiento dispuesta a regresarlo a su lugar pero la voz de la bibliotecaria me detuvo.

—Es un libro hermoso... —Suspiró sentándose en el lugar del que hace segundos yo me levanté.

—¿De verdad? ¿Me puede dar una pequeña... reseña?

—Considero que será mejor que los descubras por ti misma, hablaremos del libro conforme lo vayas leyendo ¿te parece? Sólo te puedo decir que el libro está escrito en manera de mensajes, algo muy original por parte de ambos escritores ¿no crees?

—Sí, tiene razón. —sonreí presionando el libro contra mi pecho.

—Mi nombre es Aria, puedes decirme Ari. Toma, te servirá de mucho. —Me guiño un ojo extendiéndome un separador bastante mono.

—Gracias, Ari.

{...}

Salí de la biblioteca casi una hora después, no había podido separar mis ojos de aquel libro, era increíble.

Decidí caminar un poco, tenía un problema en mi cabeza, demasiado grave para ser sincera. Tenía que buscar una manera de sacar a Joseph de mi cabeza, no me hacía nada bien comenzar a tener "esperanzas"

Hace un año, en el tiempo en que tuvimos que separarnos, puedo jurar que fui la chica más feliz del mundo, sin exagerar. Era realmente feliz, Joseph me trataba con tanto amor. Y... ¡Dios! La manera en la que me miraba... era única. Había visto demasiadas películas de romance para ese entonces y siempre mencionaban eso de... "Veo cómo la miras" en ese entonces quise creer que esa mirada de verdad significaba algo, yo sentía que de verdad Joseph me amaba, y... estúpidamente lo sigo creyendo.

Al cruzar la esquina hice una mueca de asco, quise dar media vuelta sobre mis talones y caminar fingiendo que no había visto tal escena tan asquerosa, un chico se encontraba vomitando con la cabeza recargada en la llanta trasera derecha de un Jeep rojo. Tragué saliva sin saber qué hacer, era evidente que había estado tomando, enfrente había un bar, bueno, ya sabía algo. Pero... ¿Qué tenía que hacer? ¿Ayudarlo?

Me acomodé los mechones de cabello rebeldes que estaban e mi rostro y me decidí a acercarme al chico junto al Jeep, no tenía tantas ganas de acercarme, pero sin duda me sentiría culpable si me fuera como si no hubiera visto

—Disculpa...

El chico cubrió su cabeza con su mano izquierda y con la otra presionó una botella de licor medio llena contra su pecho, abrí los ojos sorprendida, ¿Después de esto pensaba seguir tomando?

—Creo que deberías dejar eso...

Aún no podía verle el rostro, pero podía jurar de quien se trataba...

—Es g-gracioso ¿No c-crees? —Habló apenas entendible— Te h-hundes en el alco...alcohol tratando de o-olvidar a una c-chica y... de pronto h-hasta su voz e-escuchas.

Trágame tierra.

Retrocedí un par de pasos sin poder creerlo, era Joseph. Estaba comenzando a enfadarme literalmente con la vida. Esto comenzaba a ser demasiado obvio. ¿En serio? Llevábamos 12 meses sin topar ni siquiera la mirada y de un día a otro en todo lugar nos encontramos y creamos vínculos, la sudadera, las habitaciones, y ahora esto.

—Joseph... —Hablé callándome de inmediato. ¿Qué hacía Joseph aquí, enfrente de un bar, en un Jeep?— Eh... vamos, te llevaré de regreso al hotel.

—M-mejor... que sea de r-regreso al... al bar.

Sacudí la cabeza marcando el número del taxista, le indiqué la dirección guiándome por los letreros que había en la esquina de la calle y enseguida dio con mi ubicación. Me quedé parada un momento junto al Jeep sin despegar la vista de la calle esperando para que en cualquier momento se atravesara en mi campo de visión el taxi, era incomodo estar en esa situación.

Vi de reojo a Joseph y me sorprendió ver cómo daba un gran trago a la botella, se sentó en la banqueta con dificultad y volvió a tragar. Apreté los puños enfadada, nunca me había agradado la idea de que Joseph tomara, siempre decía tonterías en ese estado y nadie lo toleraba, mucho menos yo.

—¡Deja de hacer eso, maldita sea! —Grité arrebatándole la botella de las manos.

Levantó la vista con el entrecejo fruncido gracias a la luz del sol y rio tal y como ríe un estúpido pasado de alcohol.

—¡Alice! —Rio de nuevo cubriendo sus mejillas con sus manos— Estoy delirando... Hey, querido amigo ¿Puede darme un buen puñetazo? Estoy de verdad grave.

Fruncí el ceño, se estaba dirigiendo a mí. ¿De verdad pensaba que estaba en una alucinación o algo así?

—Por favor... estoy comenzando a ver a la chica que amo y... j-joder... duele.

Me atraganté.


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Sè que es muy corto, tratarè de editarlo màs tarde y hacerlo màs largo:3 es sòlo que de verdad me insisten mucho con esto y pues quise darles un adelanto(?) Màs tarde lo edito y/o subo otro capìtulo para que les llegue la notificaciòn. Besos.







Eres tú. © (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora