Siempre estarán ahí,
Las caricias en aquel puerto,
Las lágrimas derramadas en tu cuerpo;
La despedida que amanece
Como llamas en el bosque de lo eterno.Siempre estarán ahí,
Las miradas fugitivas que se escapan de entre mis manos,
Sorpresas que alivian los miedos que causamos.
Dedos temblorosos
que agitan las hojas de este fugaz otoño.Nunca se esfumará
La nieve del norte en mi pelo congelado y pálido,
Como el humo al respirar sobre el;
Ni siquiera serán tuyos los besos que dejaste al anochecer.Porque el tiempo difuminará las manchas de carboncillo en mi cuaderno,
Y borrará los versos que habitan tranquilos en él;
Dejará de brillar la tinta azul que grabé en tu piel.Todo se marchará,
Me permitirán por fin enloquecer.
El desorden reinará,
Y ya podré decir que todo se fue.
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Sin Tus Palabras...
PoesíaNo sé si después de esto podré mirarte a los ojos, ni siquiera si esto está bien; si debería callarme y aceptar que lo nuestro es un simple otoño sin el calor esperado.