AL PASADO.
Te recuerdo, y mil espadas se clavan en mi pecho al intentar respirar. Te recuerdo, y solo la niebla de este cielo te entorpece el paso. Pero eres traicionero, y estás deseoso de tocar mis manos. De agarrarte fuerte a mi estómago, y hacerme un nudo en el corazón, impidiendo el retroceso de la sangre a mi cerebro.
Intento olvidarte, pero no puedo. Siempre estarás ahí, siempre serás la sombra que me persigue allá donde vaya, no me dejarás en paz y me arrebatarás la libertad de entre mis dedos. Se deslizará por tu cuerpo, y rodará hasta lo más profundo de lo eterno.
Te vas convirtiendo en algo indestructible, en una mancha difícil de quitar. Estás tan orgullosa, perfumando mi ropa como el día en el que me convertí en algo insignificante; ese hedor idéntico a otras vidas.
No puedo soportarlo, pues nada me ahoga más que el silencio, y mis oídos ya no escuchan ni las voces que se instalan en mis pulmones y aplastan el aire. No puedo aguantar más viéndote reflejado en los escaparates de libros, en lo alto de la montaña más alejada, en la puerta de mi casa y en la estación de voces.
No resisto ante una fuerza tan grande.
Necesito perderte de vista, y necesito hacer que desaparezca mi antigua vida. Necesito no recordarte cada día.
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Sin Tus Palabras...
PoezjaNo sé si después de esto podré mirarte a los ojos, ni siquiera si esto está bien; si debería callarme y aceptar que lo nuestro es un simple otoño sin el calor esperado.
