Yo te intentaba olvidar, no sin antes intentar retenerte, y de repente te vi y tuve que volver a sentirte.
Tuve que aguantar tu risa, tu forma de hablar y tu diccionario extraño. Tuve que aguantar tu mirada, y la lejanía de protección entre tú y yo.
Volver a ver tu chaqueta negra, tus zapatillas granates.
¿Por qué?, si yo estaba con mis amigos y no pensaba en ti.
¿Por qué?, si nada me hacía más feliz que sentirme fuerte.
Y vas tú y destrozas mis castillos de arena con tu mar. Sólo dejas escombros al pisarme, ya no soy nada.
Sólo ceniza y verdad, o tristeza y soledad.
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Sin Tus Palabras...
PoesíaNo sé si después de esto podré mirarte a los ojos, ni siquiera si esto está bien; si debería callarme y aceptar que lo nuestro es un simple otoño sin el calor esperado.
