Desde mi ventana,
Escuchando sus risas;
Desde mi ventana,
La hierba y el dolor se difumina.
Se ensancha,
Se hace mas grande;
Y la angustia y el ahogo,
Los siento más que nadie.
Desde mi ventana,
A mi cabeza,
Vuelve la pregunta de siempre.
Para qué sigo esperando?
Para qué, si ya se fue la posibilidad de tenerte?
Desde mi ventana,
Te recuerdo en vez de girarme y mirarte.
Sólo te recuerdo,
Pues es suya tu presencia y su asiento a tu derecha.
Sólo observo la carretera
Por miedo a mirarte,
Y que en vez de tu mirada,
Sea la suya la que me responda,
y se te ilumine el paisaje.
Ahora sólo me queda mirar al asiento de en frente,
Olvidarte aunque sea un par de horas.
Que seas tú el que en mí se fije,
Aunque sea para comparar y encontrar tu ganadora,
La de todos los días,
Porque son los ojos
De quién se enamora.
Los que empañan el cristal del dolor ajeno,
Te hipnotiza y dejas de preocuparte por si alguien te añora.
Te da igual,
Y es normal.
Para ti pasan las horas.
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Sin Tus Palabras...
ПоэзияNo sé si después de esto podré mirarte a los ojos, ni siquiera si esto está bien; si debería callarme y aceptar que lo nuestro es un simple otoño sin el calor esperado.
