Capítulo 8
Alice POV'S
A las cuatro de la mañana yo ya me encontraba lista en el primer piso, vestía de manera muy cómoda pues era de madrugada y viajaría por quien sabe cuántas horas hacia el otro lado del mundo, extrañaría Italia, aquí crecí y aquí me quiero quedar, sé que solo reía por algunos años, pero ¿Y si Estados Unidos me gustaba y ya no quisiera volver? Yo no quería eso.
—Alice ¿Estás lista?
Marcelo bajo los escalones con dos de mis maletas en mano, otras dos ya estaban en la puerta, sonreí con tristeza y asentí levantándome del sofá, tomé mi bolsa y camine hacia la puerta.
—¡Oh mi pequeña! No te sientas triste —Dejó las maletas junto a las otras y se acercó a mí para abrazarme— Estarás bien, estaremos en contacto y cada fin de semestre iré a visitarte, lo prometo.
—No quiero verte cada seis meses, quiero verte diario, quiero que sigas siendo mi despertador, te quiero conmigo. —Hundí mi cara en su pecho y empecé a llorar.
—Alice... no puedo ir a Estados Unidos contigo —Suspiró con pesadez y acarició mi mejilla— Debo quedarme aquí, hablaremos todos los días si eso quieres, por favor mi niña, no quiero ver que te irás llorando.
No respondí, me limpie las mejillas con la manga de mi suéter y me separe de él con una sonrisa fingida, hizo una mueca en un intento de sonreír y me tomó de la espalda para salir los dos juntos.
Mis padres no irían a despedirse de mí, era algo que ya me esperaba y sinceramente me alegraba que no fueran, papá me daría un sermón de media hora sobre los peligros de la ciudad, sobre los chicos que solo buscan a las mujeres para jugar con ellas, sobre las malas amistades, y todo eso de lo que los padres intentan protegerte.
Y después, mi madre se pondría a llorar de manera exagerada diciéndome que me extrañara mucho, claro que, todo sería mentira, al verme partir estaría apresurando a mi padre para que la llevara a casa de una de sus amigas, pues irían al salón de belleza o al bingo.
Realmente creo que Marcelo sería el único que me extrañaría.
Marcelo subió mis maletas en la parte trasera de la camioneta y después subió del lado del piloto para conducir, encendió la camioneta y mientras "se calentaba" me miro con algo de emoción en sus pupilas y me sonrió.
—¿No estas emocionada?
—Lo estaría, si no fuera porque el hijo de Baccherelli compartirá el viaje conmigo.
—Intenta no pensar en eso Alice, no todos los días se regalan viajes de intercambio a estudiantes para conocer otro país, ¡Te vas al otro lado del mundo! Disfrútalo pequeña.
Asentí con una sonrisa y me recargué en la ventanilla mientras el trayecto al aeropuerto comenzaba, y ya que había tenido que madrugar... me quedé dormida.
{...}
—Alice... Alice, despierta. —Sentí como Marcelo me hablaba sacudiéndome, su voz la escuchaba tan lejana, me daba tanta pereza abrir los ojos.
—Uhm...
—¡Despierta Alice Bennett! —Gritó haciéndome sobresaltar, lo mire con el ceño fruncido y descargue un golpe en su brazo— Lamento interrumpir sus sueños su alteza pero sus ronquidos han despertado a los plebeyos, es hora de la presentación real.
—¿Qué? —Solté una carcajada y mi ceño nuevamente se frunció al repasar en mi mente lo que dijo— Yo no ronco.
—Que no te escuches o que no te veas no significa que no lo hagas.
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Eres tú. © (EN EDICIÓN)
Novela JuvenilSinopsis. Joseph Baccherelli es un chico italiano que llega a Estados Unidos como estudiante de intercambio de institutos. Pero, no llega solo, Alice Bennett al igual que Joseph llega de Italia a Estados Unidos, pero no del mismo Instituto que Jos...