Yo me inundo en llanto,
Tú vuelas en risas.
Yo me ahogo en un vaso,
Tú sólo suspiras.
Yo me pierdo entre las sombras,
Tú irradias luz a tu paso.
No confundes el infierno con el cielo,
Pues es idéntico,
Y no piensas darle más vueltas a ello.
Tan risueña,
Tan feliz,
Que contagiosa es tu alegría.
Qué bien me haces sentir.
Que dichosa es la ignorancia,
De aquellos que solo saben sufrir.
Quemas este invierno de hielo,
Derrites los recuerdos para que no te atormenten.
Congelas el tiempo,
Para más tiempo abrazarle.
Y lo sientes,
Y aspiras cada ilusión que alberga en tu mente.
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Sin Tus Palabras...
PoesíaNo sé si después de esto podré mirarte a los ojos, ni siquiera si esto está bien; si debería callarme y aceptar que lo nuestro es un simple otoño sin el calor esperado.