Me encantaría contarte mil historias por cada farola iluminada en esta ciudad, emocionarte con una cuantas palabras y algún día poderte enamorar.
Me encantaría que me escucharas y que después yo te escuchara, escuchar tus salidas y entradas, escucharte sin más. Oír tus cuentos de terror o fantasía, de misterio o de amor. De aventuras, como aquella que me hizo dibujar una sonrisa aquella madrugada.
Me encantaría volver a verte y que esta vez no desaparecieras en aquel banco viejo y oscuro de aquel parque abandonado. Te agradecería tan sólo un gesto de despedida antes de disolverte entre las sombras de los árboles.
Me gustaría, de veras, sentir tus párpados cansados y tus ojos enrrojecidos por el humo de la hoguera.
La hoguera que quema los recuerdos, las historias y las tragedias.
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Sin Tus Palabras...
PoetryNo sé si después de esto podré mirarte a los ojos, ni siquiera si esto está bien; si debería callarme y aceptar que lo nuestro es un simple otoño sin el calor esperado.