Hipocresía.

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— Hola, te traje el desayuno, como no bajaste al comedor — Karin llevaba una bandeja con jugo de naranja, pan casero y huevo.

La joven pelirrosa seguía molesta, triste y sin apetito, la noche anterior su madrina le prohibió determinante tener contacto físico o verbal con su padrino.

— Sakura, por favor no lo hagas más difícil de lo que ya es, come por lo menos un poco — la pelirroja se sentía preocupada y triste por la actitud de Sakura, le causaba rabia que el provocador de todo esto allá sido Sasuke.

— ¡No! — Sakura le grito molesta a Karin, se cubrió completamente con su sábana.

— No puedes estar así sin probar bocado, ayer no comiste nada y si sigues así tendre que obligarte a....

— ¡Largateeeee......! — El grito de sakura hizo estremecer el corazón de Karin.

— ¡Por favor Sakura, reacciona, esa relación es infructuosa. Fue un fatídico error por parte de tu padrino, se que te presiono de alguna manera, tal vez te hizo promesas banales y lo único que quería de ti era tu inocencia pero ahora estoy aquí contigo y te juro que no volverá a tocarte. Tu debes de disfrutar de tu juventud con algún chico de tu edad que no tenga nada de que esconderse.

— ¡DEJAME EN PAZ! — la pelirrosa lloro desconsoladamente, — ¡No quiero conocer a nadie, no me importa nadie más que el, lo amo, el nunca me mentiria, te mintió a ti pero a mi no.

— Bajare un momento y espero que cuando suba ya allás comido un poco. — Karin salio de la habitación de Sakura.

La pelirroja lloraba de impotencia, por su mente paso el de hablar con Itachi el hermano mayor de Sasuke pero no podría hacer que viniera a resolver lo que se hermano había destruido. Cuando regresó más tarde ya traía otra bandeja con comida pero de igual manera Sakura no aceptaba nada, Karin no quería que Sakura dejara de comer y mucho menos que perdiera más clases a causa de su depresivo estado, tenía que hacer algo que no quería pero con tal de que Sakura se animara a comer o beber decidió hacerlo.

— Sakura, levántate -— Karin hablo y se acerco a su ahijada para quitar de encima la sábana que la cubría de pies a cabeza.

— ¡No, ya te dije que no me levantaré por nada del mundo! — Sakura se aferraba a la sábana.

— ¿Ni por mi?

Una voz masculina, que por supuesto Sakura reconocía, la hizo levantarse de inmediato. Sakura corrió hasta donde se encontraba su amado, lo abrazo del y le planto un gran beso en los labios, Sasuke sentía desfallecer, rodeo a Sakura de la cintura y la atrajo más hacia el. Karin se quedó boquiabierta al ver tal atrevimiento de Sakura, fruncio el cejó y corrió de prisa a separarlos.

— ¿Que les pasa a ustedes dos?, me prometiste que no te acercarías más de la cuenta — la pelirroja apuntó a Sasuke.

— Te dije que no me acercaría, pero fue ella quien lo hizo -— habló Sasuke para no crear más conflicto entre ambos.

— Madrina deja que se acerque a mi, lo amo con todo mi ser — Sakura comenzó a lagrimar, justo atrás de Karin.

Los ojos de Sakura parecían cansados, rojos y ojerosos, la piel era más pálida de lo normal, la boca seca, la nariz roja e hinchada.

— Vine para asegurarme de que comieras algo, no puedes estar si alimentarte Sakura — los ojos rojos de Sasuke denotaban insomnio.

— Si tu comes conmigo lo are — la mirada luminosa de Sakura, hizo que Sasuke se desmoronara por dentro.

— Para eso estoy aquí.

Divina tentación (sasusaku) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora